Gobierno de Mendoza dejará de financiar el IDR y el IDC: qué pasará con estas estructuras

Se buscará optimizar el uso de aproximadamente 1,700 millones de pesos. Trabajarán programas específicos por proyecto.

La cartera que comanda Rodolfo Vargas Arizu seguirá impulsando temas o programas de trabajo del sector privado. - Foto: Archivo / Los Andes
La cartera que comanda Rodolfo Vargas Arizu seguirá impulsando temas o programas de trabajo del sector privado. - Foto: Archivo / Los Andes

Si bien aún restan algunos trámites operativos para definir la situación final, el gobierno de Mendoza ya decidió dejar de participar como socio fundador en el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC) y el Instituto de Desarrollo Rural (IDR), lo que implicaría dejar de financiar estas dos entidades a partir del 1 de julio.

La provincia proyecta así un ahorro significativo de aproximadamente $1.700 millones mediante la quita de aportes a los institutos IDR e IDC, además de ajustes en el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (IDITS). El IDR, que emplea a 33 personas, y el IDC, con 14 empleados, serán objeto de cambios estructurales. Fuentes del Ministerio confirmaron que la quita de aportes a ambas instituciones es parte de un plan de eficiencia orientado a optimizar el uso de los recursos disponibles.

El gobierno considera necesario replantear los aportes en un contexto de crisis. El ahorro estimado se desglosa de la siguiente manera: aproximadamente $1.000 millones provendrán del IDR, entre $ 500 y $ 600 millones del IDC, y menos de $ 100 millones del IDITS, gracias a su autosuficiencia derivada de la operación del Puerto Seco.

La retirada del Ministerio del IDC y el IDR fue justificada como una medida necesaria para redirigir los fondos hacia el sector productivo, optimizando al máximo el uso del personal y las actividades que pueden ser gestionadas con los recursos actuales.

Sin embargo, no se habla de cierre. Las decisiones finales sobre el futuro de los institutos recaerán en sus respectivos consejos de administración y asambleas, dado que ambos tienen componentes públicos y privados, aunque el único aportante es el Estado. Por lo que será necesario evaluar cómo continuarán sin la participación del “Estado” y si se buscará otro tipo de financiamiento para sostener la estructura.

Precios, estudios y pronósticos

El Instituto de Desarrollo Rural (IDR), fundado en 1998, se encarga de realizar pronósticos de estimación de cosecha para gran parte de la actividad frutícola y hortícola. Además, lleva a cabo el relevamiento semanal de precios de frutas y hortalizas en el mercado mayorista, información que diario Los Andes publica en su suplemento Fincas desde hace más de 11 años.

Desde el Ministerio de Producción de la provincia confirmaron que asumirán varias de las funciones que actualmente desempeña el IDR tras su prevista reestructuración, aunque serán gestionadas a través de proyectos específicos. Esto podría traducirse en menores costos, ya que se espera que el manejo sea más flexible y eficiente que el modelo actual. En principio, se continuaría con la provisión de pronósticos de cosecha, manteniendo estimaciones para frutas como ciruela, durazno y cereza, así como otros relevamientos.

Según explicaron desde la provincia, se planea realizar estas tareas con sus propios equipos, sin las “estructuras rígidas y pesadas” del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), adoptando una metodología de trabajo por proyectos. Esta estrategia permitirá contratar profesionales específicos para cada actividad, de manera que los proyectos puedan comenzar y finalizar eficientemente, sin incurrir en gastos corrientes innecesarios.

En tanto, el IDC, fundado en 2006 con el objetivo de fortalecer el tejido comercial de la provincia e incentivar la competitividad, cuenta también con un observatorio de comercio que ha sido útil para la toma de decisiones. La continuidad de este observatorio deberá ser evaluada en el marco de los cambios estructurales propuestos.

Según explicaron en un comunicado, Ministerio de Producción está interesado en impulsar programas y temas de trabajo surgidos de iniciativas del sector privado, consensuadas en sus entidades representativas. Considera que el sector privado es quien mejor conoce las herramientas y medidas que necesita del gobierno, dentro de las posibilidades presupuestarias.

Ejemplos de esta orientación son el Programa de Fortalecimiento Institucional para el Impacto en el Desarrollo Regional y Pymes, recientemente lanzado, que destina fondos para que se formulen proyectos que potencien las actividades de Pymes en toda la provincia. Otros programas relevantes incluyen Mendoza Escala y Mendoza Semilla para emprendedores, así como los Programas de Empleo y Capacitación, en los cuales han participado más de 10 mil empresas y más de 25 mil mendocinos en los últimos cuatro años.

¿Qué pasará con los empleados?

En cuanto al futuro de los 33 empleados del Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y los 14 del Instituto de Desarrollo Comercial (IDC), desde el Ministerio de Producción se indicó que la decisión sobre su reubicación o eventual participación en nuevos proyectos recaerá en el directorio de cada instituto. El directorio deberá evaluar cómo proceder y, en caso de discontinuar sus tareas, cómo se pagarán las indemnizaciones correspondientes.

Respecto a los salarios del IDR e IDC, se confirmó que algunos empleados de estos institutos reciben sueldos significativamente más altos que los de la Administración Central. En áreas operativas, los sueldos oscilarían entre $ 900.000 y $ 2,4 millones, lo que evidencia una disparidad salarial financiada por el gobierno, desalineada con los sueldos estatales para funciones comparables.

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