El último mes cerró con la entrega de la Etapa I de la torre de mayor envergadura que se encuentra desarrollando Natania en el interior del país. La misma está ubicada en Godoy Cruz y demandó una inversión de más de $620 millones, que se seguirá incrementando a medida que se completen las etapas dos y tres, entre el próximo año y el siguiente.
La empresa lleva 14 años en la provincia con “una propuesta habitacional” que contempla a las familias que “necesitan un lote y una vivienda con un financiamiento al 100%”. “Buscamos la solución habitacional para la gente de trabajo, o el joven profesional que, por lo general no tiene acceso a créditos del IPV (de vivienda social) porque supera los ingresos requeridos, pero no tiene suficientes para obtener financiamientos bancarios”, explicó al respecto Francisco Lola, gerente de Natania Mendoza, quien explicó a Los Andes el modelo de negocio y las posibilidades a las que pueden acceder las familias mendocinas.
- Se sigue invirtiendo en Mendoza. ¿Qué han encontrado de particular en esta provincia?
- Natania hizo pie en Mendoza con una propuesta habitacional para quienes necesitaban un lote y una vivienda con financiación al 100%. Hasta ahora hemos entregado 1.500 unidades (entre lotes, casas y departamentos) en distintas zonas del Gran Mendoza.
Buscamos una solución habitacional para la gente de trabajo, con un sistema innovador que la gente pueda pagar, una cuota en base a su capacidad de pago. Eso les da la posibilidad de tener una casa en un período de entre 5 y 7 años (promedio según las experiencias de los nuevos propietarios). También tenemos la oportunidad de reducir esos plazos con “Natania directa”, para quienes tienen algo ahorrado y pueden acceder a una unidad y después seguir pagando.
En noviembre de este año entregamos la torre más grande del país, contando las ocho provincias en las que estamos. El edificio completo va a tener 193 departamentos con cocheras, 10 locales comerciales y se va a completar en tres etapas hasta 2023.
En definitiva, el hecho de que una empresa apueste por Mendoza, demuestra que ha logrado un crecimiento sostenido. En nuestro caso hemos encontrado terrenos y ubicaciones con los que la gente se ha sentido muy cómoda.
Cuando se administran bien los fondos, se ve que se pueden entregar viviendas. Los resultados se han visto con el tiempo.
-¿Qué planean a futuro? ¿Nuevos emprendimientos?
- Vamos a entregar viviendas en Guaymallén (20 unidades), Maipú (15), y Luján de Cuyo (Drummond, 60 unidades de las 180 que están previstas para los próximos dos años). Por otro lado, estamos en la búsqueda de un nuevo terreno que tendremos listo para anunciar en enero.
Fuera de Mendoza, se puede mencionar que hace seis meses iniciamos un proyecto de torres en Buenos Aires.
- La inestabilidad económica siempre es señalada como el principal problema a la hora de ofrecer planes de vivienda. ¿En qué se diferencia el sistema por el que ustedes construyen y después cobran las cuotas para recuperar la inversión?
- Trabajamos con una fórmula polinómica que incluye el índice de la construcción, a valor real. Es un sistema transparente que incluye los aumentos de precios que tienen las constructoras y nosotros los trasladamos a los futuros propietarios.
Es una forma en que la gente pueda, realmente, trasladar sus ahorros al sector inmobiliario, y que viene funcionando desde que la empresa se iniciara como cooperativa, y también luego, cuando se constituyó el fideicomiso (figura por la que una persona entrega a otra la titularidad de activos para su administración, durante un plazo determinado, a fin de obtener resultados).
Además, nosotros damos la posibilidad a la gente de que elija un plan de acuerdo con sus posibilidades de pago. Natania está abierto a toda la clase media (baja, media o alta). La apuesta es tratar de que muchas familias puedan dejar de alquilar y pasen a tener su hogar.
- ¿A cuánto asciende una cuota de un plan de Natania?
- Hoy estamos hablando de $11.000 o más, para un lote en 24 meses, o para un plan de vivienda largo. Es dinero que, en su mayoría, disponen personas de entre 35 y 45 años que buscan dejar de alquilar, o parte de la juventud de entre 25 y 35 años que buscan tener un refugio de valor en la casa propia.
Nos encontramos con personas muy jóvenes que pueden llegar a invertir con una cuota accesible, con la idea de que a los 35 o 45 años van a tener su propia casa, y van a poder vivir bien.
Pero los planes son muy amplios y el sistema es maleable. El mensaje que queremos dar a los mendocinos y a las familias es que no pierdan la posibilidad de tener una casa propia, porque no existe en el mercado una opción que sea así, 100% financiada, y en la que se puedan intercambiar planes y pasar de pagar un lote a una casa (frente a posibles variaciones en el poder adquisitivo de los suscriptore).