Este mes, una familia típica mendocina, en la que sólo uno de los adultos tiene un trabajo remunerado, debió destinar el 16,4% de sus ingresos a cubrir la canasta de servicios. Es decir, el pago de las tarifas de luz, gas, agua y los pasajes del transporte público. En cambio, si ambos adultos trabajan fuera del hogar y alcanzan el salario promedio, ese porcentaje cae al 8,2%.
José Vargas, de la consultora Evaluecon, detalla que el salario promedio del sector público, del privado y de los trabajadores informales de la provincia fue de $395.000 este mes. Según cálculos de Los Andes, una familia de cuatro integrantes, dos adultos y dos niños en edad escolar, tuvieron que utilizar $64.772 para pagar las tarifas de los servicios públicos, incluido el transporte, en marzo.
Para estimar este importe, se tomaron las tarifas promedio informadas por las empresas prestadoras, los entes reguladores o el mismo Gobierno provincial. En el caso de Aysam, la factura promedio para un hogar que tiene el servicio de agua y cloacas asciende a $8.823 (aunque este monto pasará a ser de $11.734 en abril, porque se aplica un nuevo aumento pautado).
En cuanto al gas, según datos de Ecogas, un hogar mendocino de la categoría R2 3, que se toma como usuario de referencia, está pagando unos $3.568 mensuales. Este valor es el promedio de lo que abonan los hogares de nivel 1 (sin subsidio), 2 (con subsidio) y 3 (subsidiados hasta un tope y lo que consumen por encima, con tarifa plena), según los números que la distribuidora presentó en la audiencia pública de los primeros días de enero.
Se debe recordar que la aplicación del aumento de este servicio, que estaba previsto para febrero, fue siendo postergado por el Gobierno nacional, pero para evitar su impacto en los números de inflación. Sin embargo, a partir de abril comenzará a regir el incremento del precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), con subas que, según estimaciones, rondan entre el 200% y el 300%. Por otra parte, se irán aplicando ajustes mensuales, para que el valor del fluido vaya siguiendo la evolución del dólar.
Además, aún resta definir cuál será el aumento que la Secretaría de Energía les autorizará a las distribuidoras. En la audiencia pública, Ecogas presentó dos propuestas de incremento, con subas que irían del 124% al 640%, dependiendo de cuál sea la opción elegida y el nivel de usuario, según sus ingresos. Los nuevos cuadros tarifarios se conocerían en los próximos días.
Con la electricidad, un usuario de la categoría R2, que consume 500 kWh por bimestre, está pagando unos $24.830 mensuales. Una vez más, se trata de un promedio entre lo que abonan los N1, los N2 y los N3, considerando el último aumento de febrero, que, entre los componentes nacionales (el precio de la energía y su transporte) y los locales (el Valor Agregado de Distribución), alcanzó un 159% de variación.
Para el cálculo del transporte público, se consideró que los dos adultos utilizan dos pasajes diarios cada uno (22 días al mes) y que los dos niños se toman el colectivo dos veces por día para ir y volver de la escuela y tienen el abono para primaria, que ofrece un 60% de descuento sobre el valor del boleto, que seguirá siendo de $200 por ahora. De esta manera, se llega a un importe mensual de $24.640.
Cuando se suma el monto de cada uno de estos cuatro servicios, se llega a los $64.772 mencionados, lo que implica el 16,4% de los ingresos del hogar si sólo uno de los adultos tiene un trabajo renumerado o el 8,2% si ambos perciben un salario. Esto permite entender la afirmación de Vargas, quien planteó que hay familias que ya han dejado de pagar los impuestos, para poder cubrir los gastos de alimentación y las tarifas de servicios públicos.
Canasta básica energética
Cuando el Gobierno nacional empezó a hablar de la Canasta Básica Energética, se dijo que percibirían un subsidio aquellos hogares que debieran destinar más del 10% de sus ingresos para pagar los servicios de energía (gas y electricidad). Es decir, en esa medición no estarían incluidos el boleto del transporte público ni la tarifa del agua.
En aquellos hogares mendocinos en los que sólo uno de los ocupantes tiene un ingreso, y éste ronda el promedio de $395.000, se estarían gastando 7% de ese importe ($28.398) para pagar las facturas de la luz y el gas. Y esto, teniendo en cuenta que aún resta aplicar los incrementos del último servicio, que llegarán en abril.
Una estimación privada, que realizó la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (Catheda), reveló cuál sería la CBE para cada una de las seis zonas bioambientales establecidas en el país por IRAM y cada mes del año. De esta manera, se puede calcular quiénes se quedarían sin subsidio.
En Mendoza hay cuatro de estas zonas. Un área extensa, que abarca casi la mitad este de la provincia, desde Lavalle hasta General Alvear, es considerada templada-cálida. Según la Catheda, en julio, un hogar de 3 a 4 ocupantes ubicado en esta franja debería gastar unos $78.998 si hace un uso razonable -de acuerdo con los parámetros de la Secretaría de Energía- de los servicios de luz y gas. Tomando como referencia el 10% de los ingresos, esto implica que quienes ganen más de $789.980 no recibirán subsidio.
Como las tres zonas restantes son templada-fría, fría y muy fría, el monto de esa CBE se va a elevando en cada caso y, con ello, crece el tope de ingresos mensuales del grupo familiar para percibir algún tipo de bonificación. No se ha anunciado cuándo comenzará a regir este cambio en la modalidad de asignación de subsidios por parte del Ejecutivo nacional, que seguramente impactará también en el monto que los hogares mendocinos deberán invertir para poder pagar las boletas de los subsidios, ya que, con la modificación, entre otras cosas, se elimina el descuento del 30% o el 50% por ley de Zona Fría.