El presidente Javier Milei concretó en el primer mes de gobierno un feroz recorte de las transferencias a las provincias, situación que le suma tensión a la relación con los gobernadores: los envíos discrecionales registraron una caída interanual del 98%, que se suma a la licuación de los giros automáticos de la coparticipación.
Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que conduce el economista Nadin Argañaraz, confirmó el número que se esperaba desde que se conoció el polémico Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que el ministro de Economía Luis Caputo puso en marcha el plan de ajuste para alcanzar el equilibrio fiscal.
“En enero de 2024 las provincias recibieron $13.322 millones (crédito pagado), lo que implica una caída interanual nominal de 91% y una caída real de 98,0%. Si se considera el gasto devengado se observó una suba nominal del 36% y una caída real del 62%”, apuntaron en el IARAF.
En rigor, tal como lo remarcó la consultora, esto “implica una virtual desaparición de fondos”. Y se precisó que, “en efecto, en 13 jurisdicciones el dinero enviado fue cero”. Vale recordar que esos envíos, sujetos a la sintonía política entre la Casa Rosada y las fuerzas gobernantes en las provincias, ascendieron a $1,9 billones en 2023 y que los territorios más beneficiados fueron Buenos Aires, La Rioja, Chaco y Santa Cruz.
El relevamiento agregó que, en enero, “el devengamiento de transferencias discrecionales cayó un 62% real interanual, es decir que solamente quedó un 40% de lo que se devengó en enero de 2023″.
Todas las jurisdicciones tuvieron una caída interanual real en el gasto pagado pero las que esquivaron el cierre total fueron Corrientes (-26%), Chubut (-30%), Córdoba (-92%) y Mendoza (-98%).
El guarismo representa el resultado del “no hay plata”, una de las consignas fundacionales del gobierno de Milei. Esa postura forma parte además de los compromisos asumidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para darle continuidad al programa, tal como lo reveló el reciente reporte del staff que difundió el organismo tras liberar el nuevo desembolso por unos 4.700 millones de dólares.
En su apartado sobre la política fiscal que delineó Milei, el Fondo indica que la hoja de ruta apunta a lograr un superávit primario de 2% del PIB en 2024 y que ese objetivo se conseguirá con “una combinación de impuestos temporales (relacionados con el comercio) y esfuerzos para reducir los costos administrativos, los subsidios a la energía y el transporte, las transferencias discrecionales a provincias y empresas estatales, y gasto en infraestructura”.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indicó que “en enero de 2024 se observa un descenso de los Recursos de Origen Nacional de 12,6% en términos reales (versus una inflación estimada en 22,1%)”.
Al respecto, la consultora Politikon Chaco, en base a datos de la Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) del Ministerio de Economía, informó que las transferencias automáticas del Estado Nacional a las provincias y la ciudad de Buenos Aires ascendieron en enero a $ 2,29 billones, un 213,3% más que en el mismo mes de 2023. Su cálculo señala que la caída frente a la inflación fue cercana al 13,9%.
Esta situación mantiene en alerta a los mandatarios provinciales. El cordobés Martín Llaryora expuso los ánimos compartidos entre los más dialoguistas y los opositores: “La paz fiscal de la Nación no puede ser la paz de los cementerios”.
Por lo pronto, Milei apela a que las extremas necesidades se conviertan en su carta para negociar el apoyo político que tanto necesita para avanzar con sus programas de reformas, aunque las dificultades para acercar posiciones salieron a la luz con el complejo tratamiento legislativo de la ley ómnibus.