La campaña para la erradicación de la Lobesia Botrana tiene todo listo para comenzar. La semana pasada se confirmó el aporte de más de $250 millones por parte de la Nación, que se complementarán con $120 millones de la Provincia y lo que se recaude de la Contribución Obligatoria Especial (COE) que pagan los productores con más de diez hectáreas.
Con esos fondos, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) aspira a continuar el plan de erradicación de la plaga que se inició en 2017. El presidente del organismo, Alejandro Molero, explicó que se necesita de la articulación público-privada para obtener recursos que permitan sostener los éxitos alcanzados en el control de esta plaga.
Los fondos de la Nación llegan en partes. El jueves hubo una reunión virtual entre el Senasa y el Iscamen, en donde se analizó la carta de acuerdo y se definieron los detalles de los desembolsos. “En esta primera remesa, una vez convenidos los términos, vendrán los primeros $ 75 millones, y a lo largo del mes en curso se completarán los $ 250 millones”, explicó Molero.
La asistencia total de la Nación para el control de la plaga en realidad alcanzará los 390 millones de pesos, pero el 35% se destinará a la provincia de San Juan.
“Solicitamos más recursos, pero eso ha dispuesto la Nación, y no deja de ser importante que recibamos ayuda. Recordemos que hubo otras campañas en las que directamente no hubo asistencia”, comentó el titular del Iscamen.
El control de la plaga
Las campañas para erradicar esta enfermedad, que ataca a la vid y reduce la producción de fincas, tuvo muy buen desempeño en las temporadas 2017-18 y 2018-19. De hecho informaron desde el organismo que se está a punto de erradicar la plaga en el oasis Sur, y se logró un fuerte retroceso en el Valle de Uco y en los oasis Este y Norte.
Esas acciones se llevaron adelante con fondos nacionales y un aporte provincial, siguiendo la normativa que dispone en la Ley 27.227, sancionada por el Congreso de la Nación en diciembre de 2015. En ambas temporadas, el financiamiento superó $450 millones, permitió la compra de feromonas y la contratación de pulverizaciones.
Con la intención de seguir por el mismo camino, el 22 de mayo pasado algunos representantes vitivinícolas presentaron a las autoridades de la Nación una agenda de temas estratégicos para el sector, entre los que figuraba la lucha contra la Lobesia botrana y la crisis hídrica. En ese marco, pidieron que se abra un canal de diálogo para construir una agenda común de trabajo.
En junio tuvo lugar una reunión virtual en la que participaron, además del titular del Iscamen, el ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, autoridades de la Coviar, el INV, el INTA, de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, y el ministro de Economía de Mendoza, Enrique Vaquié.
Durante el encuentro con Basterra, se planteó la necesidad de fondos para afrontar los costos que demandará la nueva campaña contra la polilla de la vid.
Campaña 2021
“En el Oasis Sur venimos de dos años sin captura (sin detectar presencia de la plaga), por lo que si atravesamos este año de igual manera, podremos pedir la declaración de ‘libre de Lobesia para el Oasis Sur’, no así en otras regiones de la provincia en donde se requerirán dos o tres campañas más para combatir la plaga”, comentó Molero.
Esta campaña se hará de igual manera que las anteriores, con liberaciones aéreas y entrega de kits a los productores, pero se requerirá de un nuevo protocolo para respetar el distanciamiento social impuesto por la presencia del coronavirus. “Llegamos a 11.000 productores con capacitaciones virtuales, y la ayuda de las sociedades rurales y municipales. Vamos a tener que realizar la entrega puerta a puerta en cada una de las residencias de los productores. Para ello cargaremos los insumos en la camioneta e iremos recorriendo las fincas, para que cuenten tanto con los difusores de feromonas, como con los insecticidas de uso terrestre”.
Las herramientas del control de la plaga van a ser iguales a las que se requirieron en otras temporadas. La entrega de difusores de feromonas alcanzarán a cubrir 18 mil hectáreas, y los insecticidas, tanto de aplicación aérea como terrestre, llegarán a unas 120 mil hectáreas productivas. En tanto que la aplicación de feromonas pulverizables, que se aplican de forma aérea, cubrirán una superficie de 70 mil hectáreas.
Aporte provincial
Los fondos nacionales se completan con recursos del gobierno local. “La provincia ya hizo un aporte de 120 millones, y el lunes de la semana que viene se abrirán los sobres para la adquisición de los difusores de feromonas. En ese momento se va a aportar a manera de adelanto de lo que recauda la ley provincial (a fines del próximo año), unos 80 millones más para la compra de insecticidas”, explicó Alejandro Molero.
Oficialmente la campaña comienza a mediados de este mes, por lo que desde el Iscamen esperan completar los trámites de compra, distribuir los productos y capacitar a los productores durante los próximos días.
Mosca del mediterráneo
Esta semana también comenzó la campaña de liberación aérea y terrestre de moscas estériles producidas en la Bioplanta de Santa Rosa. Durante setiembre, se liberarán 150 millones de insectos semanales y la densidad de liberación irá aumentando en los meses de verano.
Se liberarán moscas tanto de forma aérea como de forma terrestre en áreas puntuales de la provincia. Se concentrará en un porcentaje mayoritario sobre los Oasis Norte, Este y Valle de Uco. En sur provincial, la proporción rondará los 10 millones de insectos semanales.
Mendoza es reconocida internacionalmente por el control de la mosca del Mediterráneo, lo que permite la apertura comercial para los productos frutihortícolas locales. Actualmente, la mayor parte del territorio provincial se encuentra libre de la plaga con reconocimiento por EEUU, China y Chile, entre otros países.
En lo que respecta puntualmente al país asiático, se firmó un protocolo de exportación para las cerezas locales, lo que permite a los productores hacer el envío de estos productos, sin tratamientos cuarentenarios, y durante el período de mayor demanda para estas frutas.