El sector de la construcción de Mendoza cerró el 2021 con un crecimiento del 15,3% respecto al 2020. Para los referentes del sector el resultado es alentador, pero no garantiza una continuidad de la tendencia durante 2022. Los empresarios esperan la puesta en marcha de la obra pública como un indicador de mediano plazo.
El dato se desprende de un informe de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). El organismo informó que durante el 2021 se despacharon 621.327 toneladas de cemento en Mendoza, un valor que superó por 82.501 toneladas al volumen comercializado en 2020 (de ahí la diferencia del 15,3%).
Si se desglosa el dato por tipo de producto, se observa un crecimiento más pronunciado de los despachos de cemento a granel (crecieron 32% en 2021), que se asocia principalmente al ritmo de obra pública. En tanto, las ventas cemento en bolsa, que se relacionan principalmente con la obra privada, mejoraron un 10%. No obstante, se debe señalar que el cemento en bolsa representa casi dos tercios del total de mercado.
Incremento marcado
La mejora de la actividad era esperable, teniendo en cuenta que la comparación se hace con un año en el que la economía paso varios meses prácticamente frenada. Sin embargo, hay dos datos que llaman particularmente la atención. Por un lado, es importante destacar que el crecimiento del sector duplica a las expectativas de crecimiento de Mendoza, que de acuerdo a diferentes economistas consultados podría cerrar el 2021 con un repunte del PBG de entre el 6% y el 7%. Por otra parte, la cantidad total de toneladas de cemento despachadas en 2021 no solo supera al volumen de 2020, sino también al del 2019 y el del 2018.
En detalle, fueron 601.977 las toneladas que se vendieron en 2018 y 557.916 las que se despacharon en 2019. En ningún caso se supera entonces el volumen total de cemento comercializado el año pasado. Es bueno recordar que muchos de los compradores de cemento en Mendoza provenían de provincias cercanas. Roberto Pierandrei, titular de la firma que lleva su nombre, le explicó a Los Andes que ese plus que favoreció a los comerciantes de cemento estaba dado por el precio. “Debido a promociones se compró mucho material que se fue a San Juan, La Rioja -en su mayoría- y a Neuquén”, comentó en empresario.
La obra privada
La obra privada en la provincia tuvo su mejor performance de los últimos cuatro años, producto de una dinámica asociada al impulso del gobierno para reactivar las pequeñas inversiones. Es decir aquellas obras relacionadas con la construcción de los pequeños complejos de departamentos, las ampliaciones en las casas familiares o las refacciones en el hogar. Los distintos referentes concordaron en que la implementación del programa Mendoza Activa ayudó al corto plazo; en el programa al mes de noviembre se habían aprobado y ejecutado 949 proyectos.
Al observar este crecimiento desde el área comercial, el de la venta de los materiales de construcción, el presidente de la Red Edificar, Diego Pérez Colman señaló que el movimiento del dólar provocó que la gente salga a buscar una oportunidad para hacer una diferencia. “En un momento la gente salió a ganarle al precio de los materiales, de un auto o de lo que fuere. Hay que reconocer también, que en el terreno de los materiales para la construcción, tanto consumidores como vendedores se han movido con rapidez para sacarle mejor provecho al dólar”.
Además, el gerente de Hipercerámico recordó que durante la pandemia la construcción fue un refugio para resguardar valor, “En el 2020, muchas personas que no viajaron, que no consumieron aquellas cosas a las que estaban acostumbrados, utilizaron ese dinero para revalorizar su hogares. El año pasado, con el programa Mendoza Activa la construcción privada volvió a mover sus engranajes. Con la Red Edificar brindamos ideas y firmamos un convenio con el gobierno para que este impulso fuese una realidad”, puntualizó Pérez Colman.
De corto a mediano plazo
Durante el primer semestre del año pasado, el ritmo de la construcción mostró una aceleración con picos de hasta un 22% más de actividad respecto a 2020. Para Dalmiro Barbeito, presidente de la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (Cecim), actualmente el sector observa los efectos del rebote de la economía pospandemia. “La construcción venía con números que no eran alentadores, luego vino el parate de la pandemia y el año pasado hubo una reactivación; que fue acompañada por un dólar sobrevaluado. Algunos insumos de la construcción valuado en dólares tenían un precio bastante más bajo que antes”, explicó Barbeito.
El año pasado, para invertir en “ladrillos” el m2 se cotizaba al valor de la divisa oficial, un costo sensiblemente menor que la cotización del dólar blue y a los históricos U$S 600 m2. “En general la activación de la construcción fue potenciada por las pequeñas y medianas obras, que en dólares tuvieron un precio bajo. También por el impulso, en el corto plazo, de los subsidios que otorgó el Estado”, detalló Barbeito. El titular de la Cecim agregó que para este año no se sabe cuánto más el gobierno seguirá invirtiendo en esos planes; pero que aguardan la reactivación de la obra pública para pensar a mediano plazo.
El titular de la Delegación Mendoza de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), José Candeloro, coincidió en la importancia de un estímulo para el corto plazo. “Parte de la construcción se recuperó por medio del programa Mendoza Activa, a través de este plan mucha gente que tenía ahorros salió a invertir”, detalló el empresario. Señaló también que las grandes construcciones que están en marcha son las que estaban en ejecución hace dos o tres años y ahora se están terminando lentamente.
En cuanto los momentos de mayor demanda, marcó que “En 2020, cuando la diferente entre el dólar paralelo y el blue fue mayor, esto precipitó las inversiones, luego hubo un parate por falta de materiales en los primeros meses del 2021 y cuando se acomodaron los precios de los materiales la gente salió de nuevo a construir. Esta dinámica se da en función de cómo cambia la situación económica del país”, puntualizó Candeloro. Mientras que al ser consultado sobre la actualidad del sector, el dirigente concluyó: “Estamos esperando el inicio de la obra pública, que en principio en el presupuesto de este año debería ser mejor al del año pasado. Eso debería mejorar la situación, a mediano plazo”.