En el salón de los espejos del Park Hyatt Hotel, la industria volvió a pensarse bajo el lema del “desarrollo sostenible”. Organizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asinmet), la Cámara de Empresarios Mineros de Mendoza (Camem) y la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), ayer se desarrolló el foro “Metalmecánica y Minería”. El evento puso otra vez sobre el tapete la ampliación de la matriz productiva de Mendoza, haciendo hincapié en la educación, el uso responsable del agua, el cuidado del medioambiente y el combate firme contra la pobreza como propuestas fuertes.
Autoridades nacionales, provinciales y municipales, y expertos en distintas áreas le dieron vida a los cuatros bloques de debate. Afuera, la palabra minería volvió a tomar la calle y agitó voces a favor y en contra. Sobre una esquina de calle Chile, los asambleístas desplegaron sus carteles de apoyo a la ley 7722; “Las asambleas sabemos que el agua no se zonifica y que en todo el territorio mendocino no hay licencia social para la megaminería”, advirtieron los asambleístas en un comunicado. De frente –con la plaza Independencia a las espaldas- los redoblantes reclamaron más trabajo. En el interior la pegunta que sobrevoló a los presente fue ¿qué más perderá Mendoza?
Mariano Guizzo, presidente de Asinmet, destacó que la realización del evento es positivo porque los privados -los empresarios. las cámaras, los sindicatos- se asocian para decirle “sí” a la minería sustentable. “Queremos que sea un cimiento de desarrollo”, apuntó. Durante el discurso de cierre reconoció además las fallas de comunicación para llegar a los jóvenes para que conozcan cómo es la actividad realizada en forma sustentable, profundizando en la educación. “La minería puede traer los recursos necesarios para administrar el agua, en un marco de crisis hídrica como la que vive Mendoza, y pensar en lo que podríamos generar, pensado desde un ejemplo de éxito”, comentó .
“Equilibrando la protección del medio ambiente con el desarrollo económico social, queremos pensar en la integración de la cadena de valor, en el valor agregado. Hoy el campo es quien genera divisas en Argentina, queremos pasar de un modelo agro-exportador a un modelo agro-industrial exportador; allí es donde entendemos está la sustentabilidad”, puntualizó Guizzo.
En la apertura, el director nacional de Infraestructura Minera de la Nación, Fernando Ciácera, ante 700 personas habló sobre la cadena de valor entre la industria y sus proveedores, mostrando números de crecimiento de la actividad en el país. Una luz verde para seguir trabajando en la provincia sobre una actividad generadora de riqueza. Cabe recordar que el presidente Alberto Fernández había propiciado el diseño del Plan Estratégico para el Desarrollo Minero Argentina 2030.
Una declaración
Con un temario rico en expresiones y datos técnicos, un grupo de 23 alumnos de la Escuela Técnica e Industrial de Malargüe fueron centro de atención y elogios de los panelistas. Los futuros técnicos en Minería, repartieron folletos en los que podía leerse la leyenda “Malargüe distrito minero”, en que se explicaban entro otros temas uso sustentable del agua en la minería moderna. Juan Manuel Ojeda, intendente del departamento sureño, fue explicito en su reclamo para a su departamento se permita desarrollar la minería, “queremos que Malargüe sea la tierra prometida para el progreso”.
Ojeda, en su discurso, señaló que hay mendocinos que quieren vivir bien y para ello tiene que haber desarrollo y trabajo. “Tiene que haber un proyecto minero que se pueda debatir y que la gente pueda opinar, sobre todo con gente seria que quiera una Mendoza distinta”, apuntó. Por lo pronto, una comitiva del gobierno provincial viajará a Canadá para buscar inversiones para seguir dando rienda al proyecto del proyecto Potasio Río Colorado.
Los empresarios locales ven en la minería una oportunidad para el desarrollo mendocino. Según Camem tiene en carpeta alrededor de 20 proyectos que, de concretarse, permitirían la explotación de uranio, oro, cobre, plata y plomo, equivalentes, en valor bruto, a las reservas de petróleo de Argentina (4.000 Mb), y a más de 10 veces las reservas petroleras de Mendoza (320 Mb).