Aunque varias estimaciones privadas habían adelantado que la inflación de marzo iba a estar en el orden del 7%, a nivel nacional fue del 7,7% y en Mendoza alcanzó el 8,3%. La suba general de precios en la provincia acumula un 20,9% en los tres primeros meses de 2023 y llega al 104,9% de variación con respecto al mismo mes de 2022.
De todos modos, si bien la inflación en Mendoza estuvo 0,6 puntos porcentuales por encima del promedio para todo el país en marzo, cuando la comparación se extiende, las cifras se acercan: el IPC nacional acumula un incremento de 21,7% en el primer trimestre y de 104,3% en los últimos 12 meses.
Las estadísticas históricas de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia muestran que, en julio de 2022, el Índice de Precios al Consumidor tuvo una suba del 7%. Otro valor cercano al del mes pasado se dio en setiembre de 2018, cuando fue de 7,6%. Sin embargo, hay que retroceder más de dos décadas para encontrar un valor superior al de marzo de 2023: en abril de 2002 había sido del 10,4%.
De todos modos, hay que señalar que, en 2002, en Mendoza, la variación intermensual del IPC bajó al 6,27% en mayo y mantuvo un descenso gradual hasta llegar al 0,18% en diciembre; algo que es difícil que suceda este año tanto a nivel local como nacional. De hecho, el Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM) que elabora el Banco Central (BCRA) ya estaba apuntando a un 110% de inflación nacional al cerrar el 2023, pero previendo que la de marzo iba a ser del 7%.
En cuanto a los rubros que tuvieron mayores subas el mes pasado en la provincia, Alimentos y Bebidas registró una variación del 10,9%, la más alta de todas las categorías y, además, la que tiene mayor incidencia en la economía familiar, en especial de las de menores ingresos. Esparcimiento es el otro capítulo que tuvo un incremento considerable, del 9,1%. Le siguen Indumentaria, con un 7,6% de suba, y Transporte y comunicaciones, que aumentó un 6,8%.
Cuando se observan las variaciones con respecto a marzo de 2022, los sectores que más han trepado en el último año son: Indumentaria (128,3%), Otros bienes y servicios (113,9%), Esparcimiento (113,5%), Alimentos y bebidas (104,4%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (100,9%).
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía y Energía de la provincia, expresó que hay un “desborde generalizado en todos los precios”, salvo en los regulados, cuyo aumento va autorizando el Gobierno (como es el caso de los combustibles y las tarifas de servicios públicos). El resto, que conforman la inflación núcleo, va aumentando a un ritmo del 6% al 8% mensual.
El economista sumó que Alimentos y Bebidas es el rubro más desbordado, ya que debería haber registrado un incremento del 4% mensual, como máximo, porque hay muchos productos incluidos en Precios Justos. Pero, pese a eso, ha tenido una variación de más del doble. A nivel nacional, esta categoría trepó 9,3% (en Mendoza, 10,9%) y desde el Indec detallaron que sobresalió la suba de Carnes y derivados, como también, aunque en menor medida, las de Verduras, tubérculos y legumbres, seguidas por Leche, productos lácteos y huevos, y Frutas.
Laza lanzó que, definitivamente al ministro nacional de Economía, Sergio Massa, “se le ha ido la economía de las manos y ya no encuentra manera de frenar todo esto”. Acotó que ya le había encendido una alerta el último informe del REM, cuando cambiaron los pronósticos, subieron 10 puntos la inflación estimada anual y calculan una caída del producto bruto de casi 3 puntos.
“Es decir, estamos hablando de un desmejoramiento de las expectativas muy grande y este dato de la inflación corrobora eso, porque es mayor a lo que esperaban las consultoras”, planteó el asesor del ministerio local de Economía.
Causas de la mayor inflación
José Vargas, titular de la consultora Evaluecon, indicó que marzo es un mes estacional, por el inicio de clases y por el turismo, asociado a la Fiesta Nacional de la Vendimia, lo que genera un fuerte impacto en los precios de los rubros que más aportan al Producto Bruto Geográfico. Y esto determinó que la variación del IPC en la provincia haya estado por encima de la nacional.
Pero más allá de estos factores, señaló que se viene con una inercia muy fuerte en los últimos cuatro meses y que, en marzo, no sólo aumentaron los alimentos, sino también las tarifas de servicios públicos, las cuotas de los colegios privados, de las prepagas, los alquileres, los combustibles, etc.
En este sentido, consideró que en abril el porcentaje no será mucho menor, producto de la devaluación más fuerte del tipo de cambio y porque ciertos rubros, como combustibles y alimentos, seguirán aumentando. Vargas señaló que, más allá de lo que manifieste el Gobierno, se debe pensar en una inflación del 7% al 8% mensual para el resto del año.
El economista Carlos Rodríguez lanzó que ya se trata de un “proceso desenfrenado”. Y para explicarlo, mencionó que se va retroalimentado cuando los productos que tenían precios controlados se van liberando y los rubros que podían estar atrasados, se actualizan. Asimismo, señaló que están interviniendo factores como la sequía y la gripe aviar, sobre todo en el valor de los alimentos.
También indicó que, en un país tan extenso, el precio de los combustibles es un componente que tiene impacto en una buena cantidad de otros valores. Y que el hecho de que se intente controlar el tipo de cambio, pero se permita a ciertos sectores, como el de la soja, liquidar a $300, se traduce en la suba del blue.
En su opinión, en un marco de desconfianza en la gestión actual, lo único que podría frenar esta aceleración de la inflación sería una recesión. Es decir, que la pérdida de poder adquisitivo, en especial por parte de los trabajadores del sector informal, modere el incremento de precios. Pero, aun así, sería una baja muy moderada, que tal vez haría que el IPC se ubique en el 6% mensual. Al mismo tiempo, manifestó su preocupación por lo que pueda suceder cuando se acerquen las PASO, cuando aumente la incertidumbre.
