De acuerdo a las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, el empleo privado registrado de Mendoza creció 0,52% entre junio de 2020 e igual mes de este año. Sin embargo, el tamaño del mercado laboral sigue siendo sensiblemente menor al que tenía la provincia antes de la pandemia, dado que hay 15.904 trabajadores menos que en junio de 2019 (6,59% de caída).
En detalle, en junio de 2021 había 225.315 empleados registrados en Mendoza. En el mismo mes del año pasado, ese número alcanzaba los 224.155 (-0,51%) y en junio de 2019, los 241.216, es decir, casi 16 mil puestos de trabajo más.
Por qué no hay recuperación
El economista Pablo Salvador analizó los datos del Ministerio de Trabajo y observó que los niveles de empleo registrado del sector privado se vienen recuperando mes a mes en la comparación interanual, tanto a nivel provincial como nacional. No obstante, señaló que cuando se va dos años hacia atrás, los valores siguen siendo negativos en casi todas las provincias del país, con la excepción de Tierra del Fuego, Santa Cruz y Catamarca, que son las únicas jurisdicciones que efectivamente han creado puestos de trabajo en ese período.
También advirtió que, al comparar los datos actuales con los de 2020, es de esperar que los números sean favorables, ya que el año pasado, producto del confinamiento, cerró una gran cantidad de empresas, lo que provocó que mucha gente se quedara sin empleo. De ahí que la recuperación económica a partir de ese escenario se traduzca en un crecimiento de los puestos de trabajo. Pero, a la par, es evidente que la reactivación no es tan significativa, ya que el mercado laboral aún se encuentra por debajo de los niveles de 2019, aunque algunos sectores en particular estén creciendo y generando trabajo.
De acuerdo a Salvador, para que exista un repunte significativo deberían crecer algunos sectores con alta incidencia en el mercado laboral, como el turismo, la gastronomía y el comercio.
El economista planteó que hay diversos factores que están incidiendo en que esta recuperación del empleo sea tan lenta. Uno de ellos es que, cuando se produce una crisis -como sucedió con el confinamiento- las empresas no despiden trabajadores, sino que primero adelantan vacaciones y después reducen la jornada laboral o, en el peor de los casos, suspenden a los empleados. Sin embargo, cuando la situación se sostiene en el tiempo -como en este caso-, las pymes cierran, con lo que la prohibición de despidos y la doble indemnización no resultan efectivas.
De ahí que, cuando se empieza a revertir el panorama negativo, regresan a sus tareas quienes estaban suspendidos, pero no se generan nuevos puestos ni se recuperan inmediatamente los que se destruyeron. Por otra parte, el economista señaló que algunas leyes desalientan que las empresas tomen nuevos trabajadores.
Empleo formal e informal
Gustavo Reyes, economista del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral, de la Fundación Mediterránea), coincidió en que cuando se analiza el corto plazo se observa una pequeña recuperación, pero que es mínima. Asimismo, señaló que la comparación interanual, con lo que sucedió el año pasado, presenta el problema de que 2020 fue muy negativo.
“A partir de que la economía se empezó a abrir después del aislamiento, en el tercer trimestre de 2020, es decir, desde setiembre a junio, ha habido una mejora en la cantidad de puestos de trabajo del sector privado registrado en la provincia -sin estacionalidad- de 1,4%. Es decir que la recuperación es bastante lenta”, manifestó.
En cambio, Reyes destacó que la Encuesta Permanente de Hogares muestra que el empleo total, en donde también están incluidos el público -que hasta el año pasado venía cayendo- y el informal, ha tenido un crecimiento mucho más marcado en el primer trimestre de 2021. Esto significa que tanto el empleo estatal como el informal se han recuperado a mayor velocidad.
Reyes señaló que el problema del empleo es un poco más acentuado en Mendoza que en el resto del país. Los motivos que llevan a esta situación están vinculados, en primer lugar, con la economía, su lenta reactivación y las expectativas. También, con las leyes y rigideces específicas del mercado laboral. Sin embargo, estos son factores que son determinantes en todas las provincias.
En cambio, planteó que, si bien los impuestos provinciales no graban de forma directa el trabajo, los sectores ligados a un uso más intensivo de puestos de trabajo, como el comercio, tienen alícuotas de Ingresos Brutos más altas en Mendoza que en casi el 80% del resto del país.
Por otra parte, cuando se ve la “película de largo plazo” -y sin tomar los primeros meses de pandemia, cuando, en agosto, se llegó a 226.924 empleos sin estacionalidad-, se debe retroceder hasta noviembre de 2010, es decir, más de una década, para encontrar valores tan bajos en la cantidad de puestos de trabajo registrados en el sector privado (en torno a los 230 mil). Reyes subrayó que, si se considera que la población crece a un ritmo de un 1% anual, se entiende el problema que enfrenta la provincia.
Lenta recuperación
Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía y Energía, señaló que, desde el Gobierno provincial celebran que ya se observe una recuperación con respecto a 2020, cuando se perdieron tantos puestos de trabajo por causa de la pandemia. Pese a eso, reconoció que aún falta un poco para llegar a los números de 2019, que, por otra parte, fue un año recesivo, de importantes devaluaciones y con una alta inflación.
En este sentido, indicó que se están aplicando diversas herramientas para promover la recuperación económica y el empleo, siendo la principal el programa Mendoza Activa, que incluye a varias actividades. El economista manifestó que el Gobierno nacional no está haciendo todo lo que debería para impulsar el crecimiento del empleo privado registrado y de ahí que la recuperación sea tan lenta.