Las heladas tardías del 31 de octubre y el 1° de noviembre reavivaron la polémica por el costo de la energía eléctrica en Mendoza. Tras los cruces entre el Gobierno Nacional y el Provincial por los subsidios a las tarifas que pagan los productores, reapareció en la escena un informe elaborado por la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), que plantea un escenario sumamente preocupante para el sector agrario.
En concreto, el estudio afirma que la factura de luz promedio de un productor de menos de 10 hectáreas será, como mínimo, un 138% más cara esta temporada; y si la Nación continúa con el programa de quita de subsidios, el incremento acumulado en la factura llegará al 200% en un año.
Sin agua, más demanda eléctrica
El informe del organismo plantea que la actividad vitivinícola, y la agrícola en general, está atravesando un período de alta demanda de energía eléctrica a causa de las sequías. “Los datos del EPRE demuestran que, cuando hay crisis hídrica, aumenta en forma correlativa la demanda de energía por parte de los usuarios de riego agrícola. Ante esta situación y frente al panorama que se viene, suponemos que tendremos en 2023 un consumo tan alto como el del 2020″, señaló Nicolás Vicchi, subgerente de Acovi.
“La primer etapa de quita de subsidios para todas las actividades implica por sí sola un aumento del 118% en lo que va de 2022. Si a eso le sumamos el incremento del VAD, el productor va a pagar 134% más que en la temporada 2021-2022. En caso de continuar la quita progresiva de subsidios, el incremento total anual llegará al 200%”, remarcó.
Para ponerlo en números, desde Acovi detallaron que los productores de menos de 10 hectáreas pagaron la temporada pasada una factura promedio de luz de $ 89.825. Con la primera etapa de quita de subsidios (se eliminó el 20%) y la suba inminente del Valor Agregado de Distribución por parte del Gobierno provincial (no se ha dado a conocer el porcentaje, pero se cree que rondará el 14%), estiman que la boleta llegará a $ 210.615.
A eso se le sumaría el impacto de las dos últimas etapas de la quita de subsidios (faltan dos quitas de 40%), lo que llevaría la factura promedio de los productores a unos $ 270 mil en épocas de riego intensivo. Cabe aclarar, que de 19.440 explotaciones agropecuarias que hay en Mendoza, 10.011 son de menos de 10 hectáreas, por lo que el ejemplo informado por Acovi representa a más del 50% de los productores de la provincia.
“El regante no hace la distinción entre lo nacional o lo provincial. Simplemente ve su factura y la paga, o deja de prender el pozo para regar. Es por eso que volvemos a insistir en que se necesita una política coordinada entre eficiencia hídrica y energética para poder subsanar el problema de los aumentos y poder hacer una planificación para el largo plazo”, subrayó Nicolás Vicchi.
“Además, solicitamos a Nación que retrotraiga la quita del subsidio, porque no ha tenido en consideración que provincias como Mendoza, frente a la sequía, está en una situación diferente a la de otras provincias, industrias y sectores. El uso de energía es clave”, insistió el representante de Acovi.
Una discusión en agenda
El lunes pasado, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, visitó Mendoza para anunciar una serie de medidas para asistir a los productores afectados por las heladas. En ese marco, le solicitó al Gobierno de Mendoza “una reducción de la tarifa de electricidad del 40% o 50% por los próximos 18 meses, incluyendo a los productores afectados en el programa de tarifa social”.
Respondiendo a ese planteo, la Secretaría de Servicios Públicos de la provincia pidió a la Secretaría de Energía de la Nación que se apliquen precios diferenciados de servicios para los productores afectados por las contingencias climáticas.
Por ahora no ha habido cambios concretos en ese sentido, pero el debate está instalado y mañana volverán a verse las caras funcionarios del equipo económico nacional con representantes del Gobierno Provincial.
Lo que está claro, es que el problema de los costos de energía excede al agro. Mariano Guizzo, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), sostuvo que, con la quita de subsidios, la factura de luz pasará a significar el 50% del costo de las empresas “electrointensivas”.
Por otro lado, el empresario aclaró que las firmas del sector metalmecánico también se han visto indirectamente afectadas por las continencias climáticas. “Dependemos de que a la actividad primaria le vaya bien. Hay empresas cancelando inversiones por los problemas que han tenido en los cultivos”, alertó.
De igual manera se pueden encontrar muchos sectores directamente afectados por las quitas de subsidios, la mayoría asociados a la industria manufacturera y el comercio. Claro está, que en el actual escenario es probable que, en caso de haber beneficios, se destinen específicamente a los actores del agro.
