La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) avanzó 3,8% en marzo. De esta forma, Mendoza alcanzó una inflación acumulada del 11,9% para el primer trimestre, el valor más alto para ese período en los últimos 30 años.
Para encontrar un aumento del IPC más marcado hay que remontarse a 1991, cuando se midió una inflación del 51% para el período enero-marzo, en lo que fue la salida de la “híper”. En el medio hubo algunos picos inflacionarios, pero ninguno llegó a rozar el 12%, como el primer trimestre de este año.
Qué paso entre enero y marzo
De acuerdo a las estadísticas de la DEIE, el rubro que más aumentos de precios tuvo en los primeros tres mese del año fue el de “educación”, que registró un incremento del 20,5%. Le siguieron “equipamiento y mantenimiento del hogar” (13,5%) y apenas por debajo los “alimentos y bebidas” (13,4%).
Según economistas consultados por Los Andes, el fuerte incremento de los productos alimenticios es muy preocupante, debido a su alta incidencia en el bolsillo en los gastos del hogar. Por ese motivo, afirman, es que el Gobierno Nacional busca poner un techo a las subas a través de nuevas medidas.
Por debajo de los ítems mencionados anteriormente, aparecen los incrementos de “atención médica” (13,1%), “transporte y comunicaciones” (10,8%), “indumentaria” (10,1%), “vivienda y servicios básicos” (9,6%), “esparcimiento” (8,2%) y “otros bienes y servicios” (7,4%).
Las causas del récord
Especialistas consultados por Los Andes compartieron diferentes miradas respecto a las causas que condujeron al aceleramiento de la inflación en el primer trimestre del año. Pablo Salvador, advirtió que el problema de fondo es la emisión monetaria, que sigue siendo descontrolada. “El Banco Central (BCRA) está licuando parte de esa emisión, pero hasta el 12 de abril (último dato disponible) había emitido 115 mil millones de pesos en lo que va de este año. Es cierto que está desarmando pases y Leliqs, pero lo está compensando con las tasas de intereses y el financiamiento del tesoro”, subrayó.
“A esto hay que agregarle los problemas de la pandemia y el confinamiento. Se emitió mucho dinero para programas de asistencia y sostenimiento del empleo; hoy se está pagando “, alertó.
Para el economista Nicolás Aroma, el pico inflacionario del primer trimestre de este año se explica principalmente por la incidencia que tuvo el incremento de los combustibles en diciembre, enero y febrero, cuyo precio había sido frenado desde el inicio de la pandemia.
“Cuesta encontrar una explicación a la suba. Las tarifas están planchadas, el dólar está controlado y no hay grandes expectativas devaluatorias. Además, la emisión monetaria se ha ido desacelerando y las transferencias del BCRA para financiar el tesoro han sido menores a lo esperado. De todas formas hay aumentos preocupantes, como el que se en los alimentos”, agregó Aroma.
Por su parte, Sebastián Laza, asesor del Gobierno de Mendoza, advirtió que Argentina está llegando a un grado de pérdida de credibilidad en las instituciones monetarias y fiscales de alto grado. “Los niveles de inflación hacen presagiar una cierta pérdida de control de la política monetaria. Es hora de replantear una solución de fondo”, comentó.
“Argentina necesita algún tipo de regla, quizás no una tan rígida como lo fue la convertibilidad en los 90´, pero sí algún cambio que permita que los formadores de precios y quienes nos prestan el dinero, empiecen a creernos. Solo así bajaremos la inflación”, aseguró el economista.