Como desde hace ya 13 años, cuando en noviembre de 2010, a través del decreto 1.800, se declaró al vino Bebida Nacional, este 24 de noviembre se celebra el Día del Vino Argentino Bebida Nacional, una efeméride que fue convertida en ley en el año 2013 con la sanción de la norma 26.870.
Este año, el festejo se da en el marco particular de la peor cosecha de la historia, algo que se corroboró con los datos anuales del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), donde las cifras finales del año ratificaron lo que ya habían anticipado en el mes de febrero de 2023.
“En 2023 se cosecharon 14.553.117 quintales de uva en todo el país, un 24,9% menos que en el año 2022 y agregó que fue la cosecha más baja desde que se tienen registros”, remarcó Martín Hinojosa, presidente del INV.
En este marco será que diario Los Andes presentará un especial en su Suplemento de Economía el domingo 26 con la más completa información del sector, la historia, los principales acontecimientos que marcaron a la industria vitivinícola, más la opinión de expertos y la participación de las principales bodegas.
Datos certeros
El 2023 cerró con una cosecha de 14.553.117 quintales de uva en todo el país, lo que representó una disminución del 24,9% frente al año anterior y quedó en la historia como la más baja desde que existen registros. Además, si se comparan los datos con el promedio de los últimos 10 años, la cosecha 2023 muestra una caída del 32,4%.
“Hay que ponderar el trabajo que realizaron los técnicos y profesionales que recorrieron viñedos en todas las zonas productoras del país para hacer el pronóstico de cosecha y debo decir que en los últimos tres años hemos estado muy acertados, lo que marca la calidad del trabajo que se realiza. Porque la labor que se hizo con los pronósticos desde el INV, le permitió a todos los sectores de la vitivinicultura tener información certera para tomar decisiones y moderar un impacto que era inevitable”, afirmó Martín Hinojosa.
El 51,2% de lo cosechado corresponde a variedades tintas, el 29,3% a rosadas y el 19,5% a blancas. Respecto al año pasado, las variedades tintas disminuyeron un 25,5%, las rosadas un 24,9% y las blancas el 23%.
El 57% de la uva que ingresó a establecimientos elaboradores en 2023 corresponde a cuatro variedades: Malbec (3.230.996 qq), Cereza (2.534.388 qq), Bonarda (1.338.827 qq) y Criolla Grande (984.997 qq).
La elaboración total 2023 alcanzó los 10.730.412 hl, un 25,4% menos a la del 2022. De acuerdo a la información del INV, se elaboraron 8.813.048 hl (82,1%) de vino, 1.916.524 hl (17,9%) de mosto y 840 hl (0,01%) de jugo de uva.
En la comparación interanual, la elaboración de vino en el país registró una disminución del 23% y la de mosto sufrió una baja del 34,7%. En cambio la producción de jugo de uva tuvo un leve aumento, el 0,6%.
En el caso específico de Mendoza, que tiene el 67,3% del total de la uva del país, la reducción en la producción fue aún más pronunciada, los 9.347.928 quintales que se cosecharon este año representaron una merma del 29,4% comparado con 2022.
La uva mendocina fue destinada casi en su totalidad, 98,1% (9.345.767 qq) a elaboración de vino o mosto mientras que el 1,9% restante (2.162 qq) a pasas.
Hinojosa agregó que “la cosecha mecánica alcanzó un 22,5% del total de uva ingresada a establecimientos elaboradores (3.212.602 qq)”. En la provincia se empleó este sistema para levantar el 22,7% de la uva.
En cuanto a la uva orgánica, representó un 3,9% del total cosechado (564.966 quintales). Mendoza participó con un 3,7%, lo que representó poco más de 280.000qq.
No todo es negativo
Frente a los problemas que trajo aparejado la fuerte disminución en la cosecha, Martín Hinojosa, presidente del INV, rescató que “ante una situación internacional de caída de ventas en todo el mundo, Argentina estuvo en el promedio, no desentonó”.
“Pudimos mantener los mercados y, si bien caímos en ventas, mejoramos en precio. Además mantuvimos el mercado interno, que es la fortaleza Argentina, porque cada cuatro botellas que se venden, tres son el país”, agregó el funcionario
También consideró sumamente positivo que se pudo “salvar a la industria mostera” luego de la controversia comercial que se suscitó con Estados Unidos “en un trabajo encabezado por el INV y el resto de las instituciones logramos negociar con Estados Unidos el ingreso del mosto argentino a ese país y sin consecuencias arancelarias”.
Por último, y lo que remarcó como “el gran logro” fue “la eliminación de las retenciones, creo que es el punto que era más esperado por todo el sector vitivinícola, y eso se logró este año”, finalizó.