En lo que va de diciembre, tanto el precio de la carne vacuna como el del pollo han tenido una suba del 50%. Esto provocó que en pocas horas se agotaran algunos de los cortes económicos que lanzó el gobierno nacional para este fin de semana. Si bien desde la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne de Mendoza esperan tener buenas ventas para el 24 y el 31, anticipan una caída marcada en el consumo a partir de enero.
Fernando Pereyra, de una sucursal de carnicería Friar, cadena que se sumó al programa nacional “Carne para todos”, detalló que el vacío de novillo (a $ 459 el kilo) y el matambre ($ 479) se agotaron el mismo sábado, ya que no les llegó demasiada cantidad. También mencionó que esperaba una mayor respuesta por parte de los clientes, porque, en ocasiones anteriores, ante este tipo de ofertas acudían más personas. En cuanto al tercer corte, de costilla de novillo (el kilo de asado estaba a $349), tuvo hasta la mañana de ayer.
El carnicero comentó que el fin de semana estuvo bastante tranquilo y que no se debe sólo al aumento del precio de la carne durante diciembre, ya que el consumo había caído aún antes de que se aplicara. De ahí que sus expectativas son que las ventas caigan con respecto a años anteriores para esta misma fecha.
José Rizzo, titular de la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne de Mendoza, detalló que algunos compradores se enojaron con las carnicerías que no vendían a esos precios –y debían pagar, en cambio, un promedio de $ 650- porque pensaban que se estaban aprovechando. Pero aclaró que se trató de un acuerdo que el gobierno nacional hizo con los frigoríficos exportadores y las cadenas, sin dar intervención a los matarifes locales.
Sobre los precios de la carne, indicó que, en diciembre, la vacuna tuvo un aumento del 50% y luego le siguió el pollo, con una suba similar, lo que tuvo un impacto en el cerdo, que ya había subido entre 50 y 60% a lo largo del año. Y agregó que, por primera vez en mucho tiempo, el precio del asado está más caro –en torno a los $ 600 o $ 700- que las blandas, más cercanas a los $ 500. Esto se debe, detalló, a que no hay tanto sobrante de exportación, lo que reduce la oferta de estos cortes.
El pollo, en tanto, pasó de los $ 100 o $ 110 a $ 180, mientras en lechón se ubica en los $ 580 y el chivo en los $ 590. Sobre el lechón, un típico plato en las mesas de Fin de Año, mencionó que es escaso ya que los productores lo transformaron en cerdo para enviarlo a exportación.
Rizzo comentó que, hasta ahora, las carnicerías que ya están vendiendo para Nochebuena y Navidad son las céntricas, ya que la gente aprovecha cuando realiza otras compras, para también llevarse carne. En cambio, en los negocios de barrio las ventas suelen producirse unas 48 horas antes de la fecha, por lo que todavía no se percibe un incremento.
El presidente de la Cámara de Industriales Abastecedores de Carne de Mendoza señaló que los carniceros locales han recibido un nuevo aumento de los proveedores, que no han trasladado al consumidor, pero que la tendencia de precios sigue en alza. Pese a eso, como la mayoría no puede salir de vacaciones y las reuniones sociales están acotadas, optará por consumir, en especial quienes han recibido el aguinaldo.
El problema, planteó, va a producirse en enero. “El valor de dos kilos de carne de asado equivale a un jornal”, señaló. Y esperó que se produzca un reacomodamiento de precios al comenzar 2021, ya que, de lo contrario, anticipa que se producirá una baja considerable en la industria y los comercios minoristas, con lo que se pondrían en riesgo las unidades de negocios más chicas y, eventualmente, los frigoríficos y las cadenas.
Consultado sobre la posibilidad de que bajen los valores, reconoció que no ha ocurrido antes, como tampoco que en diciembre se produzca una suba del 50%. De ahí que esperen que se normalicen hacia abajo. De todos modos, Rizzo resaltó que son expectativas, ya que el precio se maneja por oferta y demanda, y el principal problema fue que, cuando el productor vendió el novillo no lo repuso porque el costo del maíz se duplicó y la invernada también estaba cara. Como vio que había perdido dinero, el ganadero no se arriesgó a comprar más animales para engorde para diciembre. Y como la demanda está sostenida –”Las Fiestas no fallan”, asevera Rizzo- hay menos oferta y los precios subieron.
Se debe recordar que, después de varios meses sin modificarse, el precio de la carne vacuna tuvo una primera suba a mediados de noviembre, que rondó el 15 y el 20%. Los abastecedores mendocinos habían absorbido algunos ajustes porque el consumo estaba resentido, pero debieron trasladarlo al consumidor. Y desde entonces continuó teniendo variaciones periódicas. La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina muestra que, de enero a noviembre de 2020, en comparación con el mismo período de 2019, el consumo per cápita cayó 1,5%: se pasó de 51 kilos por año a 50,2. Pero se debe tener en cuenta que, en los primeros 11 meses de 2018 se habían alcanzado los 56,9 kilos; es decir, la baja es sobre un año de marcada reducción (del 9,5%).