Brian Parkinson se convirtió en el nuevo ganador de “Pasapalabra” (Telefe) al completar el famoso rosco. El joven se llevó un premio total de 1.760.000 pesos, sumando el pozo ($1.370.000) y lo que tenía ganado ($390.000) en los 53 programas anteriores. Pero ¿se lleva el total de dinero o hay un impuesto de por medio?
En las redes sociales, los usuarios llenaron de elogios y felicitaciones a Brian por su merecido triunfo en el ciclo que conduce Iván de Pineda, por lo que se convirtió en tendencia y despertó la creatividad con algunos memes que incluyen la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Es que muchos empezaron a debatir si la ley de impuestos a los premios y sorteos rige en el caso de Brian Parkinson. De ser así, el monto a cobrar sería menor a lo anunciado, algo que suele darse en situaciones de lotería, pero no en programas de TV.
¿El impuesto a los premios es aplicable a los programas de televisión de preguntas y cultura?
No. Lo aclara la Ley 20.630, que existe desde 1974 en Argentina y establece el “gravamen de emergencia a los premios ganados en juegos de sorteo”. Si bien dice que es “de emergencia”, ya lleva 47 años vigente, un “clásico” en materia impositiva.
Según la normativa quedan sujetos al impuesto “los premios ganados en juegos de sorteo (loterías, rifas y similares), así como en concursos de apuestas de pronósticos deportivos distintos de las apuestas de carreras hípicas, organizados en el país por entidades oficiales o por entidades privadas con la autorización pertinente” (modificación por artículo 80 de la Ley 23.760 de 1989).
¿Qué entra en la definición de sorteo? Pues aquellos premios que surgen de la quiniela, el Telekino y las apuestas en los hipódromos, por ejemplo. Es decir, el azar, tal como aclara el artículo 2 del decreto 668/74, que reglamentó la ley sancionada por el Congreso el año anterior: “aquellos juegos donde de un conjunto de elementos dados (billetes, números, bonos, etc.), al azar o por suerte, a uno o algunos de ellos se les atribuyen premios previamente establecidos”.
De allí que cuando una persona acierta los números y se lleva millones de pesos en el Quini 6, siempre se dice que el ganador cobra menos de lo indicado.
Según la Ley 20.630 y sus posteriores modificaciones, a la persona que ganó un premio de azar se le aplica impuesto del 31% sobre el 90% del premio. En otras palabras, el fisco nacional se lleva para las arcas públicas el 27,90% del valor del monto neto.
¿Brian, el ganador de Pasapalabra, está afectado por un impuesto al premio?
Brian Parkinson participó en “Pasapalabra”, un programa en el que no interviene el azar, sino que se premia la cultura, el conocimiento y la habilidad del concursante. La propia Ley 20.630 excluye a estos casos del impuesto a los premios.
“Los premios de juegos que combinan el azar con elementos o circunstancias ajenas a éste, tales como la cultura, habilidad, destreza, pericia o fuerza de los participantes, solo se considerarán alcanzados por la ley si la adjudicación de los mismos depende de un sorteo final”, se aclara en el artículo 3 del DNU que reglamentó la norma.
En el caso de Brian (o de los anteriores ganadores de “Pasapalabra”) no existió un sorteo final ni tampoco primó la suerte sobre la habilidad. Entonces, el ganador cobrará el premio en su totalidad y no estará alcanzado por el impuesto al premio. Sí, por supuesto, deberá declarar y justificar el ingreso en su patrimonio.
Lo sucedido con Brian Parkinson podría trasladarse a otros concursos de televisión que brindan un estímulo en dinero, como “Los ocho escalones del millón”, “La Voz Argentina” o “MasterChef Celebrity”.