En un contexto donde la inflación mensual galopa a dos dígitos, el economista mendocino Jorge Day estimó que, por lo que se ha visto hasta ahora, el gobierno nacional va por “el buen camino” con el objetivo de lograr el déficit cero. Además, evaluó que las finanzas provinciales están ordenadas para hacer frente a la primera parte de la crisis.
-¿Qué expectativas tenés con el plan que ha empezado a delinear Caputo y Milei para la economía nacional?
-Antes de las elecciones, o durante el período electoral, tuvimos el plan “Aguantar”. ¿Qué era eso? Aguantar, es decir, tratemos de que la economía zafe. Se hacían todas las cosas para “beneficiar” a la gente, sabiendo que el plan no era sustentable. Entonces, se aumentaba el gasto público, se bajaban impuestos, como el impuesto a las ganancias, se reprimía la inflación, no aumentaron las tarifas, el dólar estaba controlado, se reprimía la emisión monetaria, entre otras cosas. Todo eso te daba una sensación de que no estabas tan mal, aunque uno sabía que no era sustentable. Ahora cambió y ahora estamos en el plan “Sinceramiento”. Es decir, hay otro planteamiento, hay un plan para sincerar los precios y tarifas.
-¿Cómo se traduce ese cambio?
-Es como cuando te dicen: ¿Te voy a ser sincero? Uno sabe que van a darte una mala noticia. Bueno, más o menos las “malas noticias” que nos dieron son el aumento del dólar, liberar los precios, especialmente combustibles, las tarifas de los servicios. ¿Qué implicó eso? Todo este aumento de precios ha hecho que caiga el poder adquisitivo de la gente. Entonces, lo primero que vamos a tener, obviamente, creemos que en la primera parte del año, es un mercado interno con problemas. Es decir, seguro van a caer las ventas, algo que ya se nota en algunos comercios.
-¿Y qué pasa con el mercado externo?
Así como el mercado interno puede tener complicaciones, las exportaciones pueden ser un salvavidas. Es decir, el dólar aumentó, lo que no sabemos es cómo va a ser el dólar oficial después, se habla de que va a aumentar al 2% mensual, que parece poco, por la inercia que hay, pero el dólar está mucho más atractivo que hace un semestre atrás. Entonces, eso puede ayudar a moderar el problema. Además, a nivel nacional hay algunas ventajas, como que el año pasado la cosecha de granos fue muy mala y ahora este año parece que va a estar buena. Eso te da un empuje.
-Si la inflación no baja, ¿el gobierno debería contemplar algún plan B?
Creo que va a haber varias medidas y que no se han presentado todas. Apenas uno entra al gobierno, cree que va a hacer algo y la economía por ahí le responde de forma distinta. Entonces, no creo que haya un plan que se aplique ahora y después no se haga nada más. Estimo que surgirán cambios a medida que no se logre lo que se quería obtener. Lo que estimo que va a venir después es una segunda parte, es decir, el plan de estabilización, con eso se buscará que la inflación empiece a bajar en el tiempo, lo que implicará la mejora de los resultados de las cuentas fiscales, entre otros temas.
-¿Crees que el déficit cero es la clave para bajar la inflación?
-No. Pero el gobierno va en la dirección correcta. Bajar el déficit fiscal no es tan fácil, porque ¿cómo lo bajas? O aumentando impuestos, que es lo que estamos viendo, con la presión impositiva altísima que ya tenemos, no hay tanto margen para aumentar, y la otra es bajar el gasto público, es decir, el plan licuadora. Por ahora está funcionando.
-¿Las provincias, en este contexto, cuánto van a sufrir?
En el caso de Mendoza, tienes la parte pública y la parte privada. En la parte pública, obviamente, tenemos un problema porque caen los ingresos, tanto por la recesión como la disminución de la recaudación y la coparticipación. Obviamente va a existir más presión para que las provincias gasten más porque va a haber más necesidades sociales. Entonces tienen un problema.
-¿Cómo están las cuentas públicas de Mendoza?
-Ahora, comparado con otras épocas, el gobierno provincial tiene las finanzas públicas más o menos saludables. Es decir, no están partiendo de un déficit fiscal. Tienen superávit. Lo que les da margen para tratar de que la crisis no sea tan grave. Esa sería la parte pública. La parte privada, obviamente, como te dije recién, todo lo que está vinculado al mercado interno se les complica porque la gente tiene menos poder adquisitivo. Habrá que ver cómo se hace. Los que exportan, creo que están mejor posicionados para solucionar esta crisis.
-Si se complica la situación económica, las cuasimonedas ¿son una opción?
-No. No es bueno que haya una cuasimoneda. Lo lógico es que haya una sola moneda. Algunos hablan que es bueno que haya más monedas y que haya competencia. La verdad es que me medio loco. Con una cuasimonedad es complicado para hacer las operaciones. Algunas provincias lo anuncian porque dicen, a mí las cuentas no me cierran y tengo que pagar con algo. La pregunta es, los que reciben esa cuasimoneda, si van a poder comprar cosas. Y si el gobierno nacional se mantiene firme en no salir a rescatar cuasimoneda, esa cuasimoneda va a ir perdiendo valor. Entonces, los poseedores de esa cuasimoneda, no la van a querer porque su valor se va devaluar y entiendo que eso va a terminar generando protestas.