En La Rioja, los empleados públicos comenzaron a recibir parte de sus sueldos en “chachos”, una nueva cuasimoneda que rememora la crisis económica del 2001. Estos Bonos de Cancelación de Deuda (Bocade) fueron emitidos por el gobernador Ricardo Quintela para afrontar la deuda de $9.300 millones y el recorte de fondos dispuesto por el gobierno de Javier Milei.
El viernes pasado, unos 600 altos funcionarios provinciales recibieron los primeros pagos en chachos. Entre los beneficiarios se encuentran el gobernador, la vicegobernadora, secretarios y subsecretarios, quienes obtuvieron $100.000 en esta nueva cuasimoneda. Mañana se completará el pago de estos bonos.
A partir de agosto, otros 60.000 empleados públicos también recibirán pagos en chachos, con un bono único de $50.000. Aunque los bonos pueden usarse para comprar productos en comercios adheridos o pagar servicios e impuestos, no serán aceptados por los bancos. A diferencia de las cuasimonedas del 2001, estos bonos no cuentan con el respaldo del Banco Central, lo que aumenta la incertidumbre sobre su aceptación y valor futuro.
Un usuario de la red social X le preguntó directamente al presidente Javier Milei sobre la posibilidad de que la Nación rescate estas cuasimonedas ante un “eventual colapso de la paridad 1:1 con el Peso”. El mandatario argentino se tomó el tiempo y respondió el posteo:
“NULA. No rescataremos cuasimonedas. No seremos cómplices de irresponsables que buscan engañar a la gente con la falsificación de papel…”, indicó Milei.
El uso de la nueva cuasimoneda riojana “Chachos”
Los comercios en La Rioja pueden optar por aceptar o rechazar los bonos. Si deciden aceptarlos, podrán canjearlos por pesos a una tasa de 1 a 1 en oficinas habilitadas, aunque muchas de estas oficinas aún no están operativas.
Además, los comercios que mantengan los bonos hasta su vencimiento el 31 de diciembre de 2024 recibirán un interés del 17%, pero con una inflación proyectada de al menos el 30% para el segundo semestre, esta tasa de interés no resulta atractiva.
La medida generó preocupación entre los empresarios riojanos, especialmente por la dificultad de usar los chachos para pagar a proveedores fuera de la provincia. De esta forma, durante una reunión con la gobernación, los mayoristas y distribuidores expresaron su inquietud.
El jefe de Gabinete, Juan Luna Corzo, y el ministro de Empleo, Federico Bazán, quisieron tranquilizar la situación y aseguraron que los bonos podrán ser utilizados para pagar impuestos y servicios como Ingresos Brutos, energía eléctrica e internet, gestionados por empresas estatales.
El presidente del Centro Comercial e Industrial de La Rioja, Juan Keulyan, comentó que aunque la medida no es ideal, las empresas podrán cambiar los bonos por pesos y utilizarlos para pagar a proveedores estatales. Sin embargo, advirtió que si la provincia decide aumentar la emisión, la situación podría complicarse.
Cabe destacar que el gobernador Quintela obtuvo en enero la autorización de la legislatura provincial para emitir hasta $22.500 millones en chachos, en respuesta a las protestas por mejoras salariales de la Policía, maestros y empleados públicos. En esta primera etapa, la emisión será de $9.000 millones, representando el 1,8% de la masa monetaria de la provincia.
Economistas coinciden en que mientras la emisión sea limitada, no habrá un impacto significativo a nivel nacional. Sin embargo, si la provincia aumenta la emisión, podría provocar una devaluación de los bonos. Algunos empresarios consideran que esta medida es una jugada política del gobernador ante el ajuste fiscal de Milei.