Un informe del Consejo Empresario Mendocino (CEM) sobre finanzas provinciales 2012-2022 y cierre 2023, indica que “el peso relativo del sector público provincial en la economía local se redujo un 5%. Un análisis más detallado indica que el aumento del tamaño del Estado en la última década se produjo casi en su totalidad entre 2013 y 2015 (+17%). Luego, entre 2015 y 2019 el peso del Estado provincial en la economía local se mantuvo prácticamente constante (+1%), reduciéndose un 20% entre 2019 y 2022. Otro aspecto positivo es que, en este contexto, las erogaciones de capital representan hoy una porción mayor del gasto total respecto de los primeros años de la serie”.
Agregan también que “la participación del sector público provincial en la economía de Mendoza se estima calculando el cociente entre erogaciones y PBG. Este indicador creció ininterrumpidamente hasta 2015 (en 2005 era 12,5%) y, con altibajos se estabilizó entre 2016 y 2019, para comenzar a caer desde 2020 en adelante. Las erogaciones totales representaban el 21,7% del PBG en 2013 y alcanzaron el 20,6% en el año 2022″.
Los técnicos del CEM señalan también que “dada la necesidad de financiar el gasto público creciente, la presión tributaria efectiva provincial, medida por el indicador Ingresos Tributarios Provinciales/PBG, aumentó desde 6,9% en 2013 (2004: 3,2%) al 7,5% en 2015, alcanzando el 7,9% en 2017 (primer año de aplicación del programa de reducción de alícuotas) para caer hasta 6,5% en 2020. En 2022, último ejercicio cerrado con medición oficial del PBG, registró 6,4%”.
Sin embargo, y aun considerando la tendencia decreciente de los últimos años, “la presión tributaria provincial efectiva de 2022 duplica el registro de 2004. Por ello, entendemos que la misma debe seguir reduciéndose, contribuyendo a aumentar la competitividad de las empresas locales, especialmente las Pymes, liberando recursos que puedan ser aplicados a nuevas inversiones y a creación de nuevos empleos registrados en el sector privado”.
Gasto en personal
Desde el CEM también analizaron la evolución del gasto en personal. En este sentido explican en su informe que “la partida de personal es la más significativa entre las erogaciones corrientes. Entre 2012 y 2015, el gasto en personal aumentó a mayor ritmo que los recursos corrientes, contribuyendo al deterioro del ahorro corriente en esos años (y aún antes, desde 2006). Por el contrario, entre 2016 y 2022 el gasto en personal crece más lento que los ingresos corrientes, generando un cambio de tendencia clave para racionalizar el gasto público y recomponer el ahorro corriente perdido en los años previos. En tanto, en los últimos 12 meses el gasto en personal evolucionó por encima de los recursos corrientes (125% vs. 122%)”.
En tanto que la evolución de la planta de personal del Estado provincial, según datos oficiales del Anexo 19 de la Ley de Responsabilidad Fiscal, se distinguen dos períodos: a) 2013-2015: el empleo público crece sin pausa y por encima de la tasa de crecimiento poblacional, desde 108.619 en el 4T12 a 113.437 cargos y contratos en el 4T15, 4,4% en 3 años; b) 2015-2022: la planta de personal se reduce un 2% entre el 4T15 y el 4T22 hasta alcanzar los 111.160 cargos y contratos. Según la misma fuente, al 3T23, el empleo público provincial aumenta 0,6% respecto del 4T22.
El aumento de la planta de personal hasta 2015 incrementó el ratio “gasto de personal / recursos corrientes”. Este indicador, que alcanzaba el 47% en 2007, rozó el 65% en 2015 para disminuir al 49% en 2018, repuntando al 54% en 2020. En 2022 se ubicó por encima del 42% y en los últimos 12 meses alcanza un registro de 43%, monto que estimamos crecerá en virtud de los aumentos salariales del último trimestre.
Un indicador importante es la cantidad de empleados públicos provinciales cada 1.000 habitantes. El último dato disponible registra 54,6 agentes cada 1.000 habitantes al tercer trimestre de 2023, luego de haber registrado máximos entre 2013 y 2015.
Otras conclusiones
Como es sabido el CEM analiza distintos aspectos de las cuentas públicas. En su informe concluye también en que:
-Los recursos de origen nacional representaron algo más del 50% de los recursos corrientes durante la última década. Además, su participación en el total de los recursos corrientes creció desde 2019, en desmedro de los recursos de origen provincial. La Coparticipación Federal + Regímenes Especiales es la primera fuente de recursos corrientes. El impuesto a los ingresos brutos es la principal fuente de recursos provinciales y representa el 80% de los recursos tributarios de origen local. Punta a punta los recursos tributarios redujeron su participación de 70% a 65% y los recursos no tributarios la aumentaron, aunque con caída en regalías.
-Entre las erogaciones corrientes se destacan el gasto en personal y las transferencias a municipios. La partida de personal representó el 49% del gasto corriente en 2022 luego de alcanzar el 60% en 2015 (máximo de la serie). En tanto, las transferencias a municipios promediaron el 16,2% del gasto en la década. Después de un sensible aumento de los intereses y gastos de la deuda entre 2016 y 2018, esta partida ronda el 5%.
-Luego de una década de deterioro del resultado corriente (2005:18%; 2015: -7%), esta variable encontró un sendero de recuperación a partir de 2016. Estimamos que año cerrará con un ahorro corriente del 14% de los recursos. En un contexto complejo como el actual es importante sostener un nivel de ahorro corriente que brinde certezas y margen de maniobra, asegurando que los gastos no crezcan a un ritmo mayor que los recursos corrientes. Esto requiere que el Estado trabaje fuertemente sobre la eficiencia y eficacia del gasto.
-La inversión pública del gobierno provincial (considerando las partidas Trabajos Públicos + Transferencias para Erogaciones de Capital consolidadas) que corresponde a Administración Central, Organismos Descentralizados y Cuentas Especiales (Carácter 1+2+3) viene recuperando ritmo desde la pandemia hasta alcanzar el 8% de los recursos corrientes en el último año, por arriba del promedio de la última década (5,6%), aunque todavía por debajo del máximo de la serie.
-El año cerrará con un resultado operativo equilibrado (o levemente positivo), continuando esta tendencia por tercer año consecutivo. La respuesta final dependerá del comportamiento de los recursos y erogaciones corrientes, y de la inversión pública en el último trimestre del año.
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