La Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación reveló que, en el Gran Mendoza, el porcentaje de empleadores que considera que va a aumentar su dotación asciende al 8,6%, lo que se encuentra por encima del 3,7% de la media nacional y también del 2,1% del Gran Buenos Aires, del 4,4% de Córdoba y del 6,6% de Rosario. Solo dos conglomerados fueron mayores, Gran Mar del Plata (9,7%) y Jujuy (11,6%).
El relevamiento se realizó en noviembre con respecto a los siguientes 90 días y, si bien el dato es alentador, muestra una caída con respecto al 13,5% de los empresarios que habían respondido que iban a incrementar su cantidad de empleados en octubre y el 9,8% que hizo lo mismo en setiembre. Ahora se retornó a valores similares a los de agosto, cuando fue optimista el 8,5% de los consultados, bastante por sobre julio (5,1%), junio (4,8%) y mayo (4,7%).
Sin embargo, la provincia también muestra el valor más alto de empleadores que considera que va a disminuir su dotación de personal: 3,1%. Este valor representa un repunte considerable, luego de haber sido del 1,8% en octubre, del 0,5% en setiembre y del 0% en agosto. Y en este apartado, el Gran Mendoza se ubica en el primer lugar entre los 12 conglomerados del relevamiento, ya que con ese 3,1 % le siguen Jujuy (2%), Tucumán (1,9%), Rosario (1,1%) y Resistencia (1%); mientras que la media nacional es del 1%.
En tanto, cuando se resta la cantidad de empresarios que planea disminuir su planta de personal a la que considera que va a aumentarla, la diferencia es de 5,5 puntos porcentuales a favor del crecimiento de puestos. Y en esto, Mendoza se ubica en el cuarto lugar, compartido con Rosario (5,5) y sólo superado por Jujuy (9,7), Mar del Plata (8,9) y Tucumán (6,3).
El informe resalta que, en la media nacional, las expectativas netas de las empresas en relación con la contratación de personal -es decir, la diferencia entre las que piensan aumentar la dotación y quienes planean disminuirla- para los próximos tres meses continúan siendo positivas. Y destaca que esto es así, de modo ininterrumpido, desde febrero de 2021, es decir, en 22 meses consecutivos.
En Mendoza, sin embargo, en abril de 2021, la diferencia fue negativa: el 3,6% de los empleadores relevados respondieron que iban a incrementar sus plantas de personal y el 3,9% que la iban a reducir. A partir de entonces, los indicadores fueron positivos, pero por 20 meses consecutivos.
También se debe considerar que, en noviembre de 2021, el porcentaje de los empresarios mendocinos que creía que iba a tomar más empleados era muy similar al de ahora -8,5%-, pero el de los que pensaba desvincular era de apenas 1,2%, por lo que la expectativa neta era de 7,3% que iba a aumentar su dotación.
Cuidado con la caída
El economista Raúl Mercau señaló que, en los datos a nivel país, el Gran Buenos Aires concuerda bastante con la media, lo que se puede explicar por la cantidad de habitantes, y que, en Córdoba y Rosario, que tienen un perfil más industrial que Mendoza, hay un bajo porcentaje de empresarios que esperan disminuir sus dotaciones, mientras que es más alto el de los que anticipan un crecimiento del empleo. Esto, estimó, probablemente responda a un mayor dinamismo general en esas zonas.
En la provincia, en tanto, se dan los extremos, del mayor porcentaje de lo que creen que va a aumentar y también el mayor de los que creen que va a reducirse, aunque el neto sea similar al de Rosario. Pero Mercau advierte que el aumento de la dotación tiene un efecto inmediato en los índices de bienestar. En cambio, la disminución puede tener resultados diferentes según el segmento que afecte.
Explicó que, cuando hay sectores ganadores y perdedores, como mostraría esta situación -el informe no precisa en qué rubros se darían los incrementos y reducciones-, se debe evaluar la distancia de conocimientos y habilidades tecnológicas que hay entre ambos. Para ilustrarlo, planteó que, si se pierde empleo en la agricultura y se gana en TIC, es probable que la reubicación posterior demore mucho más tiempo que si la disminución se hubiera dado dentro del mismo sector de servicios.
En este sentido, indicó que el hecho de que vaya a aumentar la dotación es una buena noticia, pero es preocupante que vaya a disminuir y que esto habla de una situación en la que Mendoza estaría un poco más complicada en términos económicos. De hecho, el economista planteó sus dudas sobre los datos provinciales sobre la recuperación del trabajo en 2021, ya que considera que fue mucho más baja que la nacional. En tanto, en 2022, anticipa que el rebote puede haber sido mayor que el año anterior y que esto tiene que ver con un cierto rezago en la provincia, producto de una pérdida de dinamismo.
En cuanto a si este repunte puede deberse a una cuestión estacional, Mercau comentó que, como los datos son de noviembre, es probable que los empresarios tuvieran buenas expectativas sobre la temporada de verano, por el antecedente del de 2022, con muy buena ocupación por efecto del PreViaje. Sin embargo, destacó que, hasta ahora, no ha sido una buena temporada, porque no este año no estuvo vigente el programa de promoción del turismo y porque mucha gente optó por viajar a países limítrofes.
Asimismo, sumó que no ve otro sector con un dinamismo importante, salvo algunos clusters específicos, como el sector de las TIC (que no pueden explicar estos números), ya que el vitivinícola, que siempre moviliza el empleo, no tuvo, en general, un buen 2022. Esto, a diferencia de Córdoba y Rosario, que, si bien han tenido problemas con la sequía, la producción sojera y el complejo de granos estuvo mucho más activo.
Alfredo Cecchi, presidente de la FEM (Federación Económica de Mendoza), manifestó que no comparte el escenario que plantea el relevamiento del Ministerio de Trabajo de Nación, ya que, por el contrario, lo que ven es una desaceleración en la economía a partir del último trimestre del año pasado y la encuesta se realizó en noviembre, cuando ese proceso ya estaba en marcha. Pese a esto, indicó que, posiblemente, por una cuestión estacional, para la cosecha, haya habido expectativas de aumentar la dotación puntualmente para esa labor.
Pero, en general, insistió en que ven una desaceleración de la actividad económica, que no llevaría a un crecimiento del empleo en Mendoza y mucho menos por encima de la media nacional. De hecho, en estos meses, añadió, el turismo ha tenido uno de los niveles más bajos de los últimos veranos con respecto a otras provincias.
Bajo nivel de salarios
Nicolás Aroma mencionó que los números que muestran perspectivas de un aumento de las dotaciones de personal pueden responder a que los empresarios están viendo lo que se observa en general en la economía argentina: mucho dinamismo y un buen nivel de consumo interno que se va a sostener. Esto implica que las perspectivas de crecimiento del empleo aumenten.
Asimismo, el economista asesor del PJ consideró que hoy son pocas las empresas serias, con la excepción de rubros muy particulares, que están teniendo que despedir personal. De todos modos, indicó que preocupa la falta de dinámica laboral en Mendoza y que esto puede explicar el 3% de empresarios que piensan que pueden tener que reducir la dotación.
Aroma comentó que los resultados del relevamiento están en línea con las perspectivas de crecimiento económico, que se van a sostener en 2023, y el consumo interno, que puede aumentar o, al menos, sostenerse, este año, que es electoral; lo que subrayó que no es un dato menor, ya que el Estado va a intentar sostener la economía, para que se mantenga fuerte.
Planteó que duda de que los empleadores estén viendo un empeoramiento de la situación económica que afecte los niveles de producción, aunque en algún caso puede impactar en los niveles de rentabilidad, si la inflación no baja. Y sumó que espera que el aumento laboral se produzca en términos de empleo registrado, ya que es en donde se concentra la problemática en Mendoza: no tanto en la tasa de desempleo, sino en los altos niveles de empleo no registrado.
En cambio, señaló que lo preocupante es el nivel de los salarios, que es tan bajo que contribuye a que las perspectivas de aumento de dotación se incrementen, porque se ha reducido el costo laboral para las empresas. Esto, reconoció, tiene una parte negativa del lado del empleado, que no llega a fin de mes, y una positiva del lado de los empresarios, que están teniendo un margen que supera el incremento salarial. En este sentido, consideró que la inflación debería ir por debajo del aumento de los sueldos en 2023, para que no se acentúe la pérdida de poder adquisitivo.
Promoción del empleo
Tanto desde el gobierno provincial como desde el Ministerio de Trabajo de Nación concuerdan con que ha habido un crecimiento de la cantidad de puestos de trabajo en la provincia y que tanto los números positivos como negativos del relevamiento pueden responder a factores estacionales. Asimismo, destacan el aporte de los planes provinciales y nacionales de sostenimiento del empleo.
Emilce Vega Espinoza, directora general de Empleo y Capacitación de la provincia, analizó que el aumento que refleja la Encuesta de Indicadores Laborales se condice con los índices provinciales, ya que viene bajando el nivel de desempleo. La funcionaria sumó que el Gobierno local viene realizando una fuerte apuesta a la generación de empleo, con programas de incentivo como Enlazados, que favorece que el empresario pyme tenga un aliciente para incorporar trabajadores, pese a un contexto nacional de gran incertidumbre y alta inflación.
Además, Vega Espinoza analizó que las expectativas de disminución de las dotaciones de personal pueden vincularse a trabajos estacionales, como los servicios turísticos para la temporada de verano o las tareas rurales del sector vitivinícola y de las conserveras. Si bien tienen un aumento en estos meses, luego se reducen. Pero resaltó que el porcentaje es mínimo en comparación con quienes creen que van a mantener o aumentar el número de empleados.
Asimismo, la directora mendocina de Empleo y Capacitación mencionó que hay sectores que saben que van a seguir creciendo, como el de servicios, comercio, hotelería y turismo, y el de la economía del conocimiento (que viene aumentado en forma sostenida en la provincia).
Por su parte, Gonzalo Navarro, responsable de la Agencia Territorial Mendoza del Ministerio de Trabajo de Nación, resaltó que la Encuesta de Indicadores Laborales refleja las expectativas de los empleadores consultados, mientras que el SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) muestra efectivamente cuántas personas se incorporaron o desvincularon. Asimismo, indicó que puede haber sectores que estén anticipando un aumento en sus plantas de trabajadores por una temporada, como ser la de turismo, y que en meses posteriores avizoren una reducción. Así, con los programas de empleo del Ministerio, han observado una mayor demanda de los trabajos vinculados al sector turístico y menos pedidos de puestos de trabajo de comercio, que se reactivan a partir de febrero o marzo.
En cuanto a los datos de noviembre de 2021, cuando las expectativas de aumento de las dotaciones de personal eran similares en Mendoza, pero las de disminución eran más bajas, ante el mismo escenario estacional, Navarro explicó que ese año hubo un proceso de recuperación económica en función de un piso que había dejado la pandemia, por lo que ese incremento de puestos de trabajo fue más acelerado. En cambio, en 2022, la curva se fue equilibrando.
Por otra parte, planteó que sería importante, en unos meses, ver si efectivamente se perdieron puestos de trabajo, como anticipan el 3,1% de los empleadores mendocinos consultados. Y subrayó que el 1,2% que esperaba que se redujera el empleo en noviembre de 2021 no se vio en los datos de la realidad, sino que respondió así más por las expectativas. Y sobre los motivos que podrían explicar esa anticipación de aumentar las dotaciones de personal, Navarro indicó que, cuando se observa la curva de recuperación del empleo nacional y provincial, Mendoza ha venido creciendo por debajo del promedio en la estabilización postpandemia. De ahí que, para llegar a los niveles de antes de marzo de 2020 la provincia deba acelerar el proceso.
También señaló que los programas de promoción de empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación han funcionado como un incentivo para la creación de puestos laborales, ya que el empleador sabe que, durante 12 meses, tendrá una reducción del 100% en las contribuciones patronales y un subsidio de aproximadamente el 50% del salario. Si bien están vigentes desde la pandemia, el año pasado se incrementó el beneficio. El funcionario nacional indicó que hay un proceso de recuperación económica nacional, al que Mendoza no es ajeno, pero que el gran desafío es que llegue al bolsillo de los trabajadores y que los salarios no pierdan ante la inflación.