HSBC acordó la venta de su filial argentina al Grupo Financiero Galicia por 550 millones de dólares, por lo que dejará de operar el país. Se centrará en sus operaciones en Asia.
“Esta transacción es otro paso importante en la ejecución de nuestra estrategia y nos permite enfocar nuestros recursos en oportunidades de mayor valor en nuestra red internacional”, dijo el director general de HSBC, Noel Quinn, en un comunicado.
“HSBC Argentina es un negocio principalmente enfocado en el mercado doméstico, con una conectividad limitada con el resto de nuestra red internacional. Además, dado su tamaño, también genera una volatilidad sustancial en las ganancias del Grupo cuando sus resultados se convierten a dólares estadounidenses”, explicó Quinn respecto a la decisión, dejando en claro críticas al mercado argentino y los vaivenes cambiarios y monetarios.
El monto de la negociación para que la filial argentina de HSBC pase a manos de Galicia fue de 550 millones de dólares, aunque se informó que ese valor “se ajustará por los resultados del negocio y las ganancias o pérdidas de valor razonable de la cartera de valores de HSBC Argentina durante el período entre el 31 de diciembre de 2023 y el cierre de la operación”.
La transacción se espera que sea completada dentro de los próximos 12 meses, ya que se deben lograr algunas aprobaciones regulatorias. “Tenga la seguridad de que estamos comprometidos a apoyarlo y haremos todo lo posible para garantizar una transición ordenada”, dijeron desde HSBC a los clientes en el comunicado.
Galicia adquirirá todos los negocios de HSBC Argentina que incluyen el Banco, Asset Management y Seguros junto con USD 100 millones de la deuda subordinada emitida por HSBC Bank Argentina y en poder de otras entidades de HSBC.
HSBC Argentina tiene una red de más de 100 sucursales, aproximadamente 3.100 empleados y brinda servicios a alrededor de un millón de clientes.
En 2023, generó ingresos por 774 millones de dólares, reconoció 107 millones de dólares en cargos por pérdidas de crédito esperadas e incurrió en 428 millones de dólares de costos operativos, resultando en una utilidad antes de impuestos de 239 millones de dólares.
Con esta operación, el Galicia es el mayor banco privado de Argentina por su cantidad de activos. Se despegaría del Macro, que había fortalecido su posición tras la compra del Itaú.