De acuerdo a un estudio realizado por una consultora, este año los ajustes salariales del sector privado cerrarían hasta 11 puntos porcentuales por debajo de la inflación proyectada del 39,5%. La pandemia afectó a todos las las actividades económicas, pero le hizo mayor daño a aquellas empresas que brindan servicios o venden bienes considerados “no esenciales”. Son justamente esos rubros los que terminarían más lejos del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
De acuerdo con los resultados del informe de “compensaciones 2020 y expectativas 2021” que elabora Gestión Consultores, se puede esperar que las empresas consideradas “esenciales” cierren el año con incrementos del 38% acumulado, y las no esenciales lo hagan con ajustes que van del 28% al 32%. El análisis deja por fuera a las llamadas industrias del conocimiento, en las que se da una situación inusual en la que los trabajadores cerrarán el año con incrementos nominales de entre el 42% y el 45%.
El impacto del Covid
Paula Pía Ariet, directora de la consultora, explicó que este año las “compensaciones” salariales se encuentran enmarcadas en un contexto macroeconómico de caída de la actividad económica potenciada por los efectos de la pandemia.
“El 64% de las empresas consultadas tuvo caídas en sus niveles de venta, y para la mitad de ellas, la caída superó el 50%. Eso impactó negativamente en las compensaciones y las remuneraciones de las empresas”, comentó, durante el X Foro de Compensaciones y Beneficios, que este año se desarrolló de forma virtual.
En marzo se paralizaron los ajustes, aun los que ya habían sido planeados con antelación a la cuarentena, y mientras que algunas empresas resultaron favorecidas, muchas tuvieron serias dificultades para continuar operando.
Situaciones dispares
Los ajustes salariales se puede analizar desde dos grupos bien separados, “dentro y fuera de convenio”. Los más perjudicados son sin duda los segundos, que en su mayoría no han podido llegar a ningún acuerdo todavía. De hecho, a esta altura del 2019 estaban cerrados el 90% de los acuerdos salariales, mientras que hoy solo el 6% ha firmado un ajuste y un 30% ni siquiera llegó a abrir las discusiones. “Desde la consultora hacemos un seguimiento de 18 negociaciones salariales, y solo tres de ellas han cerrado (la consultora releva 296 posiciones y 6 clubes para tener análisis de sectores específicos)”, explicó Ariet.
“Cuando hicimos el análisis en febrero (antes de la pandemia), las empresas esperaban dar un ajuste del 20% para recomponer la pérdida de poder adquisitivo del año anterior, pero cuando volvimos a consultarlas en abril (con negociaciones ya frenadas), las expectativas eran más bajas, y se planteaba un 12% de ajuste. En junio, después de los primeros efectos de la pandemia, las empresas recalcularon sus números y pasaron a hablar de una suba aproximada del 15% para el primer semestre”, indicó Ariet.
Los trabajadores que están dentro de un convenio se encuentran en una situación algo más ventajosa, pero igualmente perjudicial. “Dentro de convenio, se ve una continuidad de la pérdida que se ha producido en los últimos años. Hoy el aumento promedio de los ajustes es del 18%, cuando la inflación estimada es del 39,5% (REM julio 2020. Si esto no se modifica, la pérdida del poder adquisitivo será muy importante.
También fue determinante la actividad económica en la que se desempeña cada trabajador. En el primer semestre, la división entre empresas “esenciales y no esenciales”, tuvo una alta injerencia a la hora de establecer los aumentos salariales. Dentro del primer grupo, las actividades vinculadas a la salud, al transporte, al gobierno, o a las industrias del abastecimiento de insumos, dieron ajustes promedio del 17%, y la mediana de los aumentos alcanzó el 15%; y para las no esenciales el incremento fue de alrededor del 13%.
La excepción fue el promedio del ajuste que dieron las empresas del conocimiento, que rondó entre el 27% y el 30% durante el primer semestre.
Incrementos pendientes
Lo positivo, dentro del escenario adverso para los trabajadores, es que aun se esperan los ajustes del segundo semestre. El 44% de las empresas que emplean trabajadores fuera de convenio esperan hacer dos ajustes de acá a fin de año, más una posible actualización a fin de año. “En octubre se daría un primer ajuste, y luego en diciembre”, detalló Paula Pía Ariet.
“Cuando le preguntamos a las empresas qué piensan hacer en este segundo semestre, el promedio general calcula un incremento del 17%. Nuevamente hay que separar entre esenciales y no esenciales, las primeras otorgarán entre un 16% y un 17%, las segundas entre el 14% y el 15%, y las industrias del conocimiento, un 19%”, explicó la economista.
De acuerdo con la titular de Gestión Consultores, un tercer año de pérdida de poder adquisitivo, generará un “aumento aun mayor de personas que buscan ingresar al mercado laboral, en busca de empleo” (para sumar un ingreso a la familia, o sumar un segundo sueldo, cuando uno ya no alcanza).
Cabe recordar que la consultora de recursos humanos Randstad presentó este mes los resultados del estudio independiente sobre employer branding, del que se desprende que el 69% de los trabajadores argentinos estaría dispuesto a resignar parte de su salario a cambio de una mayor seguridad en su trabajo. El contexto actual de aislamiento por la pandemia y las perspectivas de evolución de la economía de aquí a lo que resta del año explican el resultado.
Cómo y cuánto ajustó cada sector
El sector de consumo masivo dio ajustes en torno al 18% en el primer semestre, y con un 17% de incremento en los salarios del segundo semestre alcanzaría un 38% de incremento acumulado para todo el año. Las empresas que tienen que ver con los laboratorios y telecomunicaciones dieron un 20% en el primer semestre, y en el segundo completarían con un 17% (40% anual). La industria vitivinícola, en tanto, se movió un 18% en el primer semestre y completará con un 16% en el segundo (37% anual).
Desde Gestión Consultores detectaron que cuando hay un año con pérdida de poder adquisitivo, al año siguiente se recompone pero admiten que eso en 2021 no se replicará.
Grandes brechas salariales
Los salarios que se analizaron en la encuesta son muy variados, pero según las posiciones, se pueden establecer rangos. Así, se observó que los directores cobran entre $ 334 mil y $ 1,28 millones, los gerentes senior entre $ 192 mil y $ 626 mil, los gerentes juniors entre $ 136 mil y $ 485 mil y los jefes entre $ 70 mil y $ 350 mil. Para los supervisores, los salarios van de los $ 43 mil a los $ 261 mil pesos; los analistas semi seniors van de $ 164 mil a 38 mil; los administrativos cobran entre $ 65 mil y $ 30 mil y para los “técnicos”, el rango salarial es muy amplio (dependiendo de cada actividad), y se encuentran salarios que van de los $ 34 mil pesos a los $ 113 mil.
