Una categoría que registró un salto sumamente marcado fue instrumentos y aparatos de óptica, cine, fotografía y medico-quirúrgico y sus partes, que tuvo una suba del 16.091% en dólares, al pasar de US$ 10.798 en 2023 a US$ 1.748.209 en 2024. En cambio, el incremento en volumen fue mucho más acotado, del 51%, de 1.844 kilos a 2.778.
Sin embargo, en la mayoría de los productos más relevantes aumentó más la cantidad que el dinero, lo que explica que, así como los ingresos crecieron 22% en 2024 con respecto a 2023, el volumen de mercaderías exportadas aumentó un 30%, pasando de 931.639 toneladas a 1.211.702.
Esto se observó con el vino, que aumentó un 4% en ingresos y 5% en cantidades; las frutas de carozo, con 84% y 91%, respectivamente; los duraznos en conserva, con 33% y 70%; las frutas secas o procesadas, con 33% y 70%; o las bombas, motobombas, turbobombas y sus partes, con 268% y 542%.
Innovación para responder a la demanda internacional
Patricia Giménez, gerente de la Fundación ProMendoza, mencionó que el llamativo aumento de las exportaciones de materias plásticas y sus manufacturas se explica por el crecimiento de la demanda internacional de embalajes biodegradables para el sector agropecuario, y que seguirá en ascenso por las exigencias de la Unión Europea de empaques sustentables. Destacó que en Mendoza había capacidad instalada para responder a esa demanda.
Analizó que, cuando la mirada se extiende en el largo plazo, desde los ’90 hasta la actualidad, se observa que ciertos sectores, como el del petróleo, fueron perdiendo peso en las exportaciones mendocinas. En este caso en particular, por la disminución productiva vinculada al envejecimiento de las cuencas. Y si bien hay otros, como el vino y el ajo, que siguen manteniendo su importancia, el sostenimiento de las ventas al exterior responde a que “hay industriales muy creativos y comprometidos con la provincia, que han buscado nichos exportables”.
Mencionó que también treparon las exportaciones de ciruela seca y que uno de los principales destinos es Chile, no porque se consuma en ese país, sino porque los exportadores chilenos salen a venderla, aprovechando los tratados de libre comercio. Esta ha sido una estrategia de los productores mendocinos, hasta que empiecen a mejorar las condiciones de los acuerdos internacionales. Resaltó que el 97% de esta fruta que se produce en Mendoza se vende al exterior y, claramente, es una oportunidad para quienes están pensando en invertir.
Sobre bombas, motobombas, turbobombas y sus partes, que creció un 268% en dólares -de US$ 10.778.156 en 2023 a US$ 39.634.556 en 2024-, explicó que el mundo necesita mejorar el uso del agua, lo que requiere del uso de este tipo de equipamiento, y que, en Mendoza, una provincia donde este recurso es escaso, hay capacidad para abastecer a este sector y seguir creciendo.
Giménez indicó que la macroeconomía también ha colaborado para llegar a este resultado, porque después de las dificultades en 2023, el año pasado se facilitó que los exportadores pudieran acceder a los dólares por lo que habían vendido. Antes de que esto sucediera, hubo productores que optaron por reducir su producción y enfocarse en el mercado interno.
El crecimiento en dólares de las ventas al exterior también puede explicarse, en parte, por la disminución de la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, que hizo que ya no fuera necesario subfacturar, como algunos habían optado.
La también presidente de la Unidad ProMendoza comentó que la entidad no sólo trabaja en la promoción de las exportaciones, sino que la unidad desarrolló un programa de internacionalización, que en 2024 preparó a 18 empresas para exportar; algo que ya lograron 5. En 2025, detalló, tienen previsto acompañar a proyecto públicos y privados para que alcancen el estado ejecutivo adecuado para conseguir inversores y salir al mercado externo.
Optimismo
El gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, Mario Bustos Carra, comentó que, a partir de junio del año pasado, el Gobierno nacional empezó a liberar algunas formas de pago al exterior y esto pudo haber influido favorablemente, ya que, para poder exportar, es necesario poder importar ciertos insumos y tecnología. Señaló también que, a nivel nacional, la industria de alimentos tiene una capacidad ociosa del 40%, por lo que hay margen para seguir creciendo en la producción.
Consideró que estos datos de exportaciones muestran un escenario optimista, aun cuando la comparación sea con un año de bajas ventas al exterior, como 2023, cuando había innumerables dificultades para salir al mercado externo. Para ilustrarlo, planteó que la industria vitivinícola tenía problemas para conseguir envases de vidrio, cajas y corchos.
Pese a eso, estimó que los números muestran que, cuando se mantiene una cierta estabilidad económica, la respuesta es positiva. Subrayó también que se desregularon diversas normativas, que implicaban trabas, aunque todavía falte seguir avanzando. “Ahora, hay que reducir la carga impositiva y los costos laborales, no salariales, para que haya más mejoras”, manifestó.
Desafíos
El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), Fabián Solís, comentó que las exportaciones del sector metalúrgico local no han aumentado. Los datos de Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina) revelan que, en términos acumulados, las ventas al exterior en 2024 superaron los US$ 4.000 millones (3,1% más con respecto al 2023) y las importaciones estuvieron por encima de los US$ 18.000 millones (26,7% menos que en 2023).
Solís planteó que, si se está importando más de lo que se exporta, es porque se está reemplazando la fabricación nacional por productos extranjeros. “Entiendo que no se aumentará la exportación de productos fabricados en la Argentina mientras no se modifiquen los factores que nos quitan competitividad: presión impositiva, costos logísticos, dificultades para acceder a financiamiento, inestabilidad de la macroeconomía y altas tarifas de energía, entre otras”, enumeró.
Añadió que, la entidad está trabajando en conjunto con el Ministerio de Producción para poder asistir a ferias internacionales, a buscar oportunidades de negocios, y, principalmente, para incorporar tecnología, ya que entienden que hay una ventana de oportunidad para actualizar las fábricas, y a eso se vincula la necesidad de acceso al crédito y que esté no esté afectado por Sellos.