Su tono de voz es grave. Algunos gestos contextualizan una charla apasionada. “Somos la única entidad financiera de capitales mendocinos, regulada por el Banco Central, que aún sigue en pie”, sostiene Humberto Pagano. El presidente del directorio de Montemar, vive con intensidad una fórmula que para él es indisoluble: educación, salud y deporte. Sabe que el respeto por la sociedad implica también asumir responsabilidades y llevar a cabo acciones que potencien mejoras. “Colaboramos con Fundavita en la asistencia a los enfermos de cáncer”. Criado en una familia de deportistas, fue tirador de precisión y condujo el Tiro Federal de Mendoza. Es el actual presidente de la Confederación Mendocina de Deportes, entidad a la que considera como “una herramienta esencial en la formación de nuestros jóvenes”.
-¿Qué tan importante es la responsabilidad social actualmente?
-Dicen que no existen empresas exitosas en sociedades deterioradas. Es una premisa cada vez más tenida en cuenta en el mundo y hoy, ante esta situación de crisis sanitaria por la que atravesamos todos, potencian la necesidad de colaborar y asistir dentro y fuera de la empresa. A esto debo agregar que en responsabilidad social empresaria se comienza desde el interior de la empresa, con el personal sobre el respeto a ellos y a los clientes y luego se trabaja sobre el entorno social. Participamos en varias acciones solidarias: una de ellas es Fonbec. Con aportes de nuestro personal y de la compañía, apoyamos a estudiantes primarios, secundarios y universitarios. Apadrinamos a chicos y adolescentes que necesitan de una ayuda económica para que no abandonen y se les haga más aliviado su esfuerzo.
-¿Hubo cambios en los servicios que prestan?
-No, no hubo cambios de productos; esencialmente son los mismos. La entidad está bastante preparada para asistir en medio virtuales y digitales a nuestros clientes. Por supuesto, también implica enseñar a los clientes cómo operarlos, porque tanto el cliente de Montemar, como el mendocino, está acostumbrado a la atención presencial y la valora mucho. La atención digital requiere no solamente que estén los sistemas sino que el usuario los aprenda a utilizar. Por lo tanto, se han reforzado: la atención en Whatsapp, redes sociales y call center para poder ayudar al cliente a operar en forma virtual.
- El índice Prisma reveló que hay una caída del 23% en el uso de las tarjetas de crédito. ¿A qué razones atribuye el desplome?
-La caída del consumo con tarjetas de crédito puede explicarse por la confianza del cliente en la economía. Cuando el consumidor comienza a ver que se resiente, que empieza a tener incertidumbre sobre su fuente laboral, comienza a retraerse, direcciona su dinero para adquirir los bienes esenciales. Por otro lado, cuando la gente ve la posibilidad de que sus ingresos se retraigan, trata de evitar las deudas.
-Hacia el futuro ¿cómo ve el mercado financiero?
-El sistema financiero, como todos los rubros de la economía, tiene que ir aggiornándose y modernizándose respecto de las nuevas demandas que tiene la población. El sistema financiero de Argentina de por sí es muy chico. Tiene muchas limitaciones porque la moneda nacional no es de confianza, por la falta de confianza en el Estado. La confianza en la moneda es la base para que el sistema crezca y pueda apalancar la economía. La gente debe confiar en el Estado y en la moneda nacional. Si se logra generar esta confianza, el sector financiero va a crecer y va a apalancar a las distintas actividades.
Independientemente de esto, el sistema debe aggiornarse, tiene que entender que hay nuevos jugadores como las fintech, que están por fuera de lo regulado y debemos competir en este entorno. Desde Montemar este tema lo trabajamos fuertemente para tener una oferta tradicional pero a su vez también tener una oferta digital que vaya en paralelo al negocio tradicional. Son dos unidades de negocio distintas porque la forma de gestionarlas no tiene puntos de comparación.
- ¿Qué política es necesaria para que comience a rodar el círculo virtuoso de la economía?
-Es una respuesta amplia, porque la economía argentina está signada por muchos años de ir contra políticas de crecimiento del tipo libre competencia, Argentina se pasa el tiempo sumando más limitaciones, más barreras para el crecimiento, para constituir una empresa o para contratar personal y esto en lugar de dinamizar la economía lo que hace es bloquearla. Nuestro país es un fiel reflejo de que cuánto más regulaciones hay menos actividad. La regulación viene de la mano de más Estado y el Estado actualmente es insostenible.
La discusión ya no tiene que ser si el Estado es grande o chico, sino si el sector privado está en condiciones de sostener este nivel de Estado o no. El tamaño del Estado ha superado ampliamente la capacidad del sector privado para poder sostenerlo. El único que puede llevar a la Argentina en un proceso de crecimiento es el sector privado. Para esto hay que sentar bases que perduren en el tiempo y fomentar la libertad de negocios. Un ejemplo de los últimos días, es la ley de teletrabajo que, en lugar de fomentar esta modalidad, le pone trabas. Hay empresas que lo han tenido que implementar a causa de la pandemia pero, cuando esta pase, volverán al formato tradicional porque hay razones evidentes de costos que hacen que el teletrabajo no sea una noticia elegida.
- ¿Cómo piensan la empresa a futuro?
-Tenemos una entidad con 63 años de antigüedad. En nuestro caso la característica principal es cumplir con los mendocinos. En las plazas en donde operamos nosotros, hemos hecho de la solidez, la tradición y de la perdurabilidad, valores fundamentales. Tratamos de ser excelentes en la atención al cliente y esto mismo hay que trasladarlo a los negocios virtuales y digitales. Lo digital permite una expansión geográfica ilimitada, cuando en el negocio tradicional la geografía es trascendental porque implica abastecimientos y sucursales. El mundo digital es más democrático porque no importa si la entidad que está por detrás es my grande o muy chica, sino si sabe hacer negocios y si el cliente se siente bien atendido. Creo que es una gran oportunidad para empresas como las nuestras para mostrar sus valores de formas innovadoras y entendemos que Montemar será un jugador clave en años venideros.
-El Covid-19 trajo aparejados cambios en las formas de realizar el trabajo. ¿Cómo han abordado ustedes está necesidad?
-La pandemia ha sido un desafío enorme para todas las empresas. En nuestro caso –por ser considerada una actividad esencial- hemos estado trabajando sin parar desde que comenzó la cuarentena.
Lo principal es cuidar a nuestros clientes y a nuestro personal, con lo cual hemos implementado todas las medidas de protocolo sanitario, como las de protección personal como el uso de mascarillas, barbijos, guantes, estar provistos de alcohol en gel y colocar ozonizadores en espacios donde hay más concentración de personal. Tratar, en la medida de lo posible, que todo el personal que pueda hacer trabajo remoto pueda hacerlo, abasteciéndolos de las herramientas que ha necesitado para poder operar.
El personal ha puesto mucho empeño para poder ajustarse a las nuevas formas de trabajo. La empresa se adecuó y el poder ajustarse a las distintas situaciones muestra otra de las características de Montemar, la que le permitió construir una trayectoria de 63 años.
-¿Qué condiciones son necesarias para liderar el mercado?
-Por ahora, si bien la actividad está más abierta en Mendoza, los niveles de colocación proyectados para 2020 –previo a la pandemia- no se están alcanzado. Lograr colocar lo que más se pueda, será la clave.
Perfil
Humberto Pagano. Es el presidente del directorio de Montemar Compañía financiera, empresa en la que ocupó varios cargos. Fue director, vicepresidente y también director ejecutivo de expansión de la entidad. Comenzó a estudiar Ciencias Económicas, luego obtuvo una Diplomatura en Gestión Gerencial. Su impronta está puesta en el área de Responsabilidad Social Empresaria.
Además en el ámbito del deporte, presidió el Tiro Federal de Mendoza, el club más antiguo de la provincia, y conduce la Confederación Mendocina de Deportes.