Hasta el último día de octubre regirá el programa que mantiene congelados los precios de 300 productos en todo el país, entre los que se encuentran alimentos, bebidas, artículos de limpieza y de tocador. En principio, resulta lógico pensar que al terminar la medida, supermercados, mayoristas y almacenes trasladarán los “aumentos contenidos” a los precios de sus artículos. Sin embargo, los empresarios aseguran que hay una fuerte caída de la demanda que está frenando las subas de toda clase de insumos.
Concretamente, representantes de diferentes cadenas comerciales indicaron que sus ventas han caída al rededor de un 20%, luego del frenesí de consumo que se registró justo antes del inicio del aislamiento social. Esto, ha llevado a que su mercadería en general (incluyendo la que no entra en el plan de congelamiento del gobierno) aumentara entre un 3% y 4% en lo que va del año, con una inflación acumulada que ronda el 40% anual.
Cuarentena y congelamiento
Rubén David, titular del mayorista Oscar David, describió el escenario que se vive durante la pandemia. “Productos no están faltando. Estamos con todos los artículos, pero la venta se ha caído casi un 20%”, remarcó.
“Algunos proveedores pasan listas de precios con aumentos, pero las ventas están tan caídas, que ellos mismos suman promociones que permiten no aplicar esos incrementos. Vamos a ver cómo se desarrolla todo, pero no esperamos aumentos fuertes, porque la demanda es muy baja y eso ha hecho que algunas empresas incluso bajen los precios”, destacó David.
Lucas Hernández, distribuidor mayorista y minorista, coincidió en que el ritmo de abastecimiento se ha ido normalizando (a mediados de junio hubo problemas logísticos de las fábricas que retrasaban las entregas). De hecho, señaló que productos del rubro ferretería (como pegamentos), que costaba conseguir, llegaron y se vendieron rápidamente. “Aumentos de precios hay. Suben de a un 2% por semana, pero en nuestros productos puntualmente no. Notamos un incremento en un vino de mesa, que se notó, pero fue un caso aislado”, agregó el empresario.
La situación es diferente para otros sectores. Desde las distribuidoras de alimentos para mascotas explicaron que las marcas premium aplican incrementos superiores al 6% por mes, y algunos no llegan por falta de valores referenciales. “Hay aumentos, pero depende de cada laboratorio. Muchas veces los clientes pasan a otras marcas más económicas, o aprovechan las promociones que podemos ofrecer por cantidad”, explicaron desde una tienda del rubro.
Pedido de las cámaras
La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) en Conjunto con la Federación Argentina de Seupermercados y Autoservicios (FASA), emitió un comunicado en el que analizaron el panorama del retail en todo el país, en el que señalan que “salvo en marzo y abril, donde se registró un repunte causado por la situación de emergencia, el resto del año siguió mostrando un bajo nivel de consumo, producto del bajo poder adquisitivo de la población”.
Los supermercadistas advirtieron que el futuro no es alentador y denunciaron que “las empresas proveedoras están tratando de imponer nuevas listas con aumentos de precios”. usando diferentes estrategias para evadir los controles gubernamentales, como modificar productos para ofrecer alternativas por fuera de las listadas.
En el mismo escrito, que lleva la firma de Ricardo Zorzón, presidente de CAS y Victor Palpacelli, presidente de FASA, se plantea que existe una inflación reprimida, oculta por medidas de control, que en algún momento saldrá a la luz. “No somos los formadores de precios, pero lamentablemente somos quienes deben transmitirle a los consumidores que los pesos que tienen en el bolsillo, cada vez valen menos”, declararon.
Los empresarios señalan que la opción mas viable para evitar una profundización de la crisis es “enfrentar con realismo el tema impositivo”, a fin de impulsar actividades productivas y evitar la evasión fiscal. “La economía informal corroe el sistema económico. Somos uno de los sectores que más lo sufren día a día, y vemos que lejos de disminuir, esta creciendo en forma alarmante”, agregaron.
En el análisis destacaron que el panorama es complejo y ciertamente preocupante. “Nuestros costos siguen subiendo y los ingresos se mantienen en niveles de una situación de emergencia como la actual”, cerraron.
