En los próximos días, los trabajadores en relación de dependencia recibirán el muy esperado pago del medio aguinaldo. Y, seguramente, quienes no lo destinarán a ponerse al día con deudas, a hacer alguna compra o reparación postergadas, o a pasear durante las vacaciones de invierno, se estarán preguntando cuál es la inversión más conveniente para que ese dinero no pierda valor con una inflación que viene superando el 5% mensual.
Entre las opciones más sencillas siempre está la posibilidad de constituir un plazo fijo y es que, a diferencia de otras, que requieren de un poco más de conocimiento o de un asesor, se puede realizar en un par minutos, desde el mismo celular. Pero la pregunta es si resulta conveniente con el acelerado ritmo de pérdida del poder adquisitivo. Por otra parte, un plazo fijo puede ser tradicional o UVA.
Con la más reciente suba que definió el Banco Central, la tasa pasó, para el caso de los tradicionales, del 48% anual al 53%, lo que equivale a un 4,41% mensual; bastante lejos del 5,4% de variación del IPC en mayo, en Mendoza. Sin embargo, quien deposite $50.000, luego de un mes recibirá $2.208,33 de intereses. Y si se va reinvirtiendo el monto completo -el inicial, más lo ganado cada 30 días-, se logra alcanzar una tasa efectiva anual del 68%. Esto significa que esos $50.000 iniciales se habrán convertido, para mediados de 2023, en $84.000.
La otra posibilidad es elegir un plazo fijo UVA. La contra es que el dinero tiene que quedar inmovilizado por, al menos, 90 días -versus los 30 del tradicional-, aunque existen opciones pre-cancelables, con las que se pierde una buena porción de los intereses, pero se recupera el efectivo cuando sea necesario. El principal atractivo es que se va actualizando al ritmo de la inflación, con un mínimo porcentaje adicional. Pero ahí reside también el riesgo de que en los próximos meses comience a desacelerar y el rendimiento quede por detrás de los otros.
Damián Di Pace, director de Focus Market, comentó en Infobae que, a pesar de la mejora en las tasas de interés los depósitos tradicionales, aún en términos efectivos (reinvirtiendo los intereses) no logran superar la proyección de inflación. Por lo tanto, consideró que los plazos fijos atados al UVA siguen siendo convenientes.
Por su parte, Andrés Reschini, de F2 Soluciones Financieras, detalló que, por la metodología de construcción del CER y teniendo en cuenta las proyecciones del último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado), un plazo fijo UVA suscripto hoy a 90 días tendría un rendimiento superior al de uno tradicional (78% vs. 68% en tasa efectiva anual). Y sumó que lo mismo sucede con uno a 180 días, aunque con menor diferencia (70% vs. 68%).
