Después de cuatro meses de idas y vueltas, el oficialismo introducirá formalmente este viernes en el Congreso de la Nación el denominado impuesto a las grandes fortunas, que será una contribución por única vez con fines específicos. La iniciativa en la que estuvieron trabajando el jefe de la bancada del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner, y el legislador oficialista Carlos Heller propone una suerte de “aporte patriótico” de quienes más patrimonio tienen.
De acuerdo a estadísticas presentadas por el oficialismo, la obligación alcanzaría a unas 12.000 personas en todo el país, las que deberán realizar un pago por única vez de una alícuota que será escalonada del 2% al 3,5%. El piso no imponible quedará fijado en 200 millones de pesos.
Así lo confirmaron a este medio fuentes legislativas del Frente de Todos, las que señalaron que el proyecto definitivo que se presentará cuenta con el aval del presidente Alberto Fernández y del ministro de Economía, Martín Guzmán. Mercedes Marcó del Pont, titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), no solo apoya la iniciativa sino que colaboró activamente con Heller para establecer la base imponible, confiaron las fuentes oficiales consultadas.
Según pudo saber este medio, la iniciativa plantea la asignación específica de todo lo que se vaya a recaudar: una parte se destinará a la política energética con foco en el desarrollo del megayacimiento de Vaca Muerta, puntualmente en lo que refiere a exploración de gas, en la provincia de Neuquén. Habrá también afectaciones específicas de lo que se recaude en destinos como el plan de subsidios para estudiantes Progresar; insumos médicos y hospitalarios; créditos para pequeñas y medianas empresas; y para el Registro Nacional de Barrios Populares, entre otros puntos.
El objetivo de Máximo Kirchner y Carlos Heller es que la iniciativa comience a ser debatida en comisiones la semana que viene. De esta forma, el proyecto podría ser llevada al recinto a mediados de septiembre.