Inflación: los servicios subieron más y todavía cuesta llegar a fin de mes

El índice de precios cerró 2024 en un 50% de lo que fue el año anterior. Sin embargo, las familias buscan otros ingresos para no caerse más y poder pagar lo que solía tener.

Inflación: los servicios subieron más y todavía cuesta llegar a fin de mes

Con el último dato de inflación brindado por el Indec para diciembre, el 2024 cerró con una suba de Precios al Consumidor de 117,8%. Tanto en Mendoza como a nivel nacional, diciembre marcó un incremento de 2,7% en el índice mencionado, un poco por encima de noviembre por ser estacional. Sin embargo, mientras muchos bienes han bajado o han interrumpido su impulso alcista, los servicios en general han ido en sentido contrario. Así, mientras los productos aumentaron cerca de 96% el año pasado en líneas generales, los servicios lo hicieron casi 190% en función de la reestructuración de precios y quita de subsidios planteada por el actual Gobierno nacional.

Las tarifas de servicios públicos –que todavía cuentan con aportes del Estado- no son las únicas boletas que han registrados subas por encima de la inflación. En este rubro también entra la educación privada, los alquileres, el transporte y todo lo relacionado con el entretenimiento como restaurantes u hoteles entre otros gastos. Este diferencial es uno de los principales motivos que juega para que, pese a la baja de la inflación, todavía cueste llegar a fin de mes. Esto, por no mencionar el atraso salarial que todavía persiste más allá de cierta estabilidad macroeconómica. En este marco, quienes se consideran dentro de la clase media buscan sumar ingresos de distintas maneras para llegar a fin de mes.

Según la última encuesta de trabajo publicada por el Indec que corresponde al tercer trimestre de 2024, la tasa de subocupación resultó del 11,4% de la Población Económicamente Activa (PEA). En tanto, los ocupados demandantes (es decir que tienen trabajo y buscan uno más) y los otros ocupados no demandantes disponibles alcanzaron, en conjunto, el 11,9% de la PEA. “Consecuentemente, la presión sobre el mercado laboral, conformada por el universo de desocupados, subocupados, ocupados demandantes y ocupados no demandantes disponibles, alcanzó el 30,2% de la PEA”, sintetizó el informe del organismo oficial. Todos, porcentajes que crecieron con relación al medición del segundo trimestre.

En este contexto, el economista de la consultora Evaluecon, José Vargas, explicó que la tendencia a conseguir un segundo y hasta un tercer empleo continuará en alza para quienes forman la llamada clase media argentina. Es que según el Indec, una familia tipo de cuatro integrantes debe ganar $1.024.435 para no ser pobre y poder comprar todo lo que incluye la Canasta Básica Total (CBT). En tanto, con el fin de no caer en la indigencia es imprescindible contar con $449.314 de ingresos para dos adultos y dos niños. Sin embargo, Vargas –quien releva precios en Mendoza de manera mensual- señaló que lo que una familia precisa para vivir en condiciones dignas es mucho más que lo que señala el Indec y roza los dos millones de pesos. Es que aquí entra no solo lo mínimo sino que se cuentan, entre otros puntos, los precios de los alquileres, de la escuela de los chicos y sus actividades fuera de ella así como el valor de la prepaga, obra social y/o medicamentos básicos.

“Para llegar a cubrir todas esas necesidades, cada vez más personas buscan alternativas para sumar un segundo o tercer ingreso”, precisó Vargas. Según explicó el profesional es una manera de no perder debido a que si bien la inflación se amesetó, la canasta mínima para vivir en condiciones dignas tiene muchos más ítems que los que contabiliza el Indec. El especialista aclaró que si bien los servicios han crecido muy por encima de la inflación en general, el impacto en la medición del IPC es mínimo. “La ponderación de los servicios en el índice de precios es baja, pero el impact0 en la canasta básica de las familias se nota y mucho”, puntualizó el economista de Evaluecon

Ajustar al máximo los gastos

Desde el punto de vista del economista de International Value Group, Daniel Garro, el acomodamiento de precios relativos hará que, por caso, ahora suban los servicios (y todavía falta para pagarlos al 100% sin subsidios), pero que otros precios bajen. “El sinceramiento de variables y reestructuración de valores genera que la micro pase a ser lo importante”, precisó el economista. En este sentido, observó que ni los asalariados ni los empresarios deben perder un minuto en gastos superfluos y, sobre todo, tienen que ser precisos y eficientes en la administración de sus ingresos con el fin de no quedarse afuera de un cambio que ya comenzó.

Garro concedió que quienes son asalariados perdían en función de la inflación a diferencia del sector empresario, aunque subrayó que todos deberán agudizar la imaginación y las tareas para llegar a fin de mes o no quedar fuera de juego. Así, las personas que han logrado mantener su trabajo y acomodar sus ingresos a la difícil situación del 2024, este año es probable que la situación no se modifique en demasía.

“La luz, el gas y el agua está comenzado a valer lo que realmente cuesta”, expresó Garro aunque agregó que –con excepción del agua que está más cerca del valor “real”- en general de lo otro todavía se paga el 60% de lo que cuesta. “Antes una piza salía lo mismo que la factura de luz y ahora la primera cuesta unos $14.000 y la segunda $60.000″, ejemplificó el economista. Agregó que ahora muchos no pueden comprar más pizas por lo que es imprescindible analizar cada gasto y solo hacerlo cuando sea estrictamente necesario. De lo contrario, será cada vez más difícil llegar a fin de mes.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA