La Secretaría de Energía de Nación estableció un incremento promedio del 16% en el valor de la electricidad para los usuarios que superen la potencia de 300 kw. La suba se aplicará a partir del período agosto-octubre y afectará a 236 establecimientos mendocinos.
Los Grandes Usuarios de la Distribuidora (GUDI) con este nivel de consumo ya habían tenido un ajuste del 35% en marzo de este año. Con esta nueva suba, llegarán a un aumento acumulado en la facturación de la energía eléctrica de 56,6%, es decir casi 20 puntos por encima de la inflación que, según datos de la Dirección de Estadísticas a Investigaciones Económicas de la provincia (DEIE) ha sido del 30,7% de enero a julio de 2021.
El resto de los usuarios no tendrá modificación en los montos a pagar. La resolución de la Secretaría de Energía de Nación establece que esta modificación para los GUDI responde a que se “produce una situación inequitativa y desigual respecto a los Grandes Usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista, ya que estos últimos afrontan costos mayores por el suministro de energía eléctrica”.
Desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) resaltaron que quedan excluidos de este aumento los GUDI identificados como entes y organismos públicos que presten servicios públicos de salud y educación. Por otra parte, desde el organismo subrayaron que la suba es del 16% en promedio, pero que puede ser variable de acuerdo a la potencia contratada por cada usuario. Asimismo, expresaron que este incremento responde a un componente de la energía que es de jurisdicción nacional.
El Gobierno nacional ya había dispuesto, a partir de 1 de abril de este año, un aumento promedio del 1,5% para los usuarios residenciales, lo que implicó un aumento de entre $ 117 y $ 900 en las facturas, dependiendo de la categoría. En tanto, para los que tenían un consumo igual o mayor a los 300 kw de potencia se estableció un incremento del 35% en promedio, producto de la quita de los subsidios para estas grandes demandas.
En cuanto al componente provincial, el Valor Agregado de Distribución (VAD), el EPRE convocó a una audiencia pública para su revisión, que se realizó a fines de junio, y en el que consideró que este ítem debería ajustarse un 13,9%. Este incremento sería para todas las categorías y se sumaría al del 30% que se autorizó a fines del año pasado y se empezó a aplicar en enero.
Preocupación generalizada
Mariano Guizzo, presidente de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza), planteó que si bien aún no han tratado el tema en comisión directiva, el aumento en el costo eléctrico incide mucho en las industrias electrointensivas. Las que utilizan una buen potencia de energía, tendrán que trasladar el incremento al cliente, lo que podría dejarlos fuera del mercado. Para el resto de la metalmecánica, la incidencia no sería tan alta.
Por su parte, Nicolás Vicchi, sub gerente de Acovi (Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas), indicó que estas subas “le pegan muy fuerte al sector industrial, dentro del cual hay empresas y cooperativas vitivinícolas”. Por otro lado, recordó que ya le habían planteado al Gobierno nacional que la quita del subsidio a la energía tiene un impacto directo en el aumento de los costos.
Vicchi acotó que en la temporada de producción algunas bodegas pueden superar los 300 kw. De hecho, las más grandes siempre utilizan esta potencia superior, por lo que tendrán un mayor impacto por el aumento. Ante un escenario con expectativas de recuperación económica, los insumos como la energía son claves para poder continuar produciendo. De ahí que considere que la quita de subsidios es desfavorable, a menos que se implementen otros mecanismos para favorecer la eficiencia energética y la utilización de energías alternativas, como políticas de financiamiento e incentivos.
En tanto, Raúl Giordano, presidente de la Cámara de Fruta Industrializada de Mendoza (Cafim), expresó que el incremento del valor de la energía eléctrica afecta a los costos del riego agrícola, tanto de modo directo a las empresas que tienen sus propios cultivos como a las que compran a terceros.
Giordano señaló que muchas fincas tienen riego presurizado y no acceden al subsidio para regantes. Además, debido a la crisis hídrica, deben utilizar las perforaciones. Asimismo, señaló que los incrementos se van acumulando -electricidad, gas, combustible, salarios- y que todo esto hace que aumente el valor para el consumidor final.