El 18 de marzo de 2021, se presentó la Mesa de la Producción y el Empleo, un espacio desde el cual distintas Cámaras se plantearon elaborar propuestas para trabajar en las problemáticas de mediano y largo plazo, como la generación de empleo genuino. A un año de haberse conformado, Federico Pagano, presidente del Consejo Empresario Mendocino, una de las entidades que lo integran, realiza un balance de su accionar.
+¿Cuál ha sido hasta ahora el funcionamiento de la Mesa de la Producción y el Empleo?
-La mesa está más vigente que nunca. En ese momento no estaba incorporado Acovi y, ahora, el cooperativismo vitivinícola de la provincia forma parte. Hemos seguido avanzando en el crecimiento a nivel nacional. En abril vienen los presidentes de las Cámaras que representaN la Mesa de Producción y Empleo de Córdoba, Entre Ríos y San Juan. La primera reunión presencial la hacemos en Mendoza y abarca un arco productivo muy importante, porque son cuatro provincias con perfiles de producción. Estamos avanzando firme en cada vez trabajar más unidos, con claridad de objetivos y con una mirada tanto provincial como nacional.
Respecto de las propuestas, nosotros hicimos los deberes, como se nos pidió. Presentamos en el CEAS (Consejo Económico, Ambiental y Social) cuatro proyectos muy interesantes. Pasaron todos los pasos de aprobación y quedaron los cuatro seleccionados y después, lamentablemente, hubo una votación que no estaba prevista y los proyectos quedaron en un segundo orden de prioridades.
-Uno de ellos era la propuesta de reintegrar Ingresos Brutos a las empresas que generen empleo…
Lo hemos elaborado junto con la Fundación Mediterránea y trata de cambiar la mirada de la política económica para que, en vez de que el sector privado tenga que ir a pedir subsidios al Estado, el Estado le deje los recursos. En este caso, con un direccionamiento, específicamente para empleo. Nos parece más genuino y acorde a la realidad lamentable de la provincia, que no genera empleo privado registrado.
Si bien festejamos que exista Mendoza Activa, tiene que evolucionar en cambiar las condiciones por las cuales la economía no funciona. El gobierno toma recursos de los privados y los devuelve a través de los subsidios del programa. La pregunta es: ¿por qué no deja de sacarle tantos recursos al sector privado, a través de planes como éste, con una designación específica?
Hay empresas que han aplicado al Mendoza Activa y les ha venido bien, pero para cosas que igual iban a hacer. Lo mismo pasa con el programa Enlazados: es un subsidio temporal a la contratación de empleo, pero el sector empresario que no está contratando no lo va a hacer por seis meses de subsidio. Lo que hace es aprovechar para hacer una contratación que ya tenía pensada. Son buenos programas para la salida de la cuarentena, pero ahora hay que ir hacia una cuestión de fondo y es lo que no vemos que el gobierno esté dispuesto a discutir.
Ahora que se podría decir que ya pasó lo peor de la pandemia, ¿qué medidas hacen falta por parte del Estado para acompañar el crecimiento de la economía?
Hago una analogía sencilla. Si un auto funciona perfecto y, porque dejaste la luz encendida, se agota la batería -que eso fue la cuarentena-, ponen otro al lado, hacen un puente y vuelve a arrancar. El Mendoza Activa tiene la función de ser ese puente pero a nuestro auto ya no le andaba el motor, porque no generaba empleo ni crecimiento. Entonces, se vuelve a apagar, porque no están las condiciones de base para seguir funcionando.
Una de las cuestiones más gravosas que tiene la economía mendocina y en las que puede intervenir el gobierno provincial –porque en muchas, no puede hacer nada- es Ingresos Brutos. El sector privado entendió que solamente pedir baja de impuestos no iba necesariamente a generar cambios en lo que hace falta y que su responsabilidad es generar empleo formal y registrado pero no lo genera porque, bajo estas condiciones, no tiene recursos.
Entonces, tenemos que pensar en conjunto medidas de mediano y largo plazo que devuelvan recursos al sector privado. Esto es de manual: las economías crecen cuando hay capacidad de ahorro, porque el ahorro privado, tanto de las personas como de las empresas, se vuelca en inversión. Cuando el Estado va creciendo en su carga impositiva sobre las personas, les está consumiendo su capacidad de ahorro. Lo que decimos es que no puede ser que esa capacidad dependa de que vaya al Estado a pedirle un subsidio.
-Mencionaste que hubo una votación en el CEAS. ¿Qué pasó con estos proyectos?
-Decidieron que había que establecer prioridades y esta votación, que ninguno de los miembros sabía que se iba a hacer, puso como prioridad número uno, un proyecto que habla de los senderos turísticos. Nos parece importante, pero no creemos que sea lo que cambia la historia de la provincia.
La última reunión del CEAS fue en agosto y la Mesa de Producción y Empleo sigue, por todos los medios posibles, intentando que estos proyectos se lleven adelante, porque entendemos que son en beneficio de todos los mendocinos. No tiene un interés político, sino económico y social. Si no hay empleo formal y registrado, es muy difícil que la provincia cambie los tristes números de pobreza, desempleo, de poco crecimiento de la calidad de vida.
-El acuerdo con el FMI ¿puede generar condiciones favorables?
Por lo pronto, lo que estamos viendo con mucha preocupación es que la solución es siempre la misma: más impuestos, más presión sobre la clase media y las empresas, pero jamás achicar el Estado. Es como que la Argentina se niega a reconocer que es imposible sostener el tamaño del Estado con este sector privado. Sabíamos que el Fondo iba a exigir ajustar la parte fiscal pero, en nuestro país, nunca es bajar el gasto; siempre es subir los impuestos. El sector privado no va a crecer con este agobio, con retenciones a las exportaciones, dificultades para hacer negocios, distorsiones de los mercados, la falta total de previsibilidad…
-Se habla de emprendedores y empresarios que deciden irse del país. ¿Sos de los que se quedan o estás empezando a mirar hacia afuera?
-Nosotros somos empresarios muy tradicionales de la provincia. Tenemos distintos negocios, tanto en Mendoza como en otras partes del país y seguimos apostando.
Con Montemar, estamos en un proceso de crecimiento y de inversión tecnológica muy fuerte, haciendo alianzas estratégicas con otros jugadores provinciales y nacionales. La expectativa es seguir creciendo pero con una dificultad enorme.
Estamos en el barco, en el medio de la tormenta y la seguimos peleando, porque siempre estamos esperando salir en algún momento.
No creo que haya empresario que, hasta que no se hunde, deje de pelear. Pero el que está parado en la isla y ve la tormenta, ¿se sube al barco a pelear? ¿O espera a que amaine para decidir si empieza a navegar? Con este entorno, es muy difícil que haya un proceso de inversión general en la Argentina.