En Mendoza hay 130 mil trabajadores buscando otro empleo

La inflación ha desgastado los ingresos de los hogares mendocinos en los últimos años. Para llegar a cubrir los gastos, los ocupados persiguen nuevas alternativas.

En Mendoza hay 130 mil trabajadores buscando otro empleo
En tres años aumentó 271% la cantidad de trabajadores mendocinos que buscan un segundo empleo.

En el primer trimestre del año, 130 mil trabajadores del Gran Mendoza salieron a la calle a buscar un segundo empleo. Para los economistas, es una prueba indiscutible de que “el dinero no alcanza para cubrir los gastos del hogar”, una situación a la que se llegó después de dos años de pérdida de poder adquisitivo de los salarios en el sector privado y en el informal.

Si se hace un análisis de la evolución de esta situación, se percibe con facilidad cómo se ha agravado el problema. En 2017, eran solo 35.000 los trabajadores de Gran Mendoza que buscaban otro ingreso, en 2018 el número ascendió a 72.000, en 2019 a 115.000 y en 2020 a las mencionadas 130.000 personas. Es decir que en solo tres años la cantidad de “ocupados demandantes de empleo” aumentó 271% (casi 100 mil personas más), según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Cabe destacar además, que actualmente hay 468.634 personas ocupadas en el Gran Mendoza. Por lo tanto, la necesidad de acceder a un segundo empleo alcanza a uno de cada cuatro trabajadores activos en la zona más poblada de la provincia.

Ingresos en caída

La razón por la cual creció exponencialmente la cantidad de ocupados demandantes de empleo es clara. “Hubo una fuerte caída en el nivel de ingresos en los últimos años. La baja fue tal, que un salario dejó de alcanzar para cubrir los gastos de un hogar. Por eso la búsqueda de trabajo no se limitó a los desocupados, sino que alcanzó también a quienes ya tienen empleo”, explicó el economista Carlos Rodríguez.

De acuerdo a las estadísticas oficiales del Indec, en 2019 los sueldos subieron casi 13 puntos porcentuales menos que la inflación (promedio nacional). En 2018, la diferencia había sido de casi 18 puntos.

Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía de Mendoza, coincidió en que el crecimiento de los ocupados demandantes de empleo tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la necesidad de mejorar el nivel de ingresos del hogar. “Generalmente los que buscan un segundo sueldo son subocupados, que en su mayoría son jóvenes que están dando sus primeros pasos en el mercado laboral”, comentó.

“Ante este escenario, la necesidad de ampliar las horas de trabajo se vuelve una prioridad para muchas más personas. Lo mismo está ocurriendo en todo el país”, agregó.

Un escenario difícil

A mediados marzo el Gobierno Nacional dictó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el cual se promulgó el “aislamiento, social preventivo y obligatorio”, medida que provocó un stop en la actividad económica general. A partir de entonces, la misión de conseguir un segundo ingreso se dificultó más aún. De hecho, para muchos la prioridad pasó a ser conservar el puesto de trabajo actual.

Carlos Rodríguez recordó que durante el primer trimestre se dio una situación ambigua, en la que muchos mendocinos encontraron un empleo (subió la tasa de ocupación) y muchos otros se quedaron en el intento (creció la desocupación). Desde la llegada de la pandemia, ese panorama cambió. “A medida que se extienda el aislamiento obligatorio como forma de combatir al covid-19, se van a seguir destruyendo puestos de trabajo y no se generará nuevo empleo. Cada vez más personas buscarán oportunidades en un mercado más pequeño”, alertó.

La economista Carina Farah, al referirse a las razones que impulsan a los trabajadores a buscar un segundo empleo señaló: “La principal causa es la recomposición del ingreso ante la inflación y la precarización laboral, sumado a que las paritarias por lo general no han generado aumentos de salarios que compensen la pérdida de poder adquisitivo. Estos factores han profundizado el proceso de caída de los ingresos reales, lo cual dentro de los núcleos familiares busca reponerse con dedicarle más horas al trabajo”.

El aislamiento para evitar la propagación del covid-19 exigió que los negocios entregasen sus productos a domicilio y muchos de ellos están subsistiendo gracias a este sistema, para los empleados en los sistemas de las App –por su parte- es una buena forma de enriquecer su salario o de autogestionar una ocupación laboral. “Si bien se liberó la venta por internet y con deliverys, para el pequeño comerciante es algo que no se puede implementar rápidamente. La logística es compleja”, había destacado semanas atrás Alberto Carletti, presidente de la FEM .

En términos generales uno busca recomponer el salario, después pueden existir casos particulares que obedecen a una búsqueda de un mejor empleo. Esto se da en personas con alta calificación, graduados universitarios o a punto de graduarse, que encuentran un trabajo más prometedor en cuanto al desarrollo de sus profesiones. Ellos tienden a mantener los dos trabajos por un tiempo hasta asegurarse el afianzamiento en el nuevo”, indicó Farah.

Emprendimientos como una alternativa de crecimiento

Nadya Zani es psicóloga clínica y analista de perfiles de personal. Como primer paso “viendo un contexto de crisis”, tomó la decisión de crear una página de Facebook en la que se postean distintas ofertas laborales. En poco tiempo, su idea fue motorizando a sus amigos y se creó una red colaborativa en desarrollo. Un empleado para una heladería, una profesora de tango, un técnico químico o un vendedor para una casa de deportes, son parte de la oferta que se encuentra en RRHH Cuyo. La meta de Nadia es construir su segundo empleo.

“La idea de la página es ayudar a los demás, centralizando información que existe en otras páginas para que más gente tenga acceso a ella”, explicó. “Hay pedidos para personal que pueda trabajar part time o tiempo completo. No analizo las ofertas, solo las comparto. La idea es agrupar a la región y brindar un servicio para que sea más ágil la búsqueda de empleo”, subrayó Zani.

Nadya cuenta que trabajó en la selección de personal hasta 2017. “En la actualidad estoy armando una base de datos con perfiles para la economía del conocimiento, que es un sector que tiene mucha demanda. He pensado en volver a los Recursos Humanos, que es un trabajo que me encanta. Lo de los perfiles lo he pensado como una salida laboral. Para entrar al sistema lo hare en la forma inversa”, detalló.

Por su parte, Adriana y David construyeron una posibilidad de ampliar sus ingresos tomando la concesión de un bufete en un club de golf. “La motivación fue buscar algo más, que nos permitiera complementar el trabajo que tenemos con el crecimiento personal y una mejor posición económica. Nos gusta recibir y atender gente, ser buenos anfitriones. La gastronomía surgió como una idea para el verano, pero puede extenderse en el tiempo”, contó David.

“Habíamos probado otros emprendimientos y nos fue bien desde lo comercial. Queremos un desafío que nos permita romper con la rutina. Entre las ocupaciones extra que tuvimos, vendimos cuero y artículos para campo. Además armamos una panadería, tercerizando el amasado. A veces por miedo, terminamos quedándonos con el trabajo fijo que nos ha permitido sostener a nuestra familia”, agregó el emprendedor.

Hemos logrado equilibrar un perfil comercial, con las ganas que teníamos de prestar una servicio más amable y personalizado. Siempre nos gustó la idea de tener un bar y le fuimos dando forma a este proyecto; durante el verano fuimos creciendo, diversificamos la propuesta y nos ampliamos con las Apps de delivery, pero con la pandemia todo quedó en suspenso. La idea es continuar con este proyecto durante todo el año”, concluyó Adriana.

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