A menos de un año de cumplir 25 años de su descubrimiento, la venta de Viagra cae estrepitosamente en todo el mundo.
La “pastilla azul”, medicamento que fuera responsable de buena parte de los ingresos de la farmacéutica Pfizer –ahora mundialmente reconocida gracias a la vacuna para el Covid–, lleva una década de retroceso constante en ventas y desde hace un par de años ya no forma parte del top 10 de los medicamentos que más ingresos le reportan al gigante estadounidense.
Analizando los sucesivos informes financieros anuales de Pfizer, y la evolución de los ingresos derivados de la comercialización de la marca Viagra a nivel mundial, se advierten dos tendencias: un avance sistemático desde comienzos de siglo hasta el 2012 y, desde entonces, un descenso notable, con un fuerte impacto desde 2018 en adelante.
La venta del fármaco para la disfunción eréctil más conocido comenzó a caer a medida que Pfizer fue perdiendo la exclusividad de la patente.
Igualmente, hay que aclarar que aunque descendió la venta de la emblemática marca Viagra, el sildenafil, la droga para disfunción eréctil, y otros principios activos similares que surgieron después siguen siendo uno de los productos más vendidos de la industria.
Viagra llegó a facturar 2 mil millones en un año
En 2019, las ventas de Viagra se situaron en torno a los 500 millones de dólares, la mitad del máximo que la farmacéutica llegó a facturar por ese medicamento en un solo año (2.051 millones de dólares, en 2012) y lo mismo que ingresó en abril de 1998, un mes después de salir a la venta en los Estados Unidos.
Desde entonces, la “pastilla azul” de Pfizer vendió un promedio de 1.800 millones de dólares por casi 20 años seguidos.
Si bien Pfizer siguió teniendo una patente sobre el sildenafil hasta abril de 2020 gracias a que en 2012 consiguió una extensión de su protección de exclusividad en los Estados Unidos, ya en 2013 comenzó a perder mercados.
Ese año, resignó la exclusividad comercial en la mayoría de los países europeos y en Japón, que junto con Estados Unidos eran los mercados más importantes de Viagra.
Los genéricos y la competencia liquidaron a Viagra
En la disputa talló la participación de otro gigante, Teva Pharmaceuticals, una farmacéutica israelí especialista en medicamentos genéricos que entabló una demanda.
Pfizer terminó llegando a un acuerdo para permitirle a Teva vender sildenafil bajo otras marcas comerciales a partir de 2018, a cambio del pago de regalías.
En sólo ese año, los ingresos de Pfizer por la venta de Viagra cayeron de 1.205 millones a 636 millones, un descenso del 47%.
La estrategia de Pfizer para evitar una sangría mayor en los ingresos fue la de lanzar su propia versión genérica del sildenafil, a un valor de venta muy inferior.
Según GoodRx, en 2018, nueve de cada 10 prescripciones médicas para combatir la disfunción eréctil en los Estados Unidos fueron de la versión genérica de Viagra.
En la actualidad, Viagra compite en el mundo con más de 500 medicamentos similares, muchos de ellos genéricos.
Marketing de “influencers”
Pfizer registró la patente del sildenafil bajo el nombre comercial Viagra en marzo de 1998. Con forma de rombo y de color azul, el medicamento que ayuda a la erección masculina no sólo cambió la manera en que la ciencia lucha contra la disfunción eréctil, sino que gracias a un marketing sin precedentes se transformó en un mojón social y cultural en la primera década del siglo 21.
Viagra llegó a la cumbre de los medicamentos de Pfizer de la mano de una estrategia publicitaria nunca antes vista en el sector. Fueron parte de la campaña actores de la talla de Jack Nicholson y Michael Douglas, quienes reconocieron haber usado la “pastilla azul”.
Incluso Pelé protagonizó en 2002 un spot publicitario en el Maracaná en el que, después de contar las virtudes del medicamento, decía: “Yo lo usaría”.
La socióloga Meika Loe, en su libro The rise of Viagra, dice que el medicamento de Pfizer llegó en paralelo y hasta aportó a la creación de la “cultura de solución rápida”, la de resolver todo con una sola píldora.
Las crónicas de la época aseguran que Pfizer descubrió al producto fruto de la casualidad. Los científicos estadounidenses trabajaban en un tratamiento para la hipertensión y las dificultades cardíacas cuando, en uno de los experimentos, detectaron que el citrato de sildenafilo es un vasodilatador que incrementa el flujo de sangre en el interior del pene, generando la erección.
En su ocaso, la marca Viagra pasó a integrar Upjohn, que dentro de Pfizer era la división que abarcaba medicamentos genéricos y de marcas sin patente, como Lipitor, Xanax y Zoloft.
A finales de 2020, Upjohn se escindió de Pfizer y luego se fusionó con otro gigante, Mylan, dando luz a una nueva compañía, Viatris, un jugador del sector que ya está ubicado en el top 50 de las farmacéuticas globales por capitalización de mercado.
Dentro de Viatris, la venta de Viagra parece haber rejuvenecido. En 2021, en su primer año completo como empresa, la marca Viagra fue el cuarto medicamento que más ingresos generó detrás de Lipitor, Norvasc y Lyrica.
En los 12 meses finalizados el 31 de diciembre pasado, Viagra facturó 533,8 millones de dólares. “La marca se desempeñó de acuerdo con las expectativas”, dice el informe contable anual.
Venta de medicamentos para la disfunción eréctil en Argentina
En Argentina, el principio activo sildenafil, de la mano de la marca Viagra, se incorporó al mercado en 1998.
Desde 2003, se fueron sumando otros medicamentos con base en otras drogas que revierten la disfunción eréctil, como el tadalafilo, el vardenafilo y el avanafilo.
Según datos del Observatorio de Salud, Medicamentos y Sociedad de la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa), desde 2016 hasta 2021, la venta de unidades de productos para la disfunción eréctil se mantiene arriba de los cuatro millones de unidades, con un récord de 4,4 millones el año pasado.
Las marcas que figuran entre las 100 más vendidas pertenecen al ingrediente farmacéutico activo sildenafil de los laboratorios Sidus y Savant Pharm. Entre las dos, suman 2.191.355 de unidades, la mitad del total.
La otra mitad del mercado se reparte entre el resto de los productos con sildenafil y tadalafilo, comercializados por más de 20 distintos laboratorios en Argentina.
*Este texto se publicó originalmente en La Voz del Interior y se reproduce aquí con los permisos correspondientes.