Un documento del IERAL de la Fundación Mediterranea refleja un freno en la actividad económica que se percibe desde año pasado y se acentuaría en el transcurso del primer trimestre del 2023.
El informe elaborado por el economista mendocino Maximiliano Gutiérrez está basado en la disminución en la recaudación impositiva del Gobierno Nacional durante enero. Para el especialista, la totalidad de recursos del Gobierno presentó una caída del 2,7% en comparación a igual mes de 2022.
En el caso de los impuestos asociados al mercado interno, la merma fue del 0,1%. Además, el IVA aduana, que permite medir las importaciones, también refleja una fuerte caída interanual del 7%.
Para algunos economistas, este último punto es central para analizar el freno a la economía. Aseguran que la importante restricción al mercado de capitales, imposibilita la compra de insumos que son indispensables para mover el sistema productivo.
Los datos del Ieral
Según detalló Gutiérrez en su informe, “los datos de recaudación impositiva de enero reflejan la continuación del proceso de desaceleración del nivel de actividad que comenzó a observarse a partir del mes de septiembre del año pasado”.
“La totalidad de recursos del Gobierno presentó una caída en términos reales del orden del 2,7% respecto de igual mes de 2022, mientras que los impuestos asociados al mercado interno exhibieron la misma dinámica, aunque en menor magnitud, al mostrar una reducción del 0,1% en moneda constante, en igual período”, agregó el economista.
Los tributos que se computan en este indicador son el IVA, Débitos y Créditos, Combustibles, Aportes y Contribuciones a Seguridad Social y Derechos de Importación.
Para el especialista, los principales factores que inciden en el freno a la actividad económica son la inflación, que reduce el poder adquisitivo y cae la demanda, y la fuerte restricción a los dólares para importar insumos.
“Los principales factores explicativos de la desaceleración del nivel de actividad tienen que ver con la aceleración inflacionaria que se observa desde marzo último, momento a partir del cual nunca se logró perforar el piso del 5% mensual”, explicó Gutiérrez y agregó más adelante “situación que afecta el poder adquisitivo de la demanda agregada”.
En tanto que “las crecientes dificultades para el abastecimiento de partes y piezas de origen importado llevan a restricciones por el lado de la oferta”.
La información sobre la recaudación también permite también seguir de cerca la trayectoria de las importaciones, a través del comportamiento de lo recaudado en concepto de IVA Aduana.
Según los datos recopilados por el Ieral, se estima que las importaciones para enero alcanzarían los 4.880 millones de dólares, lo que representa una disminución del 7% interanual. Esto contrasta fuertemente “con el aumento del 45% interanual en julio del año pasado” lo que marcaría “un cambio de ritmo de 52 puntos porcentuales en apenas siete meses”.
La visión de los especialistas
Ante el estancamiento de los niveles económicos que ya se perciben en 2022 y se acrecientan en los primeros meses del 2023, los economistas hablaron sobre las causas de lo que se avecina como una recesión y lo que depara el futuro.
El economista Alfonso Prat Gay, a través de su cuenta de Twitter, fue muy crítico la última semana con el gobierno por la caída de la actividad: “Cuando (el presidente) Alberto Fernández insista con la fantasía de ‘boom de crecimiento en el bienio’, recordá que la industria cerró 2022 un 2.7% por debajo de diciembre de 2021 y la construcción, -10.6%”.
“Una de las causas de la fuerte caída en actividad económica es el torniquete a las importaciones: en el último trimestre cayeron un inédito 16%. Ya lo sabemos, el cepo profundiza el problema que venía a resolver (escasez de USD) y encima destruye la economía y la transparencia”, agregó el ex ministro de Economía.
Consultados por Clarín, para el economista Luis Palma Cané y el integrante de la consultora Eco Go, Sebastián Menescaldi, la recesión está a la vuelta de la esquina.
Según Luis Palma Cané “en cuanto sigan los controles, la emisión, la inflación y la inseguridad social y política, la desaceleración de la economía se va convirtiendo en recesión. En mi escenario, las recesiones trimestrales irán en aumento para terminar un 2023 con estanflación”, vaticinó.
Sebastián Menescaldi, aseguró que “lo que se ve es la confirmación del sesgo recesivo que se inicia a partir de septiembre pasado. Que empezó impactando negativamente en las importaciones y en la inversión, los indicadores adelantados del ciclo”.
“En el primer trimestre, probablemente la merma va a ser más fuerte”, sostuvo y luego agregó: “En general, cada año en que hay sequía provoca un deterioro a lo largo del año y, en este 2023 en particular, va a haber una fuerte caída en la oferta neta de dólares respecto del año pasado. Eso va a limitar las importaciones y el nivel de actividad”.