En Mendoza, un par de botas de cuero puede costar hasta 90 mil pesos

La apertura de las ventas de temporada mostró un aumento significativo en los valores del calzado, desde el sector comentaron que los sectores populares buscan el financiamiento con crédito. El turismo compra productos de alta calidad.

En Mendoza, un par de botas de cuero puede costar hasta 90 mil pesos
Calzados con precios muy altos, en algunas casas del centro el par de botas supera los 90 mil pesos. Foto: José Gutierrez / Los Andes

El otoño comienza a despedirse con días de un sol templado, mientras que en las vidrieras del microcentro los artículos de invierno van ganando la atención de los consumidores. En las zapaterías una de las estrellas de promoción son las botas de cuero, que afectadas por los altos índices de inflación señalan un significativo incremento en sus precios al público respecto al 2022, con un valor -en algunos locales- de hasta $ 90 mil pesos; apalancados en la calidad de los materiales y exclusividad.

Según el último análisis de ventas minoristas, realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el sector del calzado y marroquinería tuvo en el mes de abril un incremento del 7% anual a precios reales y de un 7,3% en comparación con marzo. Durante el primer cuatrimestre, según el estudio se observó un aumento del 0,7% en comparación al mismo período del año anterior.

También se destacó que el 47,4% de los empresarios consultados enfrentó dificultades para poder reponer mercadería, y para el 96% de ellos, estas dificultades fueron iguales o mayores que las experimentadas en el mes de marzo. Por su parte, desde el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), se había señalado que siete de cada diez empresas en el país piensan que por la falta de insumos importados se vería afectada su producción.

Con distintas perspectivas

Durante los últimos 12 meses, el rubro de calzados e indumentaria ha experimentado un aumento superior al 100%, convirtiéndose en uno de los sectores de mayor afectación por la inflación. Situación que se traduce en los precios exibidos en las vidrieras de la ciudad y en su volumen de ventas. No obstante, para el comercio en Mendoza, la llegada del turismo extranjero favorecido por el tipo de cambio ha significado una bocanada de aire fresco.

Aunque de acuerdo al local, el impacto del turismo es irregular “entran consultan pero no compran. Porque por el tipo de cambio y la mercadería que tienen ellos, les sigue conviniendo comprar en su país”, comentó el vendedor de salón de una casa de zapatos de larga trayectoria en Avenida Las Heras en el recorrido que realizó Los Andes. Para otros, los consumidores extranjeros ayudan a equilibrar las cuentas.

Mientras que para el bolsillo de los mendocinos, ante los números con los que juega la inflación, renovar el calzado de invierno se ha convertido en una tarea costosa en los sectores más populares porque los precios de un par de zapatos o de botas parten desde los 15 mil y 50 mil pesos. Cierto es que el verano se despidió con un incremento promedio en el precios de los zapatos, botas y zapatillas de un 105% interanual.

Oportunidades y ventas

Muy cerca, en Nacha, Mónica está muy entusiasmada ofreciendo a sus clientas botas de vestir de caña baja, son de la nueva colección de temporada y cuestan desde $ 15 mil. “Estos modelos están teniendo una buena salida, y las ofrecemos con un descuento si la venta es en efectivo”.

En el otro extremo, explica Raúl: “La demanda de las botas de cuero aún es baja”, en la vidriera una bota de cuero de estilo cuesta desde 30 mil pesos. El vendedor de salón, en Nico, comenta que la mayoría de las ventas que se realizan a diario es a través de créditos ya sea de la casa o con tarjetas en cuotas sin interés, mientras que al referirse al efectivo agregó: “prácticamente casi nada. Ya casi no viene gente con dinero”.

En Batistella, cuentan que la temporada arrancó bien y que los valores de las botas van desde los 20 a los 30 mil pesos, “dependiendo del modelo y del tipo de bota”. Antonio señaló que “los valores de los productos en nuestro rubro han sufrido un aumento importante, porque a diferencia del calzado de primavera-verano, al tener más material se encarecen por lógica”.

Sobre el impacto del turismo en las ventas el vendedor explicó: “Sí, los fines de semana – que es cuando más cruzan-, se ha notado un poco más de consumo. Nosotros le hemos consultado a los clientes chilenos: qué es lo que no le conviene comprar, y ello han contado que por la calidad del cuero del calzado y por la variedad de los diseño, a ellos les conviene seguir comprando en Argentina calzado y cuero”.

Margenes más restringidos

Desde una tienda de calzados en San Rafael, consultado por la CAME, para su relevamiento de ventas minoristas de abril, comentaron que si bien el mes fue bueno, esperaban mayores ventas debido a las limitadas ganancias que obtienen. Un testimonio que refleja la preocupación existente en el sector y la necesidad de encontrar soluciones para impulsar el consumo y mejorar la rentabilidad de los comercios.

La escena lo completan el cartel de liquidación total y un negocio de larga trayectoria, en el centro de Mendoza, que por el alto valor del alquiler, luego de 22 años de actividad comenzó a desarmar su operación comercial. Más allá de los precios del calzado, esta situación pone en evidencia el impacto que genera la inflación en la economía local. Mientras los consumidores mendocinos se enfrentan al desafío de equilibrar sus necesidades con precios cada vez más elevados, desde el comercio atienden costos más exigentes.

Por lo pronto, el turismo chileno es una bocanada de aire fresco para las ventas del fin de semana, en diferentes rubros, y los productos de cuero tienen una buena aceptación por su calidad. Los mendocinos, siguen mirando vidrieras y buscando el mejor precio.

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