La idea del Gobierno nacional, de que la importación de alimentos y ciertos productos de limpieza y cuidado personal puede favorecer la competencia y la baja de precios generó alarma en los sectores productivos. Para entenderlo, entre la lista de productos incluidos están, entre otros, uva en fresco, pasas, aceite de oliva, aceitunas, ciruela fresca y desecada, carnes, tomate, ajo, miel, pistachos y nueces; todos producidos en Mendoza.
En este contexto, el Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) elaboró un informe en el que muestra “el peso de los tributos” en el precio de alimentos y bebidas. Así, en un carrito que tiene un valor final de $50.064, el 43,9%, es decir, $21.993,59, corresponden a impuestos o tasas municipales, provinciales y nacionales.
El documento explica que “los productos alimenticios de consumo masivo que pasan por un proceso industrial de elaboración y por una cadena comercial de distribución en Argentina, incorporan en su precio las retribuciones a los insumos, fuerza laboral, rentabilidad empresarial; así como también tributos de los distintos niveles de gobierno”.
Así, consideraron las siguientes cargas impositivas: del Estado nacional, IVA, Ganancias, impuesto al cheque, tributos internos y las cargas de la seguridad social; de la provincia, Ingresos Brutos; y del municipio, la tasa de inspección, seguridad e higiene.
Por otra parte, recordaron que algunos alimentos tienen una alícuota del IVA del 10,5%, como la harina de trigo; y otros del 21%. Este es el caso de aceite, arroz, fideos, galletas envasadas y mermelada. En cuanto a los impuestos internos, las bebidas sin alcohol tributan un 4% para el caso de agua mineral y jugos, y el 8% las gaseosas.
Llevado a ejemplos concretos, del precio final del kilo de la harina Morixe, que es de $845, los tributos ascienden a $305,58. El aceite de girasol Cada Día por 900 cc cuesta $1.150, pero $480,36 de ese total son tasas e impuestos. El consumidor que paga $700 por el arroz parboil Gallo por 500 gramos, en realidad está pagando $747,68 de carga impositiva. Y los spaghettis Matarazzo libres de gluten tienen un valor en la góndola de $1.454, pero $607,34 van a las arcas de Nación, provincia y municipio.