La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) es el organismo encargado de controlar las acciones del poder Ejecutivo Nacional. En una auditoría realizada al Fondo Fiduciario Nacional de Agroindustria (Fondagro), un fideicomiso que se utilizaba para apalancar, subsidiar o apoyar distintos proyectos relacionados con el sector, la Coviar se vio involucrada. Este tipo de herramientas fueron eliminadas desde la asunción del presidente Javier Milei. En este marco, el informe publicado por la SIGEN en junio de 2024, cuestiona diversas acciones llevadas a cabo por el Fondagro y su brazo financiero que fue el BICE (Banco Inversor de Comercio Exterior).
El documento 2024-61004079 tiene 39 páginas y declara como propósito la evaluación de la gestión desarrollada por el Fondagro durante el periodo 2022-2023 con el fin de verificar el cumplimiento de las responsabilidades y obligaciones de las partes intervinientes para el logro de los objetivos establecidos en el contrato de fideicomiso. Cerca del 95% de los aportes entregados por el Fondagro en 2022 y 2023 fueron en forma de Aportes No Reembolsables (ANR). Entre otros puntos, el informe destacó “reiteradas debilidades tanto en lo referente a la constitución de sus instrumentos normativos como en las acciones llevadas adelante por todos los actores intervinientes”.
Del mismo modo, menciona una “baja ejecución de los recursos disponibles” y evaluación del impacto de las políticas públicas implementadas. En este marco, el Anexo IV de dicha auditoría tiene el título de “Detalles de las debilidades detectadas” aparece el programa de enoturismo ejecutado por la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) junto con otras organizaciones nacionales. Los comentarios y objeciones que plantea la SIGEN se refieren a los organismos auditados como son el Fondagro y el BICE. Sin embargo, la Coviar también es mencionada por haber sido parte de este programa que dio 300 millones de pesos a unas 150 bodegas de todo el país para que desarrollaran o fortalecieran sus áreas destinadas al turismo.
“El expediente no cumple con los requisitos básicos administrativos (armado, correlatividad, secuencia, orden temporal, economía procesal, entre otros) no pudiendo determinar con claridad la integridad del mismo”, expresó el informe. Y destacó que el proyecto no cuenta con el informe de “viabilidad técnica” ni el “Económico financiero del fiduciario”. En este punto, se aclara que “la implementación y utilización de los ANR será realizado enteramente por la Corporación Vitivinícola Argentina, para lo cual este informe no tiene el alcance necesario”. En este contexto, desde la Coviar explicaron que ellos no han sido auditados por la SIGEN y que se trata de observaciones realizadas al Fondagro y al BICE.
Así, las debilidades manifestadas por la Sindicatura hacen mención a la Coviar en función de los documentos aportados por las instituciones mencionadas. “El Fondagro era un fideicomiso que aportaba los fondos para el programa de fomento del enoturismo en el marco de lo estipulado por la Secretaría de Agricultura”, detalló Carlos Fiochetta, gerente general de la Coviar. En este esquema, el BICE administraba el dinero y la Coviar lo ejecutaba junto con la Secretaría de Turismo de la Nación. Es decir que priorizaba –junto a un comité evaluador compartido- los proyectos y direccionaba los fondos cuando llegaban. En líneas generales, las bodegas que aplicaron recibieron unos dos millones de pesos para fomentar su enoturismo dividido en dos entregas. La primera entre abril y mayo y la segunda entre septiembre y octubre.
Justificaciones y cuestionamientos
Debido al éxito e interés generado por parte de los establecimientos vitivinícolas, la Secretaría aprobó una segunda partida de fondos de 300 millones de pesos que nunca se concretó en medio de las elecciones, el cambio de Gobierno y la posterior disolución de los fideicomisos. “Nosotros rendimos todo en tiempo y forma y si ha faltado información no es de nuestra parte sino del BICE y el Fondagro”, subrayó Fiochetta. Agregó que la Coviar debía rendir sus cuentas y acciones al BICE, organismo que aprobó sus documentos a tal punto que se comprometieron a una segunda parte del programa para incluir a muchos de los que se habían quedado afuera. “A nosotros la SIGEN no nos ha pedido nada y, por supuesto, tenemos todos los documentos para aportar si realizan la solicitud”, apuntó el gerente de la Corporación Vitivinícola.
Según explicó Fiochetta, el 90% de los $300 millones del programa se envió a las bodegas para los emprendimientos propuestos y con el resto se realizaron capacitaciones que están acreditadas y de las que participaron unas 150 personas. Agregó que la priorización de proyectos fue evaluada por escrito por un equipo técnico con el fin de maximizar el aporte para el sector de manera global. Del mismo modo, sumó que entre el primero y el segundo desembolso de dinero, la escalada de la inflación en 2023 complicó las proyecciones de muchos que tuvieron que achicar las propuestas, poner fondos propios o hacer ajustes diversos.
De este modo, la SIGEN no ha auditado de manera directa a la Coviar, pero sí la mencionó en varios apartados los fundamentos y documentos aportados por esta entidad tanto al BICE como al Fondagro. En este punto, realizó dos observaciones puntuales y destacó que en diversas oportunidades, BICE FIDEICOMISOS S.A. aportó que “con la documentación mencionada anteriormente, informamos que la corporación cumplió con lo establecido en el Artículo 2.2.2 de la Oferta de Aporte no reembolsable firmada por Corporación Vitivinícola Argentina”. Sin embargo, la auditoría menciona cuatro bodegas (Los Aromitos, Don Milagro, Don Celedonio y Trina) que no completaron el total de los proyectos presentados y adujeron “cuestiones económicas para atender los nuevos costos”.
Por otro lado, la Sindicatura agregó que el cumplimiento del Componente 3 (reasignación-comunicación) que no cuenta con pagos al respecto (solo proyectos y presupuestos comparativos). Además, precisaron que las rendiciones aportadas incluyeron facturas que no pudieron ser identificadas y por lo tanto asociadas al del proyecto presentado. “A modo de ejemplo se señalan transferencia a Construir Hermanos SA por $1.059.253,40 como gastos de Coviar no asociados a ningún beneficiario”.
La auditoría mencionada también pone la lupa en el modo en que se llevaron adelante otros programas del Fondagro. Entre ellos se encuentra el Fondo Rotatorio para financiar inversiones de productores vinculadas al Programa Cambio Rural de la Fundación Argeninta. También el proyecto plan Ganar, provincia de Córdoba para financiar e impulsar la pequeña producción ganadera y tambera. Por último, pone foco en el plan de mitigación de Emergencias Climáticas que se aplicó en todo el país a partir de diversas contingencias.