Un dolor de cabeza habitual que enfrentan las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) a la hora de acceder al crédito es la garantía. Una opción que cada vez toma más adeptos para solucionar esto son las Sociedades de Garantías Recíprocas (SGR), entidades financieras que otorgan avales tras una evaluación.
Silvia Giordano, directora ejecutiva del Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC), afirma que un desafío común que tienen las empresas a la hora de acceder al crédito se refiere a las garantías necesarias. En ese marco, las SGR han logrado una mayor importancia en el último tiempo.
“Actualmente los bancos otorgan mejores condiciones financieras a quienes concurren con un aval emitido por una SGR, porque es una garantía de que ante la falta de pago del tomador del crédito tendrán a quién reclamarle. Quien asume el riesgo crediticio no es el banco ni la persona que pide el préstamo, sino las SGR. El riesgo crediticio queda en la figura de un tercero”, explica Giordano.
Vale aclarar que el FTyC no es un banco, pero otorga créditos y requiere garantías. Cuando el financiamiento es hasta $ 500 mil, se admite una fianza personal a través de un garante con una propiedad o un bono de sueldo (como en un contrato de alquiler). Sin embargo, en créditos mayores a $500 mil, requieren como garantía una prenda sobre un automotor, una hipoteca sobre un inmueble o un aval emitido por una SGR.
Desde Garantizar, una de las SGR líderes en Argentina, su gerente regional, María Inés Trebino, considera que la emergencia sanitaria desafió a las Pymes, “que se vieron obligadas a replantear sus modelos de producción y, en algunos casos, hasta reconvertirse”. Para esa adaptación debieron buscar recursos, y ahí Garantizar tuvo una participación clave en facilitar el acceso al financiamiento de 16.586 Pymes por un total de $61.501.097.831.
“Una de las claves para asistir a las pequeñas y medianas empresas fue la innovación realizada por Garantizar en los productos y servicios digitales que brinda, en donde el Echeq se posicionó como una de las herramientas más convenientes para la negociación de cheques de pago diferido”, explica Trebino. En estos 18 meses de pandemia, esta SGR operó alrededor de 77.000 cheques de pago diferido por un volumen de $27.800 millones.
Otra manera de facilitar el acceso al financiamiento fue a través de la sucursal virtual Garantizar Digital, destinada a monotributistas y trabajadores independientes. “Es una manera de llegar fácil y rápidamente a las PyMEs ya que brinda la posibilidad de obtener créditos en 72 horas de hasta $600.000 con plazos de 36 meses y tasas desde el 26%. Desde el inicio de la pandemia se emitieron certificados de garantías, mediante Garantizar Digital, por un total de $820.000.000″, describió la gerente regional.
Un impulso a largo plazo
En ese sentido, afirmó Trebino, el compromiso y la responsabilidad de Garantizar es acompañar a todos los sectores productivos del país favoreciendo el acceso al financiamiento en las mejores condiciones de tasas, plazos y contragarantías disponibles del mercado.
Otro caso es el de Crecer SGR. Su presidente, Rafael Galante, narró que durante 2020 un gran temor era la mora, que aumentó en un 10% durante el primer semestre, pero en el segundo semestre funcionaron muy bien las líneas del Fondep (Fondo Nacional de Desarrollo Productivo), propuestas por el Ministerio de Producción de la Nación y que exigen a las pymes el aval de una SGR. “La mora ante esas líneas es casi cero, porque son de largo plazo y desde el ministerio lo limitaron a las micro y pequeña”, explicó Galante.
Este año 2021 se inició duplicando los volúmenes operados del año pasado, con un incremento de las líneas de largo plazo con pedido de empresas micro y chicas, por no más de $ 10 millones. “Para nuestro regocijo, la mora sigue bajando, hay muy poca”, celebró el presidente de Crecer SGR.
Desde esa entidad, sostienen que una Pyme necesita comprar una máquina a cinco años, no a 180 días, y que hay una buena sinergia con los bancos públicos para trabajar con el aval de las SGR, siendo el BNA el primer banco en hacerlo. De momento se estima que hay 22.000 pymes involucradas con las SGR, un número chico pero promisorio y en aumento. En su análisis, las provincias más pujantes son Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires.
“El Gobierno nos pide que transformemos más pymes en sujetos de crédito. El préstamo lleva IVA, genera actividad y mano de obra. El solo hecho de transformar una pyme, compensa con creces el costo fiscal que el Estado tiene, porque se transforma una empresa de la informalidad a la formalidad”, afirmó Galante. Como ejemplo, señala que hace un mes vincularon una Pyme de Santiago del Estero que trabajaba con financieras informales y después del proceso terminó monetizando un crédito en un banco privado.