Todo parecía indicar que las acciones de las compañías argentinas se encaminaban a anotar un inicio de semana positivo. Sin embargo, un repentino cambio de humor en Wall Street bastó para alterar el rumbo, borrar los avances y dejar un saldo de neutro para la renta variable local.
Mientras los inversores continúan sensibles a cualquier novedad que pueda surgir en torno a la negociación por la deuda, los papeles de las empresas locales operaron al compás de las bolsas de Nueva York, que mostraron una tendencia errante en el inicio de la temporada de balances corporativos correspondientes al segundo trimestre del año. Así, el S&P 500 y el tecnológico Nasdaq dejaron atrás las mejoras iniciales y finalizaron con rojos respectivos de 0,94% y 2,13%. El Dow Jones, en cambio, cerró prácticamente neutro.
El súbito cambio estuvo motivado, en parte, por la decisión del gobernador de California, Gavin Newsom, de dar marcha atrás con la reapertura del Estado ante el creciente número de contagios de coronavirus.
No ajenos a esta volatilidad, los adrs locales operaron de mayor a menor. Pasaron de experimentar significativos avances a cerrar con una tendencia mixta. Entre las mejoras se destacó IRSA, que creció 8,3%, mientras que por el lado de los retrocesos sobresalieron Despegar y Mercado Libre, con rojos superiores al 5% cada uno.
La plaza bursátil local, en cambio, sí logró cerrar al alza. El índice S&P Merval creció 1,15%, a 43.237 unidades, tras permanecer inactivo el jueves y viernes de la última semana por feriados. La tendencia positiva en Buenos Aires estuvo liderada por las acciones de Holcim, que treparon 4,8%.
“El driver más fuerte del índice actualmente es la reestructuración de la deuda. Las negociaciones marcarán los pisos y los máximos de corto plazo y también la tendencia que desde abril viene siendo al alza”, indicó Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un comunicado. Sin embargo, alertó: “Aun así, un acuerdo con los acreedores no sería un cambio de tendencia definitivo para el largo plazo. Si bien despeja mucha incertidumbre, los problemas de fondo en la economía argentina se mantienen y necesitan un plan económico creíble y de largo plazo que traiga confianza a los mercados. Dicho driver no está descontado en los precios y aun no se habló de un plan serio y sustentable”