La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia presentó los datos del Producto Bruto Geográfico de 2023. Con respecto a 2022, la economía de Mendoza tuvo una disminución del 0,6%. Y si bien cuando la comparación se extiende a 2004, el crecimiento ha sido del 53,9% en los últimos 20 años, la expansión se concentra en la primera mitad de ese período, ya que desde 2014 apenas creció un 2%.
Los datos de la DEIE muestran que el 40% de la economía corresponde a la producción de bienes y el 60% a los servicios. Dentro del primer grupo, en 2023, el 63% de la participación era de la Industria manufacturera; el 14%, Explotación de minas y canteras; el 10%, Agricultura, ganadería, caza y silvicultura; el 8%, Construcción; y el 5%, Suministro de electricidad, gas y agua.
En cuanto a los servicios, el 28% correspondía al Comercio mayorista y minorista, y reparaciones; 17%, Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler; 17%, Servicios sociales y de salud; 10%, Transporte, almacenamiento y comunicaciones; 8%, Administración pública y defensa, planes de seguridad social de afiliación obligatoria; 7%, Enseñanza; 6%, Hoteles y restaurantes; 4%, Intermediación financiera; 2%, Otras actividades de servicios comunitarias, sociales y personales; y el 1%, Servicio doméstico.
Jorge Day, economista del Ieral Mendoza (Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana, de la Fundación Mediterránea), comentó que le parece llamativo que le haya ido tan bien a la economía en 2022 -tuvo un crecimiento del 8% con respecto a 2021- y no tan mal en 2023, comparado con lo que sucedió a nivel nacional (el PBI disminuyó 1,6% en Argentina).
Las estimaciones del Ieral, cuando presentaron el informe anual y de perspectivas, en marzo, apuntaban a que la economía mendocina cayó 1,4% en 2023. Es decir, a un nivel muy parecido a la economía nacional. “En términos generales cayó (según la DEIE), pero no tanto como en el país o como lo que nos dieron nuestros datos”, planteó.
Al analizar la evolución por sectores, Day indicó que hay variaciones, como la de Explotación de Minas y Canteras, que corresponde principalmente a la extracción de petróleo y que, si bien viene cayendo, mostró un importante repunte en 2022 (del 21,5%) y una muy fuerte caída en 2023 (del 30,9%). También consideró marcada la variación en Hoteles y restaurantes, que trepó 27,9% en 2023 y, si bien se sabe que los chilenos vinieron mucho el año pasado, aun así, parece un aumento significativo.
También mencionó que la Administración pública y defensa tuvo una caída del 18,6% el año pasado, en comparación con 2022, mientras que Servicios sociales y de Salud creció 63,9%. “Hay variaciones muy fuertes en algunos sectores, que no vimos en nuestro estudio”, señaló.
Day resaltó que ha habido una modificación metodológica, ya que, hasta el año pasado, la DEIE tomaba como base los datos de 1993, mientras ahora pasó a tomar la serie desde 2004. Explicó que, como el PBG (y el PBI) están medidos en pesos, para comparar se debe quitar el efecto de la inflación; por eso se explicita que los montos son a valores constantes. Cada tanto, se toma una nueva fecha de inicio de serie y, además, se incorporan sectores que no existían antes (como Internet).
El Indec tomó 2004 como base en 2019 y Mendoza hizo lo mismo ahora. Esto podría explicar, concedió, algunas diferencias. Por ejemplo, en 1993 había muchos vinos de calidad y precio inferior, mientras en 2004 habían mejorado y eso pudo haber incrementado su participación en la economía.
Última década
Nicolás Aroma, director del Centro de Economía y Finanzas Mendoza (Cefim), comentó que lo primero que surge al analizar los datos en el tiempo es que la economía provincial está “detenida” en términos de su capacidad para producir bienes y servicios desde hace 10 años. Es decir, está en un nivel cercano a 2013.
Esto, resaltó, es importante, porque cuando se observa la evolución desde 2004 a 2013, había crecido un 50%, pero desde 2013 en adelante está casi igual y apenas se expandió un 1,2%. “La provincia se encuentra en un enorme estancamiento. Y el país también”, señaló el economista. Y añadió que, cuando se conozcan los datos de 2024, la situación va a ser bastante peor, porque se prevé una caída del 3,5% al 4%, con lo que se va a volver a valores muy similares a los de 2010.
Por otra parte, indicó que, si se observa cuánto crece por año la economía provincial, desde 2014 a 2023, en promedio, se ha expandido un 0,23%. En cambio, cuando se hace el mismo cálculo desde 2013 hacia atrás, el porcentaje supera el 4%.
De ahí que, si se toma el PBG per cápita, en los últimos años ha tenido una enorme caída -porque la población aumenta a un ritmo superior-, lo que se traduce en salarios a la baja y en la dificultad que tiene el sector privado para generar nuevos puestos de trabajo registrado. Para Aroma, el principal desafío, tanto para la gestión provincial como nacional, es hacer crecer nuevamente la economía.
Cambios en la matriz productiva
El titular del Cefim manifestó también que ha mutado la composición de la matriz productiva de Mendoza y que, cuando se compara con una década atrás, la producción de bienes superaba el 50%, mientras que ahora no llega al 40%. Esto evidencia que se ha virado hacia una economía enfocada en los servicios.
Dentro de las subcategorías de bienes, hay algunos que han perdido mucha participación, como la Explotación de Minas y Canteras, que representaba el 9,3% en 2013 y hoy no llega al 6% (una reducción del 40% en 10 años). La Industria manufacturera, que es un importante generador de empleo -formal- superaba el 30% y hoy apenas llega al 25% de la matriz total (-20% en una década).
Y la Construcción, que representaba más del 3,5%, se encuentra en un 3%, lo que muestra el freno que ha tenido la inversión, tanto pública como privada. “Estos números explican el estancamiento en que se encuentra Mendoza”, indicó.
Como contraparte, señaló que el Suministro de electricidad, gas y agua es la única subcategoría de producción de bienes que ha tenido una variación positiva, de más del 20%. También ha crecido, y de modo muy importante, Hoteles y restaurantes, que aumentó por encima del 90% en 10 años, pero no tiene una gran participación en la matriz productiva, ya que recién llega al 3%.
Otro subsector que también ha registrado una caída importante en la última década es Agricultura y ganadería, que cayó 29,7% con respecto a 2013 y pasó de representar el 11% del total de la matriz a apenas un 4%. Esto, en una provincia que se reconoce como vitivinícola.