El ministerio de Economía que conduce Martín Guzmán saldrá hoy al mercado para colocar deuda por 702.700 millones de pesos a través de una serie de letras y bonos, entre los cuales el 33,4% está ajustado por inflación, después de una señal de cautela que dio el mercado de capitales local en abril.
La estrategia del Gobierno ha sufrido variaciones en los últimos meses. Por el recrudecimiento de la inflación, el mercado se puso más exigente con los rendimientos. Así, Economía se focalizó más en extender los plazos que en pretender bajar las tasas.
En un contexto en el que el Banco Central también tuvo que subir las tasas a su deuda para poder seguir esterilizando emisión monetaria, el de este jueves será un test importante para el Tesoro, , que colocará Lelites, Ledes, Canastas de Lecer, Bono Dólar Linked, Boncer y Botes.
El primer cuatrimestre cerró con un financiamiento neto de 572.940 millones de pesos y una tasa de refinanciamiento del 129%. Es dinero que el Gobierno usa para reducir la dependencia del Banco Central en el marco del programa acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya primera revisión finaliza formalmente este viernes.
Por el Memorándum de Entendimiento con el FMI, el Gobierno tiene para este año un techo de financiamiento vía emisión monetaria que alcanza el 1% del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a unos 705.228 millones de pesos, aproximadamente. Para 2023 ese techo se reduce en términos reales, bajando al 0,6% del PIB y para 2024 es cero.
En materia de déficit fiscal, el acuerdo con el FMI prevé un rojo primario de 2,5% del PIB en 2022, que se reducirá a 1,9% en 2023, y a 0,9% en 2024. Esto indica que este año el Gobierno deberá emitir deuda neta en pesos por 1,5 puntos del PIB, equivalente a 1,06 billones de pesos, para tapar el agujero fiscal.
Una señal de alarma
A pesar de que el refinanciamiento alcanzó el 129% en todo el cuatrimestre, en abril se prendió una luz amarilla. El Tesoro enfrentó vencimientos por 700.990 millones de pesos y colocó instrumentos por un valor efectivo de 632.776 millones de pesos.
Esos datos indican que el Gobierno no logró refinanciar todo lo que venía y mucho menos acceder a que el mercado le preste dinero para cubrir parte del déficit fiscal. Faltaron 68.214 millones de pesos, lo que implicó un refinanciamiento de 90%.
En línea con la política de extensión de plazos, las emisiones de instrumentos nominales alcanzaron un plazo promedio ponderado de 4,4 meses (incrementando un mes) en abril y las de aquellos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia o inflación) se ubicaron 25,1 meses (aumentando 10,6 meses).
En relación a las tasas de emisión, las colocaciones del mes mostraron un incremento mensual y alcanzaron una Tasa Interna de Retorno (TIR) efectiva anual promedio ponderada de 56,8% para instrumentos nominales y de 0,6% para instrumentos ajustables por CER.
Según un informe de la secretaría de Finanzas que conduce Rafael Brigo, el stock de deuda pública en moneda local mostró un incremento mensual del 5,8%, equivalente a 544.802 millones de pesos.
Esto se explica por el aumento en 7% de instrumentos ajustables por CER ($540.243 millones) y en 0,3% de instrumentos nominales ($4.558 millones). Los instrumentos dólar linked evidenciaron una caída en el stock de 10,7%. Los instrumentos en dólares no mostraron variaciones en el último mes.
Los vencimientos proyectados para el resto del año alcanzan un monto de 4,1 billones de pesos. El 58,6% corresponde a acreedores privados y el 41,4% a acreedores públicos.
Mirando lo ocurrido en abril, se observa un crecimiento de la participación de deuda ajustable por CER en comparación con el mismo mes del año pasado. Esto es porque los inversores privados (principalmente bancos) están reaccionando a la escalada inflacionaria para no perder capital en el camino.
En relación al stock de deuda por plazo, hay un crecimiento de la participación de deuda a corto plazo durante 2021, pero una reversión en lo que va de 2022, donde gana participación la deuda a mediano plazo.