La enogastronomía mendocina está pasando, sin dudas, por su mejor momento. Con reconocimientos, premios y la atención de turistas locales e internacionales puesta en lo que se puede comer y beber en la provincia, la renovación de la oferta se ha convertido en sine qua non para no perder esas miradas.
Más allá de algunos sitios que ya se han convertido en clásicos de Mendoza, tanto en el entorno de las bodegas como en el centro de la ciudad encontramos nuevas alternativas que diversifican la oferta para los comensales. Así, en las últimas semanas abrieron sus puertas o se presentaron menús para todos los gustos. Desde una clásica propuesta de pasos maridados con vino, pasando por opciones más desestructuradas, hasta una variante certificada por la Accademia Nazionale Pizza DOC.
Una experiencia “Brutal”
Con un ambiente íntimo y exclusivo -con capacidad solo para 30 comensales- abrió sus puertas “Brutal”, un nuevo restaurante liderado por el chef Claudio Lucero.Ubicado en la emblemática calle Belgrano al 1129, a solo metros de algunos de los hoteles más importantes de la provincia, ofrece una experiencia de fuegos, inspirada en lo salvaje y primitivo, pero sofisticada, con la técnica y el producto como prioridades.
Creado por el experimentado chef y otros tres socios (Leandro Kolton, Leonardo Hoffman y Federico Aforti) ofrece dos tipos de menú de pasos: uno de cinco y la versión extendida de nueve. A eso se le suma la posibilidad de acompañar con una extensa carta de vinos compuesta por las principales bodegas de alta gama del país o con el maridaje sugerido por la casa.
Sin encasillarse en un solo estilo o técnica de cocina, en ambas versiones se pueden encontrar pesca, carnes de distintos animales, hongos y pastas. El punto en común es la fusión de la cocina de montaña y campamento con la alta gastronomía. El plato estrella del restaurante es la Picaña madurada, un ejemplo de esta fusión de técnicas y sabores. “Es un plato complejo que involucra un madurado en hongos para realzar los sabores, seguido de una cocción a baja temperatura y un acabado en la parrilla”, compartió Claudio Lucero.
La Experiencia Brutal la completa la coctelería del lugar, donde, según el mismo chef, también se puede apreciar lo distintivo del concepto del restaurante. “Si bien ofrecemos algunas opciones de tragos clásicos, hemos desarrollado una cautivadora carta de coctelería centrada en el whisky, reflejando así el gusto y la pasión de nuestros socios por esta bebida”, completó Lucero.
Un almuerzo entre “Parrales”
El talento que Patricia Courtois despliega en 5 Suelos Cocina de Finca, el restaurante de Durigutti Family Winemakers, ahora se ha trasladado también a los “Parrales” del lugar ubicado en Las Compuertas. Para aquellos que buscan una opción más relajada, al aire libre y para compartir, nació esta nueva propuesta en los jardines del restaurante.
Inmersos prácticamente en el viñedo y a metros de la huerta orgánica de donde “la Courtois” saca muchos de sus ingredientes, el restaurante ofrecerá hasta finales de abril todos los días al mediodía esta opción de platitos creados con productos frescos del día, ideales para compartir, que pueden ser acompañados por una cuidada carta de vinos con opciones por copa o por botella.
A los ya conocidos Menú 5 Suelos y Menú Historia, Durigutti Family Winemakers incorporó esta opción que funciona en un espacio con livings en los exteriores del salón principal. Allí, los comensales podrán elegir entre una diversa carta de platos que pueden ir cambiando día a día -incluso se pueden dar algunas sorpresas con platos inéditos de la chef-, ya que la cocinera del lugar los va seleccionado según la disponibilidad de productos frescos y la estacionalidad de los mismos.
“Son platos que hablan de estacionalidad y representan la cocina de finca que hacemos en 5 Suelos, pero con una impronta informal y relajada, ideales para maridar con los vinos de la finca como Proyecto Las Compuertas o Inframundo. La idea es dejarse sorprender con la propuesta y simplemente disfrutar”, comentó Patricia Courtois, chef ejecutiva, quien además resaltó que la libertad del menú le permite a los comensales jugar con la elección de los platos y los maridajes con las casi 80 etiquetas que dispone la bodega.
Con acento italiano
Volviendo al centro de la Ciudad de Mendoza, esta vez en la esquina de Perú y Gutiérrez, encontramos un nuevo espacio para disfrutar de la “Vera Pizza Napolitana”. Allí, Napo, restaurante de origen italiano, abrió su tercer local en la provincia, donde los clientes podrán encontrar una variedad de pizzas certificadas por la Accademia Nazionale Pizza DOC.
Abierto todos los días de 12 a 00.30, el local se suma a sus otras sucursales que se encuentran en el complejo Candelas Plaza, de Chacras de Coria y en Urban Mall de La Puntilla. Además de la tradicional pizza al mejor estilo de Nápoles, ofrecen una variedad opciones de pastas, un café de especialidad, la Birra Artegianale, una ponderación al vermut y los aperitivos, y todo lo que tiene que ver con el “sentir italiano”.
Desde el 2017, la pizza napolitana fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco. Es prácticamente una labor de orfebrería donde cada detalle cuenta. Por eso, no se ha reconocido solo el producto, sino fundamentalmente “el arte tradicional de los pizzaiuoli napolitanos”. Desde Italia, Napo ha sido certificada por la Accademia Nazionale Pizza DOC y también su chef y propietario, Mauro Menendez, como un Pizzaiolo napolitano.
“Algunos nos animamos a rendir las exigencias de los napolitanos y ser sus embajadores en el mundo con la ‘vera pizza napolitana’, que sus características radican en la calidad de la harina, el tiempo de fermentación y que se elabora con agua mineral. Nuestras pizzas tienen 72 horas de fermentación, lo que la vuelve mucho mejor a la digestión y es bien ligera”, sostuvo Mauro Menendez.
La conexión entre la comida y el fuego
Con capitales argentinos y brasileros, en las últimas semanas vio la luz Ronda Casa de Vinos. Ubicado en la calle Cobos de Perdriel se trata de un emprendimiento vitivinícola y gastronómico que elabora partidas especiales de vinos y cuenta con el restaurante Kuro, a cargo del chef Lucas Olcese.
Kuro Restó funciona al aire libre en un amplio jardín de la bodega, “una unión entre el fuego y la cocina”, como lo describió el chef con amplia experiencia en la gastronomía mendocina. “Kuro” significa “negro” en idioma japonés, y según sus creadores “evoca la profunda conexión entre la comida y el fuego”.
Olcese lo define como “una cocina simple, con platos para compartir y degustar sabores característicos de nuestra cocina, priorizando siempre la estacionalidad de los productos”. Entre otros platos, la carta incluye tortilla de papas y alioli; mollejitas con gremolata cítrica; hummus de zanahoria, sweet chili y cebollas asadas; provoleta, tomate y albahaca fresca; tempura de vegetales y salsa agripicante; ojo de bife; cordero, y trucha a la chapa con arvejas, menta y limón confitado.