Las elecciones, en particular las presidenciales, generan un alto grado de incertidumbre. Este año, además, el dólar oficial está atrasado y la brecha con el blue es muy amplia, por lo que se anticipa que el cambio de Gobierno podría traer una devaluación. Ante este escenario, muchos se preguntan si conviene invertir en dólares o en bienes dolarizados.
La consultora Focus Market elaboró un informe en el que muestran las variaciones del poder adquisitivo del peso argentino frente a la divisa norteamericana, y qué hacen los argentinos para intentar resguardar el valor de su dinero en época de elecciones.
En un análisis en retrospectiva, analizaron qué sucedió en las últimas dos elecciones nacionales (2015 y 2019). En 2015, con 29 salarios mínimos se podía comprar un auto -un Fiat Palio con un valor base de $161.000-. Un año después de las elecciones, en diciembre 2016, se podía comprar el mismo auto, pero con 30 salarios mínimos. Antes de diciembre 2019, se podía comprar oro con 7 salarios mínimos. Un año después, se necesitaban 14 salarios mínimos para adquirir el mismo activo (el Salario Mínimo Vital y Móvil de 2019 era de $16.875 y el de 2020, de $20.587).
Las personas que pueden adquirir alguno de estos bienes que tienen fuerte composición de insumos en dólares, lo hacen. “Los argentinos, en contexto eleccionario, intentan adelantar escenarios, porque la especulación no es más que una forma de protección del patrimonio monetario. Nadie quiere perder poder adquisitivo y que le usurpen el valor de su trabajo”, planteó Damián Di Pace, director de Focus Market.
Sumó que las variaciones del poder adquisitivo del peso argentino frente a la divisa norteamericana no afectan simultáneamente a todos los bienes y servicios. Sin embargo, en el caso de aquellos que sí siguen el valor de esa moneda se hace evidente el intento de adquirirlos como resguardo de valor. Se trata de los que tienen mayor participación en insumos, materias primas o bienes intermedios para la producción del bien final.
Focus Market analizó varios de estos bienes y consideró la posible evolución de su precio en pesos, tomando distintos porcentajes de devaluación. Para el caso de un celular, que actualmente tiene un valor de $319.999, podría llegar a $499.198 ante un escenario de devaluación de 80%. El cálculo se realizó tomando en cuenta un tipo cambio oficial $432, tipo de cambio paralelo $885 para enero de 2024 y brecha cambiaria de 105%. En cambio, si la devaluación es del 60%, su valor será $454.399 y si es del 90%, será de $521.598.
En el caso de una computadora, siguiendo las mismas premisas, debería tener un valor de $826.798 si la devaluación es del 80% (considerando el precio de una computadora de $529.999), de $752.599 si es del 60% y de $863.898 si alcanza el 90%.
Si se toma como referencia el valor de un vehículo, de $5.133.000 en mayo, su precio podría alcanzar los $7.288.860 en enero de 2024, con una devaluación del 60%; los $8.007.480 si alcanza el 80%; o los $8.366.790 si trepa hasta el 90%.
Para el caso del dólar contado con liquidación, con una devaluación del 60% tendría un valor de $879 en enero de 2024, de $1.057 con una del 80% y de $1.157 con una del 90%.
Para el caso del oro -a US$ 2.048 a tipo de cambio CCL en mayo-, si se proyecta con una devaluación del 90%, los valores para enero de 2024 serán de $2.369.536 pesos, $2.164.736 para una devaluación del 80% y de $1.800.192 con una del 60%.
“Las proyecciones que hicimos son de diferentes escenarios de stress económico para los argentinos, con una clase política ocupada y preocupada por el resultado de las elecciones futuras más que por el devenir de lo que resta para la gestión actual. Hay escenarios, entre los más dramáticos, que muestran valores muy cercanos a los precios de la salida de la convertibilidad en términos comparativos”, indicó Di Pace.
En informe señala que la crisis inflacionaria hace que todos los argentinos que poseen capacidad de ahorro tengan que refugiarse en activos para hacerle frente a la devaluación que se acerca. Los períodos eleccionarios se encuentran llenos de complicaciones y éste que se viene, en particular, tiene un problema político y económico muy importante: atraso de precios relativos (tipo de cambio y tarifas), deuda remunerada de BCRA cercana al 10% PBI, intereses cuasi fiscales por 10% del PBI, deuda en pesos $20,7 billones en 2 años (80% indexado), demanda de pesos más baja en 20 años, reservas negativas, economía estancada hace 12 años, programa con el FMI no creíble y falta de acceso al mercado externo.
En cuanto a los motivos por lo que es esperable una devaluación, señalan que el precio del dólar oficial se mantiene estable por intervención del gobierno en ese mercado, vía venta de bonos. La consecuencia es que en algún momento ese valor, que está contenido, frente a la incertidumbre política y económica, más los fundamentos fiscales y monetarios en términos históricos, lleven a uno alcista.