La llamada “segunda ola de coronavirus”, con su consecuente intensificación en los contagios, generó un incremento en la demanda de oxígeno para el sector médico. Como se trata del mismo insumo que utilizan el sector industrial y la construcción, las empresas de esos rubros están empezando a ver señales de desabastecimiento y aumentos de precios.
El oxígeno es clave para actividades como la siderurgia y la fabricación de electrodomésticos de la línea blanca. Es un gas clave en tareas de combustión y oxidación, pero por tratarse de un producto esencial para el cuidado de la salud de personas con enfermedades respiratorias (en muchos casos, cuadros provocados por Covid), se reserva para el sector sanitario.
Uno de los primeros efectos de la escasez a nivel país, fue el cese de actividades de la acerera Gerdau (brasileña con sede en Santa Fe). A la hora de anunciar su decisión, la compañía informó que debía dejar operar porque “se encuentra afectado el normal abastecimiento de oxígeno”, insumo crítico para la producción de acero en su planta.
La misma firma, señaló que debió parar “la planta de laminación por desabastecimiento”, y que lo mismo ocurrirá con la operación de transformación en frío. Al mismo tiempo advirtió que no podrá cumplir sus compromisos con clientes de la industria y de la construcción de obra privada y pública, y de los contratos de exportación.
En la misma provincia, marcas como Electrolux o Briket (electrodomésticos) afirmaron mermas en su producción por idéntica razón, y se espera que, de continuar esta situación, se vea afectada la metalmecánica, y otras industrias, como la aceitera, que también utiliza oxígeno en sus procesos de fabricación.
Escasez y mayor precio
Los corralones de la provincia ya muestran problemas para adquirir chapas y otros productos a base de acero. Según indicaron a Los Andes, desde un corralón de la zona de Guaymallén, no pueden “cotizar porque no saben a qué precio va a entrar la nueva mercadería”, así como no saben cuándo tendrán stock para cumplir con las entregas.
Hace poco menos de un año sucedió lo mismo con el hierro, según recuerdan los comerciantes, y aunque esto tuvo que ver, en parte por un aumento en la demanda, y en parte por una merma en la producción desde las fábricas ubicadas en Buenos Aires (que tenían que trabajar con rubros rotativos por casos de Covid), la situación afectó el precio de los productos. Estiman que lo mismo sucede ahora con el acero.
El ingeniero Daniel Dimaría, presidente del Centro de Ingenieros de Mendoza, advirtió que “en abril, algunos comercios grandes ya no vendía acero por falta de stock”, y explicó que desde las fábricas se está enviando muy poco material, “lo que provoca que quienes tienen algo de oferta, aprovechen para aumentar los precios”.
De igual manera, el relevamiento mensual de precios del Centro de Ingenieros reveló que algunos insumos han subido cerca del 100% en un año. Materiales con una fuerte influencia del aumento del dólar como el hierro o el acero, se han mostrado relativamente estables en los últimos meses, a falta de sobresaltos de la divisa, pero la escasez de oxígeno promete nuevos inconvenientes para la industria.
De acuerdo con el empresario Mario Yaser (Círculo de la Construcción de Mendoza), el problema no es mayor porque “hay poca actividad en la provincia”. Sí se han presentado a licitaciones, y para cumplir con el proceso tuvieron que pedir precios, pero el constructor señaló que, “esto no es garantía de que luego el material esté disponible”.
“El año pasado sí tuvimos problemas, para conseguir productos fundamentales para nosotros. El acero y el hierro están en todos los procesos, desde fundaciones, columnas, etc., y en cuanto a precio, siempre se movieron acompañando al dólar, y la escasez generó un aumento del precio histórico el último año”, cerró.
Industrias a la espera
Por medio de una resolución conjunta entre el Ministerio de Salud, y el de Desarrollo Productivo (6/2021), publicada a fines del mes de abril, el Gobierno Nacional dispuso priorizar el uso del oxígeno para el sector sanitario, debido a “que el aumento en el crecimiento del número de casos es más rápido y de mayor magnitud que en 2020”, lo que produce una “tensión del sistema de salud”, por las “nuevas variantes del SARS-CoV-2”.
En la misma normativa se señala que los niveles de ocupación del sistema sanitario en 13 provincias del país superan el 90%, y que “si se mantiene el ritmo actual de casos diarios, la demanda estimada de oxígeno se espera entre 1.030 tn/día y 1.506 tn/día, sobrepasando la capacidad máxima del sector, que no supera las 860 tn/día”.
La misma resolución estableció que por un plazo de 90 días corridos (desde el 28 de abril), las productoras (entre las más grandes del país se encuentran Praxair, Indura y Air Liquid), y todos los que integran la cadena de distribución del oxígeno, no podrán aumentar sus precios. Para su control, se designó la creación de una “Comisión de Monitoreo de Insumos Críticos para la atención de Covid-19”, integrada por los titulares de los ministerios de Salud (Carla Vizzotti), y Desarrollo Productivo (Matías Sebastián Kulfas).