3 de febrero de 2025 - 15:19

Las frutas y verduras están a precios accesibles, pero las ventas no repuntan

Los consumidores caminan los pasillos de las ferias de Mendoza para encontrar los valores más bajos y los puesteros sostienen que el consumo no repunta.

Aunque coinciden en que los precios de las frutas y verduras están más bajos que unos meses atrás, la gente que compra en los mercados concentradores cuenta que recorren los pasillos y van consultando, porque hay diferencias entre los distintos puestos y no quieren pagar de más. Los puesteros cuentan preocupados que no se vende.

En el pasado, las crisis económicas llevaron a los consumidores a los mayoristas y a las compras de otros productos al por mayor, para repartir entre dos o más hogares y poder acceder a mejores precios. Sin embargo, tanto en el Mercado Cooperativo del Acceso Este como el Mercado Cooperativo de Guaymallén, los vendedores sostienen que, pese a que las ventas han caído, porque no hay plata, los clientes son los mismos de siempre y no han visto que más personas hayan optado por ir a las ferias para ahorrar.

Si bien enero es el mes preferido por los mendocinos para vacacionar y hay quienes se fueron de viaje, lo que podría explicar esta disminución en el volumen vendido, los puesteros aseguran que la merma es notoria aún para el inicio de año.

Precios

En cuanto a los precios, si bien varían según el sitio, en las ferias se pueden ver carteles que promocionan, “al menudeo”, 2 kilos de tomate por $1.000, 2 kilos de camote por $1.000, 2 kilos de zapallito redondo o zucchini por $1.000, 2 kilos de berenjena $1.000, 3 kilos de cebolla por $1.000, 1 kilo de zapallo inglés $500, 1 kilo de zanahoria $800 y 2 kilos de pimientos $2.500.

Por supuesto, si alguien opta por comprar al por mayor, una bolsa o un cajón, según sea el producto, puede conseguir un cajón de zapallitos redondos a $3.500, un cajón de tomate perita a $4.000 o $5.000, una bolsa de papas a $4.000 o una bolsa de cebolla por $2.000.

Estrategias de los consumidores

Juan cuenta que va todas las semanas al Mercado Cooperativo del Acceso Este, por lo general los sábados, y tiene su recorrido ya planteado. Como hay otro tipo de negocios en el ingreso, suele pasar a comprar una botella de malbec -“pobre, pero delicado”, bromea sobre la elección del varietal-, después busca un blister de cigarrillos y, al final, va cumpliendo con el encargo de su esposa, que le escribe la lista de frutas y verduras que tiene que comprar.

Lejos de tener un puesto favorito, detalla que va mirando los precios en dos o tres y termina comprando en el más económico. “Tenés que caminar la feria”, cuenta y suma un detalle más, de conocedor: “cuando llueve, aumenta todo”.

Jorge y Mirta también son clientes habituales de esa feria, porque viven cerca y coinciden en que la estrategia es recorrer los pasillos, para poder comparar precios y calidad. Para poner un ejemplo, él explica que un kilo de banana puede costar $2.500 en un sitio y $1.500 en otro, pero esta última es más chiquita y tiene manchas marrones.

Cuentan que suelen ir una vez por semana y que, si bien ellos compran para los dos, lo ideal es poder compartir con otras familias, porque se puede llevar en cantidad y tener mejores valores. Evaluaron que se nota un poco menos de gente que lo habitual y que los precios están accesibles, aunque manifestaron que esperan que las lluvias recientes no provoquen un alza porque haya productores que no puedan entrar a la finca a cosechar.

Teresa vive en las inmediaciones del Mercado Cooperativo de Guaymallén desde hace más de 50 años, por lo que sus compras habituales de frutas y verduras las realiza en ese espacio. Se conoce a la perfección qué pasillo evitar, porque es el que tiene los valores más elevados, y recomienda que la gente avance de los primeros puestos, más cerca del ingreso, a los del fondo, donde puede haber diferencias de hasta $2.000 o $2.500 por el kilo del mismo producto y de calidad similar.

Trucos de conocedores

La mujer reconoció que los precios han bajado un poco con respecto a meses atrás, cuando se había vuelto difícil comprar, pero señaló que también es la época en la que se producen muchas frutas y verduras y, si no se vende, los vendedores se quedan con mercadería que se echa a perder (aún más, por las altas temperaturas, señalan los puesteros).

Como otros compradores, afirma que busca el mejor precio. Pero tiene, además, el conocimiento de a qué se debe prestar atención, como el brillo de la fruta, que se debe a la cera, porque ella misma tuvo un puesto en el mercado y, después, una verdulería, que decidió cerrar porque le robaron siete veces.

Liliana, en cambio, sólo va una vez al mes, pero se traslada a Guaymallén desde el barrio Sanidad. “Por los precios, la calidad y la variedad”, menciona. Es que cuando compara los valores que consigue ahí con los que encuentra en las verdulerías, afirma que le conviene ir. Ilustra que, en su zona, el kilo de palta está a $4 mil, pero ahí consiguió unas “chiquitas, que hay que consumir rápido, pero a $2 mil el kilo”. Así que provecha para abastecerse de productos que en algunos casos cocina y en otros congela, para que le duren varios días más.

Roxana alterna entre los mercados cooperativos del Acceso Este y de Guaymallén para hacer una compra semanal que divide con su cuñada y una vecina. Explica que suele llevar al por mayor tomate, lechuga y papas, pero que va cambiando según la época del año. Y, después, opta por la verdulería para lo más cotidiano.

Francisca estaba comprando porque los fines de semana vende frutas y verduras en la plaza del barrio La Favorita. Subrayó que lleva productos de temporada y evita los importados o los que están muy caros. Reconoció que los precios han bajado bastante de unos meses atrás, y que casi están al mismo nivel que a fin de año. Se mostró preocupada porque una caja de zapallitos redondos se puede encontrar hasta a $2.500, por lo que se preguntó cuánto le pagan a un productor por meses de trabajo.

LAS MAS LEIDAS