Desde el último mes de 2023, el precio del litro de lavandina aumentó un 138% en la región de Cuyo, mientras el detergente líquido por 750 cc subió 131% y el jabón de tocador por 125 gr, un 117%. En cuanto a los alimentos básicos, el kilo de arroz blanco simple trepó 113% en apenas tres meses; la leche fresca entera en sachet, un 109%; el aceite de girasol por 1,5 litros, 106%; y la harina de trigo común, un 101%.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publica, al difundir el Índice de Precios al Consumidor, el precio por kilo de una selección de alimentos, bebidas y otros artículos para el Gran Buenos Aires, lo que permite ir siguiendo la evolución. Para el resto de las jurisdicciones presenta la variación agrupada por regiones de una cantidad más acotada de productos de la canasta del IPC.
Así, el litro de lavandina pasó de $353,86 a $843,81 (138%); el detergente líquido por 750 cc, de $563,79 a $1.303,34 (131%); el jabón de tocador por 125 g, de $330,89 a $718,05 (117%); el arroz blanco simple por 1 kilo, de $1.052,98 a $2.247,43 (113%); la leche fresca entera en sachet, de $521,62 a $1.092,26 (109%); el aceite de girasol por 1,5 litros, de $1.386,88 a $2.857,68 (106%); la harina de trigo común, de $380,66 a $764,93 (101%).
En tanto, los productos que no llegaron a duplicarse en tres meses fueron: fideos secos tipo guisero por 500 g, que costaban $595,88 y ahora cuestan $1.137,07 (91%); pollo entero, $1.390,96 y $2.341,62 (68%); pan francés, $812,87 y $1.321,29 (63%); carne picada común, $2.315,02 y $3.716,65 (61%); huevos de gallina por docena, $1.367,76 y $1.946,50 (42%); papa, $ 565,51 y $716,24 (27%); y azúcar, $1.077,28 y $1.265,43 (17%).
Estas subas tienen un impacto significativo en los sectores de menores recursos, que destinan una mayor proporción de sus ingresos a cubrir sus necesidades de alimentación (y artículos básicos de higiene). Por otra parte, si los salarios registrados han perdido un terreno importante contra la inflación en los últimos meses, los ingresos de las familias más vulnerables, que, en general, son no registrados, suelen quedar varios puntos adicionales por detrás.
La DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia) no publica el precio de los principales alimentos, aunque sí cuáles y en qué proporción se toman para calcular la Canasta Básica Alimentaria. De acuerdo con este organismo, la CBA aumentó, en febrero, con respecto a noviembre, un 75%, e, interanualmente, un 285%.
Propuesta del Gobierno
Tomando nota de esto, y cuando ya se advertía una marcada suba del valor de venta de alimentos en la primera semana de marzo, el Gobierno nacional planteó que las promociones del tipo 2x1 o 70% en la segunda unidad, que los supermercados -y sus proveedores- empezaron a aplicar para intentar frenar la caída del consumo en lo que va de 2024, debían transformarse en bajas en el precio en góndola, para que su reducción efectiva impacte en las mediciones oficiales de inflación.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reflejó que la caída en las ventas minoristas de alimentos y bebidas -esto excluye grandes cadenas de supermercados- alcanzó un 35,2% en los dos primeros meses del año. En respuesta a esto, los consumidores buscaron ofertas y productos de segunda y terceras marcas, y a realizar compras con más frecuencia, pero en menores cantidades.
Por otra parte, el Ejecutivo facilitó, como una herramienta para intentar bajar los precios, la importación de alimentos frescos y envasados, y artículos de limpieza y tocador. Desde el viernes pasado, el Banco Central permite el pago en 30 días corridos, cuando antes se debía hacer en plazos y la cancelación se podía concretar recién en 120 días. Además, los importadores gozarán de beneficios impositivos, como la suspensión del cobro del IVA adicional y el impuesto a las Ganancias.
Desde el Gobierno plantean que los proveedores y supermercadistas aplicaron aumentos en base a expectativas de inflación muy elevada -un “escenario catástrofe” fueron las palabras del ministro de Economía, Luis Caputo-, y cuando no se cumplieron y cayeron las ventas, empezaron a bajar los precios, pero a través de promociones.