De acuerdo al informe de Evolución de la Demanda elaborado por el Ente Provincial de Regulación Eléctrico (EPRE), el consumo de energía del sector empresario de Mendoza aumentó 2,2% entre enero y noviembre del 2021, con respecto al mismo período de 2020. En líneas generales, de 19 rubros relevados, 13 mostraron valores positivos y seis tuvieron resultados negativos. Cabe recordar que se trata de un dato que se relaciona directamente con el nivel de actividad económica.
En detalle, en Mendoza se consumieron 481.072 MWh durante noviembre, lo que representa un incremento en la demanda de energía eléctrica del 4,7% comparado con el mismo período de 2020. Sin embargo, la energía facturada a los usuarios finales durante el acumulado de los primeros once meses de 2021 ascendió a 4.578.183 MWh, lo que implicó una retracción de 0,3% contra el año pasado.
A lo largo de 2021 las categorías residenciales registraron mermas en su demanda del 3,5%, en tanto que los usuarios de Riego Agrícola sufrieron una baja del 3,5%. También el Alumbrado Público se redujo un 1,9%. En otras palabras, la demanda de energía de los usuarios generales experimentó una retracción en torno al 3,5%, mientras que los suministros destinados a las grandes demandas (las empresas) crecieron un 2,2% durante el 2021.
Hidrocarburos e industria
Al analizar la participación de los distintos actores de la producción, en el total de las “grandes demandas eléctricas”, se observa la caída del consumo del sector de hidrocarburos, actividad que representa el 37,3% del total. Entre enero y noviembre se contrajo 12,8% la demanda eléctrica para la extracción de petróleo crudo. También la refinería sufrió una retracción interanual del 0,8% en el período analizado del 2021.
El consumo eléctrico de la industria básica de hierro y acero (actividad relacionada con la metalmecánica) expuso un crecimiento en 2021 del 129,5% en los primeros once meses del año pasado. Es oportuno mencionar que durante el primer semestre del 2021 la actividad había registrado un crecimiento del 12,8% contra la época de aislamiento obligatorio por la pandemia.
Por su parte, la industria vitivinícola -que junto a los hidrocarburos e industria metalmecánica concentra más del 50% del consumo de las grandes demandas-, mostró señales de crecimiento sostenido. Los datos relevados hasta noviembre indican que las bodegas consumieron un 6% más de energía eléctrica para elaboración que en 2020.
Entre los grandes
De las actividades que requieren de mayor gasto de energía, la fabricación de envases ha desnudado una retracción en los últimos doce meses. En el caso de los plásticos, la caída en lo que va del año es del 3,2%, mientras que en los últimos 12 meses esta reducción es del 0,1%. Por su parte, con crisis mediante en la fabricación, el vidrio sufrió una merma en la demanda eléctrica del 0,7% en 2021, y del 0,2% desde diciembre de 2020.
La construcción de Mendoza –uno de los principales indicadores de la reactivación económica- creció 16,9% entre enero y noviembre del año pasado, según las estadísticas de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP). En este escenario, de reactivación y demanda, la elaboración de cemento demandó un 13,8% más de energía eléctrica durante el 2021 que durante los primeros once meses de 2020.
La industria conservera, la venta de combustibles minorista, el alojamiento en hoteles y elaboración de cerveza y bebidas malteadas son las actividades que también han mostrado dos dígitos de crecimiento en su consumo. En el caso de la industria alimenticia, que representa el 0,6% del total de las grandes demandas, necesitó un 21% más de energía eléctrica que durante el 2020 para cubrir su necesidad, equiparándose esta suba tanto en la variación anual como el acumulado del año.
Movilizaciones y tendencias
La venta minorista de combustibles, demandó un 14% más de electricidad en 2021 para cubrir las necesidades de operación. En el caso del rubro de “alojamiento en hoteles, pensiones y similares”, el incremento fue de un 15,1%. Este sector aumentó su demanda paulatinamente desde noviembre de 2020, evidenciando una reactivación de los viajes recreativos y turismo.
Por su parte, las cervecerías artesanales aumentaron la demanda eléctrica en torno al 10,6% en el acumulado del 2021, de acuerdo a los datos publicados por el EPRE. Así mismo, la elaboración de aguas y sodas, incrementó su demanda un 7% durante el 2021. También la producción de los cultivos de uva para vinificar requirieron de una mayor cantidad de energía, promediando un 6% entre ambos ítems.
Los servicios de Administración pública no se quedaron atrás y mostraron un aumento de la demanda de energía del 7,8% en 2021, apalancados por el retorno a la presencialidad tras la salida de las medidas sanitarias más estrictas en el marco de la pandemia del Covid.
Con un crecimiento menor, la venta minorista en supermercados mostró subas de 1,6% en 2021. Por último, la depuración y la distribución del agua demandó un 1,4% más de energía a noviembre de 2021 y 1,6% en su comparación interanual.
Los sectores que mostraron números negativos en las estadísticas publicadas por el Ente Provincial Regulador Eléctrico fueron la venta al por menor en hipermercados (-3,4%), los servicios personales (-2,7%) y los servicios de telefonía móvil (-8,2%) en su comparación interanual, además de los ya mencionados (petróleo y productos plásticos).
