Hace casi un mes, el Gobierno Nacional cerró un acuerdo con sus principales acreedores y logró así una reestructuración de bonos por 66.238 millones de dólares, lo que significó un verdadero alivio para la economía argentina. Esta situación, acompañado de una considerable baja del riesgo país en más del 50%, presentan un renovado panorama a la hora de pensar en la inversión. Con un amplio abanico de posibilidades para resguardar los ahorros en pesos y dólares en nuestro país, expertos analizan cuáles son las opciones que presentan mejores perspectivas a futuro para proteger el capital y ganarle a la inflación.
Jaime Rodríguez, director de Portfolio S.A. y coordinador de la Filial Cuyo del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), comentó que lo primero que debemos considerar es el perfil de riesgo del inversor. A partir de este dato y con el asesoramiento de un profesional, teniendo en cuenta los montos a invertir y los plazos por los que una persona va a poder tener inmovilizado su dinero, se puede armar una cartera de inversión lo más diversificada posible en cuanto a monedas y plazos.
Teniendo en cuenta la renegociación argentina, Rodríguez consideró que los nuevos bonos ley local y ley extranjera pueden llegar a experimentar subas de entre el 10 y 12% en los próximos seis a nueve meses. Por otro lado, existen oportunidades en las acciones cotizadas en dólares. El merval -medido en dólares- está en mínimos históricos y por lo tanto las acciones argentinas de cualquier sector que uno mire están muy baratas.
Otra alternativa mencionada por el director de Portfolio son los Certificados de Depósitos Argentinos (Cedears). Con esto, a través de la bolsa argentina se puede comprar en pesos una parte o una acción completa de una empresa de Estados Unidos como puede ser Microsoft, Apple, Amazon o bancos americanos, como JP Morgan, Wells Fargo y City. También las acciones locales como Mercado Libre, empresa argentina que cotiza en Nueva York.
En los Cedears las mejores perspectivas según el experto están en el sector tecnológico, que para él ha sido el que se ha mostrado más resiliente en esta pandemia. Todo lo que ha tenido que ver con comunicaciones, tecnología y comercio electrónico ha sido lo que mejor ha resistido a la crisis. Y además el sector bancario, que ha sido afectado en el año, entiende Rodriguez que tendría que mostrar una pronta recuperación.
En inversiones de corto plazo, Rodríguez mencionó los bonos argentinos que ajustan por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Y con un plazo aún más corto, los cheques de pago diferido o cauciones bursátiles con tasas que, dependiendo los plazos, pueden ir del 25 al 30%, lo que las ubica por arriba de un plazo fijo tradicional y pueden ser alternativas muy seguras para todo tipo de personas.
Para el coordinador de IAEF, hoy en día, en Argentina los valores de las propiedades o de la construcción están muy bajos en dólares. Así, el “ladrillo” puede ser una alternativa porque para Rodríguez el valor del metro cuadrado o el valor del metro de construcción en el país presenta mermas entre el 20 y el 30% con respecto a los precios que tenían las mismas propiedades en dólares a principios de año.
En comparación al mercado de capitales, los inmuebles son más seguros porque en el largo plazo pueden aumentar su valor en dólares, sin embargo, presentan el problema de la liquidez.
Para Elena Alonso, gerente de la unidad financiera del Grupo Broda, el éxito en la renegociación del Gobierno puede hacer que se generen nuevas alternativas de inversión locales que habían mermado en el último tiempo por la incertidumbre que generaba la deuda o el nivel de adherencia al canje que iba a haber. Así mismo, explicó que ante las expectativas de inflación y devaluación que son cada vez mayores, mantener el valor adquisitivo de los ahorros no es un tema fácil.
En coincidencia con su colega, aseguró que lo más importante en una inversión es diversificar. Así mismo, sostuvo que antes de elegir cualquier inversión o armar una cartera hay que tener en cuenta tres cuestiones: primero, el plazo de la inversión. La segunda es el riesgo y la tercera la liquidez. “Para mí en este momento ese punto es importante por eso es preferible elegir activos que tengan liquidez”, dijo.
Si la inversión se hace en pesos, considerando que los plazos fijos de 30 días rinden un 30%, ante una inflación esperada del 45 o 50%, para el cierre del año, tanto los fondos comunes de inversión dólar linked o con bonos CER, son una buena herramienta para analizar cuando vamos a decidir dónde colocar la inversión, manifestó Alonso.
En el caso de los fondos dólar linked, al estar atados al movimiento del tipo de cambio oficial pueden llegar a generar una doble ganancia: una rentabilidad fija más el movimiento si hay un aumento cambiario. Por su parte, los bonos ajustados al CER se mueven respecto a la inflación, por lo que puede ser una alternativa interesante.
En lo que respecta a hacer inversiones que no sean de renta fija y que estén atadas a los movimientos del tipo de cambio, para Alonso también hay buena oportunidad en los Cedears (Certificados de Depósitos Argentinos), pudiendo tener dentro de la cartera una parte de las inversiones en estos activos.
Por ejemplo, en el caso de Apple sus Cedears han aumentado su precio un 176% a raíz del movimiento de la acción de la empresa en Estados Unidos y también por el aumento del tipo de cambio. “Esta inversión es interesante porque además de estar atado al movimiento de la valuación del dólar en nuestro país, puedo comprar un activo que replique la tendencia de una acción que cotiza afuera”, declaró la asesora financiera.
En el caso del oro, Alonso opinó que por la emisión monetaria generalizada que se ha dado en todos los países la inversión en este metal es interesante. Aunque lo mejor en este caso no es apostar por la compra física lo que puede presentar un problema de liquidez, sino por acciones que estén relacionadas con el oro. Esto es a través de los ETF (Exchange Traded Fund) que permiten comprar estos activos como un fondo común de inversión.
Desde su punto de vista, la inversión en el mercado inmobiliario se presenta en este momento como una oportunidad para la compra y posterior venta de los inmuebles ya que muchas propiedades están subvaluadas por la necesidad de sus propietarios de desprenderse de ellas. Por si lo que se busca es tener una renta, no es la opción más recomendada.
José Vargas, economista de Evaluecon, expresó que a pesar del acuerdo con los acreedores el panorama es bastante inestable y todavía hay mucha incertidumbre, por lo que la inversión más conveniente va a depender del tipo de ahorrista.
En el caso de los asalariados o los más pequeños hoy no tienen muchas alternativas. Puede ser el plazo fijo en pesos, que hoy está con una tasa anual de 33%, o dólares, en la medida que se consigan con las restricciones que existen actualmente para la compra, detalló.
Si hablamos de un ahorrista medio, Vargas expresó que las alternativas ya son otras. Aquí las opciones son algunas de las que hablaron sus colegas como los fondos comunes de inversión, también acciones, bonos, Cedears, oro y sumó los bienes durables (vehículos, lotes o viviendas).
Para los ahorristas grandes los nuevos bonos argentinos serían una muy buena alternativa y hay grandes expectativas, afirmó el economista. El abanico de posibilidades se extiende a acciones de sectores específicos que hoy no estén pasando un buen momento pero que tengan buenas perspectivas para los próximos meses, oro y también divisas.
Para cerrar, otra alternativa que encuentra este segmento según Vargas son las criptomonedas, que en los últimos meses algunas presentaron un crecimiento de más del 200%, como el caso de bitcoin.