Invertir en acciones puede ser una cobertura imperfecta contra la inflación

Los analistas recomiendan ser selectivos a la hora de apostar por la renta variable local. Cuáles son los sectores recomendados y cuáles lo que es mejor dejar de lado.

Invertir en acciones puede ser una cobertura imperfecta contra la inflación

El Merval en pesos cae un 2,5% en lo que va del año mientras que en términos de dólares evidencia una caída del 35% en 2020. Es decir, las acciones en pesos vienen perdiendo por goleada en 2020 tanto contra la inflación como contra la devaluación del tipo de cambio.

Si bien durante 2012 a 2018 Argentina transitó durante periodos de inflación elevada y con el Merval en pesos acompañando la tendencia inflacionaria y devaluatoria, analistas del mercado creen que las acciones lucen como una cobertura imperfecta y destacan la necesidad de ser selectivos a la hora de posicionarse en renta variable.

Las acciones a nivel global se vieron visto tradicionalmente como una clase de activos de cobertura de inflación. Esto se debe a que los ingresos y las ganancias de una empresa también aumentarían con la inflación a lo largo del tiempo.

La renta variable americana mostró un rendimiento anualizado promedio del 7,6%, en comparación con la tasa de inflación anualizada de alrededor del 4% anual desde 1970. Con una perspectiva a largo plazo, las acciones por lo tanto, puede considerarse una cobertura contra la inflación. Si ese análisis se aplicase al mercado local, y sobre todo mirando hacia adelante, analistas entiende que el mercado doméstico de acciones no luce como cobertura inflacionaria.

En el caso del Merval en pesos, este se multiplicó por 20 en términos de pesos desde 2010 a hoy mientras que en dólares se ubica en niveles más cercanos a los mínimos históricos. Es decir, la suba del dólar y de la inflación desde 2010 a la fecha se vio reflejada en la suba del índice Merval en pesos, aunque en dólares el mercado se vale hoy 40% menos respecto de los niveles de 2010.

Merval: cobertura imperfecta ante la inflación

En un escenario en el cual la economía tracciona, aún en un contexto inflacionario, las acciones pueden servir como cobertura inflacionaria dado que, si el management de la compañía puede aplicar una estrategia de precios adecuada, puede entonces por consiguiente, ofrecer cobertura al inversor contra la inflación.

Ahora bien, si se adecua ese análisis al mercado local, analistas advierten que no sería el caso dado la composición del índice Merval y de las políticas de control de precio sobre ciertos sectores que forman parte del mismo. José Ignacio Bano, Gerente de Research de invertirOnline entiende que las acciones pueden servir como cobertura imperfecta ante la inflación y que en ese caso habrá que ser muy selectivos buscar papeles que apunten en dicha estrategia.

“Si nos retrotraemos a la década de los 90, el techo era los 1000 puntos y el piso en niveles de 400 puntos, de 400 a 40.000 se multiplicó por 100, lo cual refleja coherencia lo que paso con el dólar y la inflación por lo que, desde el punto de vista si se mantiene cierta vinculación a lo que es la inflación”, analizó.

Destacó que por la volatilidad del mercado de acciones argentino “por momento se vas a ganar por mucho y por momentos el inversor va a estar perdiendo contra la inflación”.

“Creo que si se busca protegerse contra la inflación, el inversor debería posicionar en acciones que no tiene controles de precios como por ejemplo empresas de consumo masivo que puede ser refugio de valor. Salvo precios cuidados, no es una industria tan controlada y quizá esa sea de las mejores alternativas para quien quiera indexarse contra la inflación. Lo más natural sería un plazo fijo UVA o u bono indexados por Cer”, dijo Bano.

Por su parte, Federico Sidi, portfolio manager de Compass entiende que las acciones no lucen como un activo de cobertura inflacionaria aunque si remarca la importancia de analizar los balances de cada una de las cotizantes.

“No me animaría a decir que una compañía que tiene una mejor política de precios cubra a un inversor bursátil en su totalidad, sin embargo hay que priorizar compañías de alta calidad, cuyos balances sean sólidos y poco regulados, permitiendo que esas compañías puedan innovar, mejorar sus costos y generar valor para los accionistas. Estas son las compañías que nos van a dar mejor protección ante un fuerte evento inflacionario”, dijo.

Por su parte, José Echagüe, head de estrategia de Consultatio no cree que las acciones locales pueden funcionar como un vehículo claro de cobertura contra la inflación y también propone diferenciar los distintos sectores que componen el indice.

“Por un lado están los bancos, que tienen una lógica propia, y en la que sí quizás puedan funcionar como refugio contra la inflación en el mediano plazo. Dicho esto, creo que en el corto plazo hay muchos otros factores que resultan más decisivos para pensar el valor de los bancos en Argentina. Entre los más importante tal vez sea esté el valor de la prima de riesgo país que resultará de la negociación de la Deuda externa que lleva hoy adelante el gobierno, o la extensión final de la cuarentena, pero hay otros.

En un segundo grupo podemos incluir la parte del índice que está vinculado a energía. Un sector que está regulado donde la política oficial es de congelamiento de tarifas, es decir, lo opuesto a una cobertura inflacionaria. Me sorprendería que este tipo de acciones ofrezcan alguna cobertura sostenida contra la inflación.

Y finalmente está el resto del panel de Merval, que es demasiado heterogéneo como para poder ser evaluado alrededor de esta idea”, dijo Echagüe.

El Merval en dólares Con un valor del Merval en dólares ajustado por contado con liquidación en torno a los u$s 380, las acciones argentinas valen un 20% de lo que supieron valer en 2018, cuando el índice llego a cotizar en u$s 1800.

Las compañías pueden lucir baratas en términos históricos aunque lo cierto es que todavía queda espacio para seguir cayendo dado que el índice supo tocar mínimos históricos en u$s 80 en crisis pasadas.

Aun así, en cada crisis importante, fueron las acciones las que pegaron primero la vuelta, aun mientras la economía seguía crujiendo. Federico Sidi, portfolio manager de acciones de Compass Group se muestra relativamente optimista hacia el futuro de las acciones argentinas como cierta cobertura ante la incertidumbre económica que se espera para los próximos meses.

“Las acciones argentinas siempre han sido un activo de alto riesgo, si uno observa su performance desde inicios del 2018, estas han sido vapuleadas producto de las desventuras de un país que no logra enderezar su rumbo económico. Sin embargo, estamos ingresando en una etapa muy particular, donde el fuerte deterioro de la economía argentina, una emisión monetaria muy importante y una potencial aceleración en la tasa de inflación hace que las acciones empiecen a verse como un activo que nos puede brindar una cierta protección en los meses venideros”, completó Sidi.

Además, el especialista en acciones recordó que en todas las crisis macroeconómicas que el país transitó a través de su historia, inicialmente se produce una caída muy pronunciada en el valor de las compañías hasta que llega a un momento en que las acciones empiezan a comportarse más como un activo de refugio que un activo de riesgo si uno lo mide en pesos: “Nosotros consideramos que estamos muy cerca de ese momento”.

Julián Yosovitch

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