La última semana ha sido una de las más convulsionadas en materia económica para el país, luego de que Martín Guzmán dejara el cargo de ministro de Economía de la Nación y asumiera en su reemplazo Silvina Batakis. Mendoza no fue ajena a los vaivenes, con un dólar rompiendo récords, incertidumbre en el comercio y aumentos de precios, por lo que algunos economistas locales tienen sus dudas sobre cómo será el nuevo rumbo del país.
El primer día laboral empezó con un dólar paralelo cercano a $280 y caída de bonos argentinos, mientras que muchas vidrieras mendocinas retiraban los precios preparándose para el remarque, que en muchas tiendas rondó el 10 % en dos días. Con el pasar del tiempo, la situación se empezó a calmar y por ejemplo, el dólar blue (termómetro de inestabilidad) había bajado a $255 para el jueves.
¿Qué opiniones despierta la flamante ministra? Carlos Rodríguez, economista y docente, rescató algunas declaraciones de la funcionaria, como ordenar las cuentas y no romper con el Fondo Monetario Internacional (FMI). “También hay que decir que ‘del dicho al hecho hay un largo trecho’, y no conocemos las presiones que pueda sufrir. Necesitará de mucho apoyo político porque van a presionarla, ya le están pidiendo un Salario Básico Universal”, analizó.
En cuanto a la subida del dólar y cómo puede afectar a Mendoza, Rodríguez recordó que la provincia es una plaza turística y que un dólar alto es atractivo para que vengan los extranjeros. “Por el lado del turismo y de quienes exportan parece buena oportunidad, pero con una macroeconomía tan desordenada te diría que, en general, vamos a sufrir los embates de la incertidumbre y de la inflación”, opinó Rodríguez.
El economista recordó también el problema de escasez de dólares para importar, un problema que puede continuar durante dos o tres meses más hasta que no sea tan necesario comprar combustible. “Estos meses serán para ajustarse y analizar el día a día”, agregó Rodríguez.
Desde el gobierno de Mendoza, opinaron que hay “un desorden generalizado” a nivel nacional. Así lo definió Sebastián Laza, asesor del ministerio local de Economía y Energía, para quien la nueva ministra “no da ninguna garantía de mejorar la situación macroeconómica” y es esperable más inflación y más inestabilidad en el dólar paralelo.
Laza remarcó la preocupación por el aumento a las restricciones a las importaciones que se vienen dando desde hace tiempo y que a fines de junio se reforzaron. “En Mendoza impacta mucho porque hay varios procesos industriales que necesitan componentes importados”, mencionó este economista en relación a industrias que necesitan componentes traídos desde el exterior. Con la nueva gestión, opinó, no parecen venir cambios en ese sentido.
“Quizás lo único que pueda llegar a tener a favor todo esto es que el dólar, mientras más alto está, más atrae turistas extranjeros, como Mendoza es una plaza turística importante. Pero por lo otro no vemos con buenos ojos lo que viene detrás de esta nueva ministra que claramente está a la izquierda de Guzmán”, afirmó el asesor del ministerio de Economía.
Incertidumbre y espera
La economista Paula Pía Ariet, directora de Gestión Consultores, no tiene grandes expectativas con el recambio de ministros en Economía: “La sensación que tengo es que no hay un cambio de rumbo de lo que se venía. Hay una profundización de las medidas, y Mendoza no está exento al resto del país. Nosotros somos una provincia que somos productora, y problemas como no tener dólares nos generan dificultades importantes en la producción”.
El problema que menciona Ariet es que las restricciones que impuso el Banco Central a fines de junio (para adquirir dólares para importar) obliga a las empresas a buscar dólares alternativos para comprar insumos, lo que hace aumentar los costos. Sin embargo, las exportaciones se liquidan al nivel del dólar oficial: pagan insumos a $270 mientras que cobran a $120, lo que mueve a aumentar el precio para ser rentable.
La directora de Gestión Consultores señaló que había un incipiente proceso de aumento de la producción, pero se empieza a estancar porque “las empresas están tomando recaudos de lo que está pasando”. Ante la incertidumbre, los empresarios evitan una nueva inversión, a la vez que la industria que no consigue insumos debe suspender actividades. “Hay empresas que llegan al nivel de que no saben si les conviene producir”, ilustró Ariet.
Otro punto de vista es el de Dante Moreno, economista asesor del PJ, para quien “era necesario un cambio” en la conducción de la economía nacional por un desgaste propio de la gestión y por las críticas continuas de la oposición y de parte del oficialismo en temas como inflación. Por cierto, cree que es muy probable que la medición de junio (se dará a conocer la semana entrante) supere el 5 %, manteniendo un piso promedio alto.
Moreno consideró que es pronto para hablar de la gestión de Batakis, ya que todavía está ordenando a su nuevo equipo, pero destacó algunos anuncios esta semana, como las intenciones de respetar el acuerdo firmado con el FMI, quizás viendo la posibilidad de “hacer alguna modificación” al acuerdo original. “Creo que se van a ir reacomodando algunas cosas, hay que darle a Batakis un poquito más de tiempo”, agregó.
Ariet analizó que seguirá el aumento inflacionario por las restricciones cambiarias (que implica pagar los insumos a un mayor costo) y porque “el mes pasado se emitieron más de un billón de pesos” que tendrán un impacto inflacionario muy alto en tres o cuatro meses. “Sí podemos decir que va a acelerarse el proceso inflacionario, pero no podemos hablar de hiperinflación”, aclaró la directora de Gestión Consultores.
Para Moreno, “hace falta implementar otras medidas y seguramente un recambio de funcionarios”, como forma de mostrar una dinámica distinta no solo en el ministerio de Economía. Este asesor del PJ recordó las críticas a “los funcionarios que no funcionan” y remarcó que, así como se cuestionó el rol de Guzmán, no descartaría cambios en otras carteras como Energía y AFIP.
La temida hiperinflación
Cuando se habla de altos niveles de inflación, a veces surge una palabra vinculada a un aumento descontrolado de precios: la hiperinflación. Aunque hay distintas definiciones, en general no se trata tanto de una línea que cruzar (superar un número X de inflación) sino de una huida sistemática de la moneda, cuando pierde tanto su valor que nadie la quiere. ¿Hay riesgo de eso hoy en la economía argentina?
El tema fue abordado hace poco por un informe del IERAL Mendoza, de la Fundación Mediterránea, ya que “en los últimos 3 meses, la inflación mensual promedio tuvo el mismo valor que el registrado entre octubre y noviembre de 1988, ocho meses antes de experimentar el mayor proceso hiperinflacionario que sufrió nuestro país”. La dinámica de los últimos tiempos encuentra semejanzas a los períodos previos de los tres episodios de hiperinflaciones registrados en Argentina (1975, 1985 y 1989).
“Sin embargo, si el gobierno cumpliera con las metas fiscales comprometidas y los desembolsos del FMI se ejecutaran de acuerdo a lo previsto, éstos serían factores compensadores, de la mano del extraordinario nivel de los precios internacionales de los principales productos de exportación del país”, señaló Gustavo Reyes, economista del IERAL Mendoza.
La economista cordobesa Diana Mondino respondió para este medio que aún es temprano para saber qué tan cierto es el riesgo con Batakis: “Si hay una emisión desmesurada y dificultades para producir, entonces está garantizada una mayor inflación. Para que haya una híper es necesario que haya una pérdida de confianza muy grande. La nueva ministro aún no ha tomado medidas que podamos analizar para ver si inspira o no confianza”.
Carlos Rodríguez explicó que los escenarios de hiperinflación en la historia económica han sido pocos, y se vinculan con una fuerte emisión de dinero, un aumento generalizado de precios y descontrol de la economía. “¿Puede ocurrir ahora? Es posible, pero también es evitable. Hoy las Leliqs del Banco Central implican 6 billones de pesos. Si eso se rompe y las medidas que se toman no son adecuadas, podés tener un escenario hiperinflacionario”, advirtió el economista.
Por su parte, Sebastián Laza cree que la inflación continuará en un nivel alto, pero no habrá una situación como la que recuerdan muchos argentinos a fines del gobierno de Raúl Alfonsín. Para el asesor del ministerio local de Economía, “vamos hacia un nivel de inflación de tres dígitos, o sea, superior al 100 % anual, pero no a una híper como la de Alfonsín que era del 3.000 % o 4.000 % anual. De ninguna manera, no están dadas las condiciones para eso”.