El Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 6,9% el mes pasado y con ello, alcanzó una suba acumulada del 58,2% en lo que va del año. De esta forma, en solo ocho meses se superó a la inflación de todo el 2021. que había cerrado en 51,8%, según la información publicada por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE).
Por otro lado, la provincia alcanzó una inflación anual (acumulada de los últimos doce meses) del 79,1%, un valor que comienza a aproximarse al pronóstico realizado por los especialistas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, quienes anticipan una inflación de 95% para todo 2022.
Un mes de grandes subas
La inflación mensual venía siendo alta en el primer semestre, pero con la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía de la Nación, los precios se dispararon. Lejos de ceder, los aumentos se han seguido superponiendo unos con otros, empujando a todo el IPC hacia arriba.
En agosto, el rubro que mayor incremento presentó fue el de “educación”, que se encareció 13,6% en Mendoza, en relación al mes anterior. Le siguieron en orden descendente los ítems de “otros bienes y servicios” (9,5%), “equipamiento y mantenimiento del hogar” (9,2%), “indumentaria” (8,4%) y “alimentos y bebidas” (7,3%). De todas formas, éste último es el que mayor incidencia tuvo en el IPC general, debido a la alta participación dentro del bolsillo de cualquier familia.
Cabe aclarar, que aún resta conocer el impacto que tendrán las subas de tarifas que, si bien comenzarían a regir a partir de septiembre, terminarán impactando en las facturas de los próximos meses.
Por qué no bajan los precios
A dos meses de la renuncia de Guzmán se podría considerar que el shock inflacionario que se produjo a raíz de los cambios en el Gobierno llegó a su fin. Sin embargo, los precios siguen aumentando a ritmo acelerado y no hay demasiadas expectativas de que eso cambie.
¿Qué está pasando? Los especialistas reconocen varios disparadores que mantienen los precios en alza permanente. Según el economista Carlos Rodríguez, la inflación ya alcanzó un ritmo “peligroso”, del que resulta muy difícil salir.
“Cuando el IPC mantiene niveles mensuales relativamente bajos, se puede planificar una salida gradual hasta valores normales, pero cuando llega a cierto ritmo, la situación se complica”, comentó. “Lo que ocurre es que hay una indexación generalizada de los precios. Los bienes y servicios que van quedando atrasados se acoplan a esta dinámica, generando un efecto ‘bola de nieve’ que no puede frenar. A eso suma la suba del dólar, que ha provocado subas en los importados y ha tenido impacto indirecto sobre los precios internos. Es una dinámica muy difícil de torcer. Es difícil pensar en ahorro e inversiones con este nivel de inflación”, agregó.
Se mostró de acuerdo Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza. “El IPC no desacelera debido a la inercia inflacionaria. Es lo que se produce cuando la inflación ya se mete en los salarios y en los costos de las empresas. Se forma una base que es difícil de superar”, lamentó.
El economista recordó que las negociaciones paritarias de este año arrancaron teniendo en cuenta un índice inflacionario que pronto quedó chico. “Los sindicatos trabajaron con ese dato, pero con el respaldo de las cláusulas de revisión. A mitad de año, cuando se fue Guzmán, se reabrieron todas las negociaciones. Las empresas ya sienten las subas salariales en sus costos y a su vez, la gente siente que la plata no le alcanza”, remarcó Laza.
Mayor incertidumbre
De acuerdo con los economistas, otro punto clave a la hora de analizar las subas de precios es la falta de certezas en el manejo del Gobierno Nacional. “Sigue pesando mucho la incertidumbre macroeconómica. Más allá del ajuste fiscal de Massa y la mejora de reservas, sigue siendo un Gobierno con poca credibilidad”, afirmó Sebastián Laza.
“Todavía falta un plan económico serio. Hay medidas que funcionan como ‘parche’, como es el caso del dólar soja, pero no resuelven el problema de fondo. Se requiere de medidas integrales que disminuyan significativamente el déficit y puedan generar cierta certeza en la población”, sumó Carlos Rodríguez.
Para el economista, la quita de subsidios fue un comienzo, pero advirtió que “fue tan tibio”, que resultó insuficiente. “Con la inflación que hay, las mismas tarifas nuevas se van a ir quedando atrasadas”, explicó.
Por otro lado, Rodríguez mostró preocupación por los “pasivos remunerados”, haciendo referencia a los bonos que el Gobierno vende a los bancos para intentar absorber el excedente de pesos del mercado. “La expansión ha sido superior al 75% en el año. Hay una gran cantidad de pesos contenidos trabajando a tasas de interés cada vez más altas, que a su vez llevan al encarecimiento de las inversiones y las tomas de créditos”, subrayó.
Por último, los expertos coincidieron en que las circunstancias externas son desventajosas para Argentina, debido a las subas de precios que se produjeron en los alimentos a raíz de la pandemia y de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Tres dígitos a la vista
En los últimos doce meses (agosto 2021 vs agosto 2022) el IPC general avanzó 79,1%, pero hubo un rubro en particular que ya alcanzó los tres dígitos de inflación anual. Se trata de “indumentaria”, que de acuerdo con la DEIE acumuló una suba del 110% en el último año. Si bien se trata de un sector que sufre de aumentos estacionales, la diferencia con el resto de los sectores es notable. “Educación” (85,1%) y “alimentos y bebidas” (79,2%) son los que más se le acercan, pero todavía están algo lejos de alcanzar la barrera del 100%.
