En tiempos en que la discusión del precio de la uva para la cosecha 2023 está sobre la mesa, los datos extraídos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) sobre la evolución de los precios del vino en góndola, se puede observar que en el último año tuvo un aumento que roza el 120%.
Analizando en frío los números del INDEC se puede apreciar que el vino le ganó al proceso inflacionario, sin embargo para el sector industrial la situación no es para nada aliciente, es más, no está ni cerca de equipararse a la inflación y solicitaron no quedarse solo con una imagen sino ver toda la película ya que “los costos subieron muy por encima” de esas cifras.
Aumento de precios vs costos
Según el índice de precios al consumidor que elabora el INDEC, tomando el periodo que va desde diciembre de 2021 a diciembre de 2022, el vino común pasó de valer $163,25 por litro a $358,25 el litro. El incremento real fue de $195 (119.4%) en los 12 meses.
Desde el sector industrial reconocieron el alza en los precios del vino en góndola y pusieron a la helada como un factor determinante en la evolución, particularmente en el último tramo del año pasado, en el comprendido entre noviembre y diciembre.
Igualmente, más allá de acompañar al índice inflacionario, los bodegueros desestimaron lo que a simple vista podría presentarse como una mejora porque “los costos están muy por encima, con insumos dolarizados que en algunos casos crecieron hasta un 145% en el mismo periodo”, indicaron.
“Entiendo la evolución del crecimiento en el precio y pego el salto principalmente en noviembre y diciembre, después de la helada del 31 octubre. Es más dio un salto del 50%” afirmó Fabián Ruggeri.
Para el presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) el incremento “fue por una cuestión fortuita, por una desgracia como fue la helada, porque si no, no hubiéramos alcanzado a trasladar ni siquiera el 100% de inflación que sufrimos los argentinos. Si no era por la contingencia terminábamos bastante complicados”.
Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina fue escueto pero concreto. “Los costos aumentaron 145% en el mismo período y el tipo de cambio varió un 78%. En el mismo período, las botellas se incrementaron un 136%. El vino tinto genérico en enero de 2022 se comercializaba en $45 el litro, hoy las pretensiones ascienden a $150 el litro y resulta muy difícil cerrar operaciones”, detalló.
Insumos básicos como el vidrio, el cartón o el corcho, las tarifas, las negociaciones salariales o el combustible son algunos de los ítems que remarcaron con incidencia directa en los costos en el último año.
“El sector (bodeguero) está peor porque tuvo que sacrificar para mantener ventas y creo que será más complejo todavía (el 2023) con cosechas muy acotadas”, expresó Villanueva”.
“El aumento de insumos explica todo y también está la helada del 31 de octubre” resumió Hugo Tornaghi, empresario vitivinícola y presidente de la Cámara de Comercio de San Rafael.
“Después de la helada se resintió la oferta y eso genera expectativas en el mercado. Aumentó de golpe un 40% lo que repercutió en las listas de noviembre y diciembre” dijo Tornaghi.
Luego de realizar el breve análisis sobre la variación del precio del vino, inmediatamente el presidente de la cámara sanrafaelina salió a pedir mesura: “hay que tener cuidado con los análisis porque así como se incrementó el precio del vino, a lo largo del año los costos subieron muy por encima de la inflación. Tenemos caída en las exportaciones y también en el consumo. La situación es muy complicada y hay mucha preocupación en el sector”.
Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina, fue extremadamente sincero y afirmó que “esa cifras (del INDEC) son realistas” y se dio “en el vino de mesa y se repitió en toda la cadena”.
“Hubo dos meses de bastante alza cuando se conoció el tema de la helada y hay un traslado de expectativa de los valores de reposición a los precios de góndola”, agregó.
Asimismo Villanueva recordó que “el aumento de insumos fue muy alto. No es el vino solamente como líquido sino toda la estructura que subió más que la inflación”.
Una morsa que aplasta la vitivinicultura
Con el relanzamiento de precios justos, el vino también está dentro del listado de bebidas que no pueden sufrir aumentos supriores a los pactados.
El programa establece una pauta de precios del 3,2% mensual promedio hasta el 30 de junio de 2023.
Durante una reunión en la Secretaría de Comercio de la Nación reiteraron que “la idea es que nada suba el 3.2% desde marzo o abril. Si las bodegas no adhieren igualmente los supermercados no van a aceptar listas con aumentos mayores”, comentó Sergio Villanueva.
“Es como una morsa, tenemos cosecha baja por la pérdida de las heladas, precios en alza (por el aumento de insumos) y a la vez un tapón arriba. El techo baja y el piso sube. Está complicado”, enfatizó el gerente de la UVA.