Las bodegas apuestan al negocio de la distribución de espirituosas

En un escenario dinámico y en constante evolución en la industria de las bebidas alcohólicas, las bodegas están diversificando sus operaciones al incursionar en el negocio de la distribución de espirituosas.

Este cambio estratégico no solo refleja la adaptabilidad de las bodegas a las tendencias del mercado, sino también su firme compromiso con la expansión de su alcance y la satisfacción de la creciente demanda de los consumidores.

Esta nueva apuesta por la distribución de espirituosas está redefiniendo el panorama y ofreciendo oportunidades emocionantes en la convergencia de dos mundos distintos, pero que comparten públicos.

Las bebidas espirituosas y el vino

Las bebidas espirituosas, también conocidas como licores o destilados, son bebidas alcohólicas que se obtienen mediante el proceso de destilación. A diferencia de los vinos, que son fermentados, este tipo de bebidas se producen destilando líquidos fermentados para aumentar su contenido alcohólico.

Los destilados suelen tener un porcentaje de alcohol más elevado que el vino y esa es su principal diferencia. En cuanto a mercados, ambos comparten a consumidores, es por eso que las bodegas se direccionan a la distribución de grandes empresas.

Uno de los casos que más años tiene en la unión de esas dos bebidas es Bodega Piedra Negra, desde el 2016, su dueño François Lurton se asoció con productores de Burdeos para crear una destilería en Francia.

Dicha destilería lleva el nombre de Alambic y es la encargada de realizar los Gin que se comercializan en Argentina y que importan desde la bodega en Valle de Uco.

“Empezaron con el Gin Sorgine, este es el primer producto de Alambic, el primer destilado de François Lurton, que es un Gin 100% francés, 100% de base de vino de Sauvignon Blanc. Después empezaron a elaborar Vermouth en Francia y en Argentina”, mencionó la encargada de ventas en LATAM de Bodega Piedra Negra, Bérénice Gru.

Cómo funciona la distribución de espirituosas desde una bodega

Teniendo en cuenta lo anterior, las bodegas no solo hacen los destilados en este u otra país, sino que además son las encargadas de distribuirlos.

El caso más reciente es el de Bodega Salentein, quien confirmó esta semana un acuerdo de distribución con la firma de origen holandés Brown-Forman. Esta alianza promete duplicar las importaciones que venían haciendo hasta este 2023.

“Para nosotros es un gran logro y un orgullo, que una de las compañías más importantes del mundo, nos haya elegido para seguir potenciando sus negocios en la Argentina”, expresó Juan Molina, Managing Director de Salentein Family of Wines.

Por otro lado, la familia Millán que posee Bodega Los Toneles, también apostó a los destilados. En Mendoza funciona la destilería Casa Tapaus, la cual se encarga de realizar Gin, Vermouth, Pisco, entre otros.

Pero además de la oferta nacional, importan desde diferentes países extranjeros otros destilados para completar la gama de productos.

“Familia Millán siempre quiere dar opción al consumidor. O sea, la idea de importar Belenkaya o Ron Barceló, por ejemplo, es ampliar la gama, traer marcas internacionales, tener diversidad de marcas porque el consumidor argentino lo pide”, mencionó la enóloga de Tapaus, Mónica Rodríguez.

Espirituosas: cuánto importan las bodegas al país

La reciente unión de Salentein con Brown-Forman promete duplicar la cantidad de cajas de Jack Daniels. Hasta el momento la empresa que elabora este whisky y otros destilados calcula que van por las 24.000 cajas.

“Con la incorporación de las marcas de Brown-Forman, Salentein Family of Wines entra de lleno a competir en el segmento de whiskies premium, que es una categoría muy dinámica que mantiene un crecimiento sostenido de +7,5% en el último lustro”, comentó el Managing Director.

En cuanto a importación de botellas anuales, Casa Tapaus contabilizó que tiene un alto volumen. En Ron un total de 12.354, mientras que en Gin 17.085 unidades.

Por su parte, Piedra Negra, afirma que el volumen de importación de espirituosas varía según el año. “En números estamos entre 5.000 y 10.000 botellas, depende de cada año con los problemas de importación”, afirmó Bérénice.

Vale aclarar, que las últimas dos bodegas al producir destilados también exportan este producto a Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.

Cómo importan con las restricciones

No es ninguna novedad que las restricciones por la falta de dólares es algo que sigue sucediendo en los puertos de la Argentina. Para traer un producto de afuera del país se necesitan dos permisos primordiales: Sira y Sirase.

En el caso de Casa Tapaus, ellos admiten que no han tenido inconvenientes para traer botellas de destilados desde el exterior.

En contraparte, la encargada de ventas de Bodega Piedra Negra comentó que si es compleja la situación. “Es un tema muy complicado, la verdad estos últimos años nos cuesta mucho importar, porque las Siras se demoran muchísimo. Eso hace que haya que adelantar mucho la importación. Por ejemplo, al momento que vos vas a empezar la importación hasta que la mercadería llega acá, puedes contar seis meses. Realmente el tiempo de la importación, de hacer todos sus papeles, los registros, el tiempo de tránsito, la demora en la aduana hace que todo sea más complicado”, confirmó Bérénice Gru.

Del lado de Bodega Salentein, esperan que la demora sea algo pasajero, ya que con los vinos y espumante que ellos comercializan no han tenido mayores demoras.

Las espirituosas son una competencia para el vino

Mientras que el vino ha sido tradicionalmente considerado como la bebida de elección en muchas ocasiones, las espirituosas han ganado terreno de manera notable en el paladar de los consumidores. Este cambio refleja una transformación en las preferencias y tendencias de consumo, es por esto que muchas bodegas deciden volcarse también a este mercado.

Con un canal de distribución de más 2.500 cuentas, Salentein apuesta a las espirituosas como el siguiente paso. A la bodega le ha ido excelente en cuanto a números y desde la gerencia esperan ser competitivos en este sector.

Desde Casa Tapaus explicaron que no significa una competencia entre vinos y espirituosas. Más bien es poder dar más opciones a los locales y turistas. “La gente por ahí pide mucha marca internacional y es para eso, para tener diversificada la oferta”, cerró la enóloga de la destilería.

Por último, en Piedra Negra coincidieron con la opinión anterior. “Eso está cambiando mucho por el tema del consumo de alcohol en general, ahora la gente se está cuidando más, prefieren tomar quizás un poco menos, pero productos de mejor calidad”.

“Vemos que el consumo de vino está bajando un poco y que el consumo de destilados está subiendo. Es una diversificación muy importante que las bodegas están haciendo, salir un poco de tu zona de confort y así sorprender al cliente y buscar nuevos clientes, nuevos mercados y nuevas tenencias”, finalizó Gru.

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